El Magíster en Historia Económica y en Políticas Económicas, Claudio Montiel, analizó el reciente anuncio del ingreso de entre 12 mil millones y 20 mil millones de dólares a la Argentina a través del Fondo Monetario Internacional (FMI). En diálogo con «El Radar», que se emite todos los domingos por InfoDRadio 106.3 FM con la conducción de Facundo Sagardoy, Montiel consideró que esta inyección de capital podría “aliviar tensiones financieras, reactivar sectores productivos clave y generar condiciones más estables para la inversión”.
“El desafío es cómo hacer para que los agentes económicos no timbeen ese dinero”, señaló, al advertir que la clave está en traducir ese ingreso en “un proyecto de circuito ascendente de la economía”. Para Montiel, este anuncio no puede analizarse de forma aislada, sino en un marco internacional más amplio, donde también se presentan oportunidades estratégicas.
En ese sentido, subrayó que “el contexto internacional es adverso, pero también representa oportunidades”. Mencionó que la afinidad ideológica entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump puede facilitar gestiones ante el FMI, dado el peso que Estados Unidos tiene dentro del organismo multilateral.
“El rumor de que Estados Unidos puede romper con el FMI aceleró el proceso de los pedidos de la Argentina”, explicó Montiel, al hacer referencia a los cambios recientes en la política internacional, y remarcó: “Yo creo que este Gobierno tiene mucha suerte”.
SEMANAS DECISIVAS PARA EL RUMBO ECONÓMICO
Consultado sobre la capacidad institucional del país para sostener la política cambiaria, Montiel aseguró que “el equipo económico del Banco Central es muy sólido desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista moral”. Valoró la labor de figuras como Federico Sturzenegger, Luis Caputo y el presidente del Banco Central, destacando su experiencia y compromiso.
“Hay un equipo importante que garantiza institucionalidad”, afirmó, y destacó la simbología de los anuncios recientes: “Nunca en la historia económica y política de la Argentina se dio un discurso conjunto del ministro de Economía y del presidente del Banco Central, seguido por una cadena nacional del Presidente”.
Montiel opinó que las próximas semanas serán “contundentes para la economía argentina”, en tanto marcarán el inicio del impacto concreto de las medidas adoptadas por el Ejecutivo. Asimismo, subrayó que el desafío institucional será sostener la política económica sin desviaciones partidarias.
“Si fracasaron en alguna oportunidad, probablemente fue por el marco, pero no creo que haya sido por falta de solvencia moral o técnica”, reflexionó.
APERTURA ECONÓMICA Y PRECEDENTES REGIONALES
Montiel contextualizó la situación económica de Argentina dentro del marco latinoamericano. Explicó que en el pasado, “Latinoamérica, en épocas de políticas liberales y de estabilidad económica mundial, creció”. Enfatizó que ese crecimiento derivó en desarrollo en distintos países, con la Argentina liderando múltiples indicadores de exportación a principios del siglo XX.
“Argentina fue primer exportador mundial de carne, segundo de maíz, trigo y lana”, recordó. Atribuyó parte de ese éxito al modelo liberal y a la valorización de los commodities en el comercio internacional. También señaló que “otros países como Brasil, Chile y Uruguay se beneficiaron” de políticas similares en épocas de bonanza.
En cuanto al contexto actual, alertó sobre el impacto que podría tener la guerra comercial entre Estados Unidos y China. “Si continúan con esto de ojo por ojo y diente por diente, vamos a tener un flujo de mercadería china en el mundo, y eso implica bajos costos y amenazas”, puntualizó. Además, sugirió que la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos estaría vinculada con esos movimientos.
LA IMPORTANCIA DE UNA ESTRATEGIA SOSTENIDA
Al ser consultado sobre si esta etapa marca una ruptura con políticas anteriores o una continuidad, Montiel fue cauto. “Hay que desconfiar de las promesas rápidas y de los anuncios grandilocuentes”, advirtió. Sostuvo que si se mantiene el equilibrio fiscal, se revisan restricciones estructurales y se avanza con una política de ajustes serios, “puede llegar a ser una gestión revolucionaria”.
No obstante, condicionó ese potencial a que las medidas no respondan a intereses electorales: “Si esto es un discurso desde una óptica electoralista, porque tenemos una próxima elección y hay que ganar más diputados, estamos en un problema”.
Montiel remarcó que “nunca en la historia económica tuvimos un período largo de superávit fiscal”, y que ese podría ser un objetivo estratégico clave. “Todo depende de la continuidad y de la responsabilidad institucional con la que se sostengan las decisiones”, enfatizó.
Asimismo, señaló que la dimensión simbólica de las medidas económicas debe ir acompañada de acciones concretas y sostenidas en el tiempo.
FACTORES INTERNACIONALES Y ALINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS
Montiel atribuyó parte del optimismo del Gobierno a un alineamiento favorable con el nuevo liderazgo de Estados Unidos. “Todo se encaminaba a que Kamala Harris ganaba las elecciones. Ganó Trump, y el presidente argentino apostó a Trump”, expresó.
Insistió en que “Estados Unidos juega un papel fundamental dentro del FMI” y que la afinidad ideológica entre los mandatarios podría allanar el camino para futuras gestiones financieras. “Hay que entender lo que está sucediendo en un contexto internacional más amplio”, señaló, y citó al historiador Mario Rapoport para reforzar su argumento: “La historia no puede ser entendida sin conexión con el mundo”.
A su juicio, el contexto adverso también puede ofrecer oportunidades, especialmente si el país actúa con una visión estratégica y global. “En esa matriz FODA hay oportunidades”, resumió.
Montiel dejó en claro que, si bien los riesgos son evidentes, la actual coyuntura podría representar una oportunidad única para transformar estructuralmente el rumbo económico del país.