Justo cuando se cumplen 50 años desde que abrió las puertas de su restaurante más emblemático, la marisquería barcelonesa Botafumeiro, el pasado domingo falleció su fundador, el empresario gallego Moncho Neira, a los 84 años.
Su familia y su equipo, que darán continuidad a su legado, anunciaban la triste noticia describiéndolo como “un hombre apasionado, visionario y generoso, que dedicó su vida a hacer felices a los demás a través del trabajo y su entrega ejemplar” y agradecían haber aprendido de él que “servir es un arte y soñar, una forma de vivir”
‘El Bota’, como lo llaman muchos asiduos, ha sido el buque insignia de su gran grupo de restauración
Muy querido y admirado por su capacidad emprendedora entre los profesionales de la restauración, Moncho Niera fue un gran defensor del producto de calidad, y especialmente del pescado y el marisco de su tierra, Galicia, que abandonó muy joven en busca de un futuro próspero. Así lo contaba ayer a este diario uno de sus grandes amigos, Ángel Alcaraz: “Moncho nació en Pol, un pueblecito de la provincia de Lugo, en donde estudió Comercio y trabajó en el restaurante La Barra. Corrían los años 60 cuando un amiguete le propuso irse con él a Barcelona. Comentada la cuestión con su padre, que era feriante, al día siguiente su madre le compró un traje y una maleta y se fue para Catalunya siendo un jovenzuelo”.
Después de estar empleado en un restaurante de la Rambla, de pasar temporadas de duro trabajo en Cannes y de diversos empleos en cocinas de la capital catalana, abrió diversos negocios que más tarde iría cerrando.
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Su gran proyecto llegaría en 1975, cuando abrió en Gran de Gràcia las puertas del Botafumeiro. Explica Alcaraz que el propio Moncho contaba que la idea, ni más ni menos que “representar Galicia en Barcelona”, se la había dado su amigo Xavier Clavell.
En la barra y los salones del Botafumeiro, convertido con los años en un clásico de la ciudad, donde los clientes noctámbulos siempre fueron recibidos con una sonrisa aunque llegaran casi de madrugada, han pasado personalidades de todos los ámbitos. El Bota , como lo llaman muchos asiduos, ha sido el buque insignia de un gran grupo de restauración, Moncho’s, que nació en 1990 cuando este emprendedor, y de la mano de su amigo Jean Leon (que en realidad se llamaba Ángel Ceferino), abrió un restaurante en Malibú, que apenas duró un par de años, pero con el que nació el grupo Moncho’s.
Posteriormente fue abriendo numerosos establecimientos, en su mayoría con una importancia destacada de la despensa del mar. En la actualidad el grupo cuenta con los restaurantes El Patrón, El Asador del Mar, Marina Bay, Chiringuito las Sardinitas, La Taberna del Cura, Europa Café, The Chipirón, Mamá Grill, Winwood, Sexy Crab y Fresh&Dely, además de una línea de catering.