El 16 de enero de 1998 fue el día que cambió el destino de Monica Lewinsky, que en aquel entonces era becaria en la Casa Blanca. El affaire con el 42° presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se convirtió en un escándalo mundial, y aún 27 años después, siguen saliendo a la luz algunas revelaciones.
Lewinsky está de estreno en una nueva faceta, al frente de su flamante podcast «Reclaiming With Monica Lewinsky», y en el marco del lanzamiento brindó algunas declaraciones a distintos medios.
No es casualidad que en el título del programa esté la palabra «reivindicación«, porque de alguna manera celebra un nuevo comienzo, liberada de los prejuicios de aquella época. Aunque ya había hablado varias veces del tema, esta vez reflexionó sobre cómo la afectaron esos recuerdos y el incondicional apoyo que recibió por parte de su familia.
«El 16 de enero con mi familia solemos llamarlo ‘Día del Sobreviviente‘, porque fue el peor día de mi vida hasta ahora”, confesó en una entrevista con la revista Rolling Stone.
Se refiere al día en que el FBI la detuvo cuando iba a encontrarse para almorzar con Linda Tripp, su amiga íntima, en el Pentagon City Mall, y la sometió a un interrogatorio de 12 horas en el contiguo Hotel Ritz-Carlton.
Tripp la traicionó, y en grabaciones que fueron usadas en su contra, Monica le contaba que estaba enamorada del presidente, y que le había practicado sexo oral. Luego vendría el famoso vestido azul manchado con el semen de Clinton, y las acusaciones cruzadas.
Ahora que tiene 51 años, la misma edad que tenía el ex presidente al momento del romance, asegura que pudo transformar los recuerdos más sombríos, e incluso vive aquella fecha como un aniversario especial.
El vestido azul de Lewinsky fue una evidencia clave de la existencia de la relación íntima con Bill Clinton de la relacion entre bill clinton (Foto: AP Photo/OIC)Linda Tripp la traicionaría grabando sus confidencias y ese material sería usado políticamente contra el presidente demócrata, a quien sus opositores acusaron de “abuso de poder”.
A Clinton, finalmente el senado lo dejó en su cargo, pero a ella se le acabaron los ahorros, no consiguió trabajo por 10 años y terminó yéndose a Londres a estudiar Psicología Social. Más tarde se animó a contar su historia en un libro y volvió a la vida pública en 2015 como activista, luchando contra el bullying en internet, algo que experimentó en carne propia y que la dejó bastante malherida.
«Lo celebramos de verdad, a veces mi madre me compra un regalo, o yo misma me compro uno, y simplemente nos tomamos un momento para reconocerlo; es cuando más me conecto con mi pasado”, sostuvo.
«Creo que el regalo que el mundo me dio en estos últimos 10 años es finalmente poder avanzar y ser tomada en serio como ser humano», agregó.
Monica Lewinsky se mostró feliz en su cuenta de Instagram, por el lanzamiento de su podcast.Recién en 2015 volvió a la vida pública y se animó a contar su historia en un libro como activista, en plena lucha contra el bullying en internet, algo que experimentó en carne propia y que la dejó bastante malherida.
El rechazo laboral: «Nadie me contrató nunca más»
Lewinsky se había graduado en psicología del Lewis & Clark College y fue contratada para trabajar como pasante en la Casa Blanca en 1995 durante el primer mandato de Clinton.
Luego fue empleada de la Oficina de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca. En ese tiempo, cuando era una de las secretarias del Despacho Oval, comenzó a tener una relación cercana con el presidente. “Fue un abuso de poder típico de los libros de texto», sintetizó la presentadora del podcast en nuevas declaraciones.
Bill Clinton y su esposa Hillary están cerca de cumplir sus bodas de oro, tras 50 años casados (Foto: Agencia AP)«A medida que me hago mayor lo veo de otra manera. Ahora mis 51 años la idea de estar en una relación con una persona de 24 años me parece una locura en muchos sentidos”, sentenció.
Después de hacer un posgrado y alejarse de la mirada de los medios, intentó sin éxito buscar empleo. «Me presenté a 50 lugares diferentes, y se hizo evidente que no iba a conseguir un trabajo”, relató. Así fueron los siguientes años para Mónica, que no volvió a ser contratada por ninguna empresa durante diez años, se le terminaron los ahorros, y tuvo que buscar un camino propio.
«Tal vez debí incluir mi pasantía en la Casa Blanca en mi carta de presentación», bromeó. Y luego con tono más serio aclaró que el dolor del rechazo fue real y contundente. “Hice todas las cosas posibles para tratar de avanzar, y mi familia y yo estábamos desesperados sin saber qué más hacer; así que hoy celebro estar donde estoy», concluyó.
