En 2024, Argentina se vio sumida en una recesión histórica que afectó profundamente el consumo, impulsada por una inflación desmedida y recortes severos en los fondos asignados a las provincias. El feroz ajuste aplicado por el Gobierno nacional provocó una drástica reducción de recursos, generando incertidumbre y tensiones en todo el país, con una caída histórica del consumo y el deterioro del poder adquisitivo que marcaron un antes y un después en la economía.
Pese a ese contexto, Misiones logró que Moody’s Local Argentina decidiera estabilizar la perspectiva de las calificaciones crediticias de la tierra colorada, pasando de negativa a estable y manteniendo el mismo nivel el rating de emisor en BB+. La medida se justifica en el desempeño positivo registrado en 2024, que superó las expectativas iniciales a pesar de los recortes de la Casa Rosada y a un contexto global adverso.
La agencia de calificación destacó que, durante el último ejercicio, se logró contener varios componentes del gasto corriente por debajo de los niveles de inflación, y se observó una disminución en los gastos de capital medidos en términos reales. Estos factores, según Moody’s, contribuyeron a mitigar algunos de los efectos adversos de la volatilidad económica nacional, facilitando un entorno más predecible en el corto y mediano plazo.
El informe subraya que la provincia sigue enfrentando desafíos. No obstante, se resalta un aspecto positivo: el bajo nivel de endeudamiento y la escasa proporción de deuda en moneda extranjera, lo que reduce significativamente los riesgos ante posibles fluctuaciones cambiarias.

Moody’s remarcóa la importancia de la evolución de las variables macroeconómicas para el panorama fiscal futuro. Conforme se espera que la actividad económica recupere su dinamismo y se consolide un proceso de desaceleración inflacionaria, se anticipa que los ingresos de la provincia comenzarán a normalizarse, lo que a su vez podría limitar las presiones sobre el gasto.
La agencia señaló, asimismo, que un incremento sostenido en la proporción de recaudación propia podría abrir la puerta a una mejora en la calificación, mientras que un deterioro en los resultados fiscales o un aumento significativo en los niveles de endeudamiento representaría un riesgo para la estabilidad alcanzada.