Un estudio de la comunidad Cada Una revela que la mayoría de las mujeres líderes en América Latina aún enfrentan barreras para acceder a posiciones directivas. Además, el 72,7% identifica diferencias salariales con sus colegas hombres en los mismos cargos.
Brecha de género en el ámbito laboral
La encuesta «Mujeres y Trabajo en América Latina«, realizada por Cada Una, entrevistó a más de 200 profesionales de Argentina, México y Ecuador. Los resultados muestran un panorama desafiante para las mujeres en roles de liderazgo: aunque el 77% de las encuestadas se siente plenamente capacitada para sus funciones, muchas perciben obstáculos sistémicos que limitan su desarrollo.
Cada Una, reconocida como la comunidad de mujeres más grande de América Latina, se enfocó en mujeres de niveles socioeconómicos ABC1-C2, entre 30 y 55 años, que ocupan puestos clave en sus empresas: el 23% son CEO o directoras ejecutivas, el 20,5% gerentes y el 15,5% jefas de departamento.
La dualidad entre logros y barreras persistentes
A pesar de los avances, la encuesta refleja una realidad compleja. Si bien las mujeres en posiciones de liderazgo destacan su preparación y confianza, el 77% percibe una preferencia corporativa por contratar hombres en cargos directivos. Además, el 72,7% señala que existen diferencias salariales entre géneros, y el 65,9% expresa insatisfacción con la flexibilidad laboral ofrecida por sus empresas.
Otro dato preocupante es que el 61,5% de las encuestadas cree que la edad influye en las oportunidades laborales, mientras que el 51,6% ha enfrentado dificultades para acceder a ciertos roles, incluso cumpliendo con los requisitos. Además, el 31,1% siente que debe trabajar más horas o estar siempre disponible para demostrar su valía en comparación con sus colegas hombres.
El desafío de romper el círculo vicioso
Uno de los principales obstáculos identificados es la falta de tiempo para el desarrollo profesional: el 53% de las entrevistadas menciona que esta es la principal barrera para acceder a nuevas oportunidades. Esto genera un círculo vicioso donde la falta de tiempo limita el crecimiento, y la escasez de referentes femeninos en puestos de liderazgo perpetúa la desigualdad.
Para revertir esta situación, el informe sugiere cambiar la forma en que las mujeres abordan su networking y la gestión del tiempo. Destaca la importancia de transformar los espacios de socialización en oportunidades estratégicas para la exposición profesional y de priorizar el tiempo personal como un momento de crecimiento y aprendizaje.
¿Cómo avanzar hacia la igualdad?
El estudio de Cada Una ofrece una hoja de ruta para acelerar la paridad de género en el liderazgo. Según el Global Gender Gap Report 2023, tomará 53 años en América Latina alcanzar la igualdad en el ámbito laboral. Sin embargo, Natalia González Amato, fundadora de Cada Una, confía en que este cambio puede lograrse antes si se potencian la educación, la inspiración y las conexiones estratégicas.
«Creemos que las conexiones, la inspiración y la educación son claves en el desarrollo del liderazgo femenino. Por eso, estos son nuestros pilares al desarrollar contenido«, afirma González Amato.
Superar la desigualdad de género en el ámbito laboral requiere un esfuerzo conjunto. Mientras las empresas deben revisar sus políticas de equidad y flexibilidad, las mujeres deben impulsar una transformación en la forma en que manejan sus redes, su tiempo y su crecimiento profesional. La clave está en cambiar no solo las estructuras externas, sino también las barreras internas que perpetúan estas desigualdades.