Después de que se le escapen los tres puntos ante el Benfica, Boca tenía que ir por la hazaña. El Xeneize se enfrentó al Bayern Munich y tenía que conseguir al menos un punto para estar más tranquilo y soñar con los octavos de final del Mundial de Clubes. Sin embargo, de nuevo sufrió el final del partido, se quedó con las manos vacías y complicó su clasificación. Nuevamente, la gente fue la figura en las tribunas y Miguel Merentiel dentro de la cancha.
En los primeros 20 minutos del encuentro parecía que el conjunto alemán podía marcar una gran diferencia. Un gol anulado a Michael Olise y uno que sumó de Harry Kane, daban la pauta de a qué venía el equipo de Vincent Kompany, que podría haber estirado la ventaja. Contra todo pronóstico, Boca se fue acomodando en cancha y terminó la primera parte sin sufrir demasiado.
El inicio del complemento no fue diferente. Los bávaros manejaban la pelota y los tiempos del encuentro, pero los de Miguel Ángel Russo se afirmaron. Así, en una pérdida del francés Olise a los 66, Alan Velasco filtró una gran pelota para Merentiel, que gambeteó en velocidad a la defensa alemana y se inventó, mano a mano con Manuel Neuer, uno de los mejores goles de la competición.
Manos vacías y a golear
A partir de ahí, el trámite siguió su curso. Boca firme atrás y haciendo el partido largo y trabado para quedarse con el punto que lo dejaría con un pie en octavos. Sin embargo, otra vez con el reloj en los minutos finales, un error en defensa sin poder sacar la pelota del área, terminó con el 2-1 de Olise.
Ahora, el panorama para pensar en la clasificación quedó oscuro. El conjunto de La Ribera tendrá que golear al Auckland City en Nashville y esperar una derrota del Benfica ante el Bayern. Ambos partidos de la tercera fecha se jugarán en simultáneo el próximo martes a las 16.