“Seguirás eternamente en el corazón de todos los que te conocimos y trabajamos con vos”, concluyó la AFA en su despedida.
El fútbol argentino atraviesa un profundo dolor por la muerte de Omar “Papúa” Souto, histórico gerente de Selecciones Nacionales de la AFA, quien falleció este domingo a los 73 años. Su nombre quedó marcado en tres décadas de trabajo silencioso, afectuoso y decisivo para la formación de generaciones de futbolistas, incluidas las que conquistaron el Mundial de Qatar 2022.
La AFA confirmó la noticia a través de un comunicado oficial en el que anunció tres días de duelo institucional y un minuto de silencio en todos los partidos de la fecha.
“Todos los empleados de la Casa Madre despiden a ‘Papúa’ con un afecto y cariño inigualable… Gracias por llevar la bandera de la AFA hasta tus últimos días”, expresó la entidad en su mensaje de despedida.
Un hombre clave en la estructura de Ezeiza
Souto construyó una trayectoria tan extensa como respetada dentro de la casa del fútbol argentino. Se desempeñó como Gerente de Selecciones Nacionales, rol desde el cual trabajó junto a entrenadores, utileros, médicos, dirigentes y futbolistas de todas las categorías. Su presencia en el predio de Ezeiza era sinónimo de contención, orden y cercanía.
Ganó fama como “un segundo padre” para muchos juveniles que luego se transformaron en figuras, algo que se multiplicó con los años: desde las camadas de José Pékerman y Hugo Tocalli hasta los ciclos recientes encabezados por Lionel Scaloni.
El día que ayudó a asegurar a Lionel Messi
Entre sus momentos más trascendentes figura un capítulo clave en la historia moderna de la Selección: su intervención para asegurar que Lionel Messi eligiera jugar para Argentina.
En 2004, y por pedido de Tocalli, Souto fue el primer enviado de AFA en contactar a la familia del joven Messi, ante el interés de España por nacionalizarlo. Ese gesto administrativo y humano resultó decisivo para que el capitán argentino se mantuviera ligado al proyecto albiceleste desde su adolescencia.
Un legado que trasciende generaciones
Souto acompañó los procesos juveniles, las mayores, los mundiales, los tiempos buenos y los turbulentos. Su nombre estaba asociado a la estructura que sostuvo a la Selección durante décadas. Su trabajo fue tan silencioso como vital.
El fútbol argentino pierde a un trabajador incansable y a un referente queridísimo de Ezeiza. Su legado, forjado en afecto, compromiso y discreción, quedará grabado para siempre.



