Virginia Giuffre murió a los 41 años, tres semanas después de haber anunciado que le quedaban pocos días de vida a través de su cuenta de Instagram. La mujer que denunció a Jeffrey Epstein por abuso sexual y tráfico de menores, atravesaba un difícil momento personal, y su familia confirmó la triste noticia.
«Con el corazón profundamente roto, anunciamos la muerte de Virginia en su granja en Australia Occidental», expresa el comunicado que compartieron sus queridos.
«Virginia se suicidó tras haber sido víctima de abuso sexual y trata de personas durante toda su vida; fue una guerrera incansable en la lucha contra el abuso sexual y la trata de personas. Fue la luz que animó a tantos sobrevivientes, y al final, el costo del abuso fue tan alto que se volvió insoportable para Virginia«, revela el texto escrito por su familia.

La abogada de Giuffre, Sigrid McCawley, que fue su representante legal hasta sus últimos días, también le dedicó sentidas palabras: «Fue mucho más que una clienta para mí; fue una querida amiga; virginia era intrépida, y su valentía me impulsó a luchar con más ahínco».
«La fuerza radiante de Virginia era contagiosa y su sonrisa infundía esperanza a muchos. Nos animó a todos a ser mejores, y por eso debemos serlo. El mundo perdió una luz que brillaba con fuerza. Descansa en paz, mi dulce ángel», concluyó McCawley.
La «muerte anunciada» de Virginia Giuffre: el accidente que sufrió y su depresión
En su último posteo de Instagram -@virginiarobertsrising11-, que fue hecho el domingo 30 de marzo, Giuffre había compartido una foto desde un hospital de Australia, donde se la veía cubierta de moretones y con golpes en el rostro.
En el texto aseguraba que había sufrido un accidente automovilístico y estaba en grave estado. “Cuando un conductor de autobús escolar viene hacia ti conduciendo 110 kilómetros por hora, no importa de qué esté hecho tu auto, podría ser una lata y sería lo mismo», manifestó tres semanas atrás.

«Tengo insuficiencia renal. Me dieron cuatro días de vida, y me trasladaron a un hospital especializado en urología», informaba. En medio de versiones opuestas de aquel incidente, Giuffre comunicaba su propia despedida: «Estoy lista para irme, pero no hasta que vea a mis bebés por última vez».
Virginia atravesaba un divorcio luego de 22 años de matrimonio, y en medio de su internación había denunciado a su ex esposo por abuso, Robert Giuffre.
«Pude luchar contra Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein, quienes abusaron de mí y me traficaron. Pero no pude escapar de la violencia doméstica en mi matrimonio hasta hace poco. Tras la última agresión física de mi esposo, ya no puedo callar«, expresó en diálogo con la revista People en su última declaración pública.

Según un vocero, Giuffre (cuyo apellido de soltera es Roberts) fue agredida el 9 de enero de 2025 en Dunsborough, durante un viaje para celebrar el cumpleaños de uno de sus tres hijos. Hablando también en exclusiva con el medio, el hermano de Virginia, Sky Roberts, aseguró que sufrió golpizas durante años.
Giuffre era madre de tres hijos, y en posteos anteriores reclamaba verlos, y aseguraba que en medio de los conflictos legales y la turbulenta separación, su ex marido «les había llenado la cabeza de mentiras». «Pasé por los peores infiernos en mi vida, pero esto sin dudas es lo que más me duele, estar lejos de mis hijos», había escrito.

La denuncia de Virginia Giuffre contra Jeffrey Epstein y el príncipe Andrés
«La búsqueda de justicia no se detiene con Epstein: las élites que traficaron conmigo y con tantos otros están cayendo; el castillo de naipes comenzará a caer», era la descripción del perfil de Instagram de Giuffre. Esa había sido su misión desde que radicó la primera demanda ante la Justicia.
En 2015 Giuffre denunció a Epstein por abuso sexual y tráfico de menores. Emprendió acciones legales contra el multimillonario -que se suicidó en la cárcel en agosto de 2019 mientras esperaba su juicio– y aseguró que la habían obligado a mantener relaciones sexuales con hombres «ricos y poderosos» desde sus 16 años.

En el juicio había relatado que conoció a Ghislaine Maxwell, la mano derecha de Epstein, cuando trabajaba en el resort Mar-a-Lago de Donald Trump en Palm Beach, Florida. Maxwell actualmente actualmente una condena de 20 años tras ser declarada culpable de tráfico sexual infantil en 2021 por sus acciones junto a Epstein.
Ese mismo año Giuffre también presentó una demanda civil en contra del príncipe Andrés, hijo de la difunta reina Isabel de Inglaterra. «Mi abogado presentó una demanda contra el príncipe Andrés por abuso sexual bajo la Ley de Víctimas Infantiles», informó Giuffre en ese entonces, y aseguró que después de haber sido presentada por Epstein al duque de York, tuvo relaciones sexuales con él tres veces, entre 1999 y 2002, cuando ella era menor.

«Hago responsable al príncipe Andrés por lo que me hizo. Los poderosos y ricos no están exentos de rendir cuentas por sus actos. Espero que otras víctimas comprendan que es posible no vivir en silencio y con miedo, sino recuperar la propia vida alzando la voz y exigiendo justicia», sentenció Giuffre.
El hijo de la reina negó rotundamente aquellas afirmaciones, y se defendió en una entrevista con la BBC en 2019, donde desmintió haberla conocido y aseguró que el hecho nunca ocurrió. Sin embargo, cuando se publicó una foto suya con Virginia que data de aquellos tiempos, sus declaraciones tuvieron un impacto negativo y anunció que se retiraba de sus funciones públicas como miembro de la realeza británica.
En 2022 llegaron a un acuerdo extraoficial cuando el príncipe Andrés hizo una «donación importante» a la organización benéfica para víctimas de abusos sexuales que dirigía Giuffre, cuyo monto no se dio a conocer. Virginia había fundado Speak Out, Act, Reclaim (SOAR), una organización sin fines de lucro que brinda apoyo a sobrevivientes de agresión sexual.