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lunes, agosto 18, 2025

Música de América Latina abre el Verano Musical de la MDR en Chemnitz

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MDR-Musiksommer © 2025 by Der Mitteldeutsche Rundfunk

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Chemnitz, viernes, 8 de agosto de 2025. Gran Plaza del Teatro de Chemnitz. MDR-Musiksommer 2025 (Verano musical de la Radiodifusora de Alemania Central, MDR, Mitteldeutscher Rundfunk). Von Chemnitz in die Welt (De Chemnitz al mundo). Chemnitz, Capital Europea de la Cultura 2025. Eröffnungskonzert (Concierto inaugural). Obras de José Pablo Moncayo (1912-1958), Omar Massa (1981), Astor Piazzolla (1921-1992), Carlos Gardel (1890-1935), Jacob Gade (1879-1963), Ángel Villoldo (1861-1919), Alberto Ginastera (1916-1983), Mikis Theodorakis (1925-1921), Arturo Márquez (1950). Solistas: Omar Massa (bandeoneón), Theodora Baka (mezzosoprano). Presentadora: Yara Hoffmann. Orquestas: MDR-Sinfonieorchester (Andreas Hartmann, concertino), Robert-Schumann-Philharmonie Chemnitz. Director Marcus Merkel. 100% del aforo.

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Un deslumbrante concierto al aire libre de música, danzas y canciones latinoamericanas allende fronteras, con el bandoneón de Omar Massa y la mezzosoprano Theodora Baka, abrió este viernes el Verano Musical 2025 de la Radiodifusora de Alemania Central (MDR) en la gran Plaza del Teatro (y Ópera) de Chemnitz (Sajonia). El espectáculo fue transmitido por televisión y radio a todo el país.

Entre el millar de espectadores presentes, estaban en primera fila el ministro presidente del estado federado de Sajonia, el democristiano (CDU) Michael Kretschmer, y miembros de su gobierno regional.

Inmersa en un frenesí, Chemnitz es este año la Capital Europea de la Cultura con un vasto programa de exposiciones, recitales, teatro, danza y festivales diversos. Esta serie de recitales del Verano Musical 2025 de la MDR se extenderá durante las próximas cuatro semanas por los vecinos estados federados de Sajonia-Anhalt y Turingia, anuncia la presentadora del programa, Yara Hoffmann.

Mikis Theodorakis

Las orquestas MDR-Sinfonieorchester (Andreas Hartmann, primer concertino) y Robert-Schumann-Philharmonie Chemnitz, tocaron con equilibrio, difanidad y precisión obras de José Pablo MoncayoArturo MárquezAstor Piazzolla, Omar Massa, Alberto GinasteraCarlos Gardel y Ángel Villoldo, entre otras, bajo la diestra égida del joven director Marcus Merkel.

La singular velada evocó asimismo el centenario del nacimiento del gran compositor griego Mikis Theodorakis, y el del estreno del célebre »Jalousie ‘Tango Tzigane» (»Celos») de Jacob Gade, cuando este acompañó en el legendario Palads Teatret de Copenhague la cinta muda »Don Q, Son of Zorro» con Douglas Fairbanks (padre).

Huapango y Tango nuevo

El desenfrenado ritmo del Huapango para orquesta sinfónica de Moncayo, de vital inspiración veracruzana (»Siqui-Siri», »Balajú» y »El Gavilán»), fue el punto de partida del recital antes de que Omar Massa introdujera a la colmada platea en un periplo a su íntimo y nostálgico mundo reflexivo con  Buenos Aires Vocalise‘ en estilo Tango nuevo, para soprano, bandoneón y orquesta de su propia autoría, con la sensible y colorida interpretación de Theodora Baka.

El mítico bandoneón de Massa, un Alfred Arnold (AA), de 1937 (142 tonalidades), una figura exótica en el mundo de la música sinfónica clásica, fue construido muy cerca de Chemnitz, en la localidad de Carlsfeld, situada en los Montes Metálicos Superiores (cerca de la frontera con la República Checa), donde aún hoy se siguen fabricando estos y otros instrumentos musicales.

Tonalidad renana

El invento y diseño original (1845), al comienzo de 68 tonalidades, fue de Heinrich Band,  músico, pedagogo y propietario de una tienda de música de Krefeld (Baja Renania). De ahí que el sistema (con teclado/botonera a ambos lados de la caja) haya pasado a denominarse Rheinische Tonlage (Tonalidad renana).

Un modelo similar poseía (y adoraba) también el compositor Astor Piazzolla, quien revolucionó el tango entre las décadas de 1950 y 1960. Omar Massa toca de pie el bandoneón, como el maestro, con su pierna derecha apoyada sobre una banqueta, la mejor manera entregar a este iluminado fueye todo el vigor y la poética inspiración del solista ejecutante.

Yo soy María

De Piazzolla, la mezzosoprano Theodora Baka cantó con voz ágil, cautivante y llena de matices el aire de milonga »Yo soy María», uno de los temas principales de la operita María de Buenos Aires‘ con letra de Horacio Ferrer, estrenada en versión de concierto el 8 de mayo de 1968 en la legendaria sala Planeta de la capital porteña:

Yo soy María
De Buenos Aires
De Buenos Aires María, no ven quién soy yo?
María Tango, María del arrabal
María noche, María pasión fatal
María del amor de
Buenos Aires soy yo!
Yo soy María
De Buenos Aires
Si en este barrio la gente pregunta quién soy
Pronto muy bien lo sabrán
Las hembras que me envidiarán
Y cada macho a mis pies
Como un ratón
En mi trampa ha de caer (…)»

Gardel

Tan popular hogaño como antaño, el clásico Por una cabeza‘ de Carlos Gardel, con versos de Alfredo Le Pera, sigue su marcha triunfal desde que surgiera de la banda sonora del filme policíaco romántico Tango Bar (1935), dirigido por John Reinhardt.

Este, el último largometraje argumental de Gardel, fue estrenado el 5 de julio de aquel año en Nueva York, pocos días después de su trágica muerte en el nefasto accidente aéreo del 24 de junio en Medellín, Colombia.

Para ese entonces el tango, nacido en los burdeles y bajos fondos porteños, hacía tiempo que había conquistado París y era aceptado en sociedad. Incluso un aristócrata japonés, el barón Tsunayoshi Tsunami Megata, hijo de un diplomático y nieto de un samurai, lo había llevado desde la Ciudad Luz en 1929 a Tokio, donde abrió una academia de baile. El asombroso romance de Japón con el tango perdura con nuevas figuras y temas hasta nuestros días.

Hoy, el entrañable tango canción de Gardel y Le Pera, entonado por Theodora Baka con rico timbre y amplia proyección, es acompañado señorialmente por el bandoneón de Omar Massa y la gran Orquesta sinfónica dirigida con singular precisión por Marcus Merkel.

Por una cabeza de un noble potrillo
Que, justo en la raya, afloja al llegar
Y que, al regresar, parece decir
No olvidés, hermano, vos sabés, no hay que jugar
Por una cabeza, metejón de un día
De aquella coqueta y risueña mujer
Que, al jurar sonriendo, el amor que está mintiendo
Quema en una hoguera todo mi querer. (…)

Aconcagua

Omar Massa y el colectivo musical interpretaron solo dos movimientos (II. Moderato y III. Presto) del extraordinario concierto Aconcagua (1979) de Astor Piazzolla para bandoneón y orquesta, basado en ritmo de milonga, en la clásica secuencia rápido-lento-rápido.

El solista comienza el lírico Moderato con una exquisita intervención del bandoneón, a la que finalmente se une un arpa en elegante dúo. La instrumentación refuerza las texturas orquestales a la vez que clarifica el perfil rítmico. Marcus Merkel expandió esta sección central, pasando de una reflexión melancólica a un estallido palpitante. Las entradas orquestales tras los solos de Omar Massa fueron delicadamente suaves y fluidas.

La calle

Piazzolla agrega una sección llamada Final Melancólico, un tango suave y melódico que luego se desborda en una furia final de puro ritmo de las manos del solista Omar Massa y su impactante interpretación. Los elementos tangueros presentados -la melancólica alternancia de mayor y menor, la articulación extrema y divisoria, las expresivas líneas solistas y el reflexivo rubato- hacen del concierto una de las composiciones más atractivas de Piazzolla.

El director mantuvo un ritmo potente. Surgió un tempo de fondo lento y seductor, con los instrumentistas de cuerda arañando a la altura de los puentes con los arcos, antes de que una marcha rugiente cerrara la ejecución. Este movimiento tiene mucho en común con otra obra de Piazzolla, La muerte del ángel: las líneas iniciales del bajo, rítmicamente compensadas, los saltos del solista. Este final se basa en un tango callejero muy bailable, que Piazzolla utilizó por primera vez en la música de la película Con alma y vida (1970).

Los »eruditos»

 Más tarde, relataría el compositor, evocando los momentos en los que trabajaba sobre el concierto, que:

 No sabía cómo terminarlo. Y luego me dije: ‘Voy a darles un tango para poder mostrarles a los ‘eruditos’ (del tango clásico) que cuando quiero, puedo escribir como ellos, y si quiero, puedo hacerlo a mi manera’.

Aconcagua fue una obra encargada a Piazzolla en 1979 por el Banco de la Provincia de Buenos Aires. El nombre le fue dado por el editor  Aldo Pagani, quien decía en aquel entonces que:

Esta es la cima de la obra de Astor, así como el Aconcagua” es la cima más alta de América» (y del hemisferio occidental y meridional).

Con alma y vida

La composición, que sintetiza el dominio de la armonía, el contrapunto y otras técnicas compositivas con los diversos temas, atmósferas y ritmos del tango, que Piazzolla tocó y vivió toda su vida, fue estrenada el 15 de diciembre de aquel año en el Teatro Colón de Buenos Aires con él mismo como solista.

También esta tarde, la ejecución con gran entrega de Omar Massa, acompañado por las orquestas MDR-Sinfonieorchester y Robert Schumann-Philharmonie Chemnitz dirigidas por Marcus Merkel, fue frenéticamente aplaudida por los miles de espectadores presentes.

Celos

Antes de continuar con el refinado universo de Omar Massa y su »Bandoneon Concerto – Buenos Aires-Berlín», la velada del MDR-Musiksommer de Chemnitz subrayó el papel de Capital Europea de la Cultura de esta ciudad, evocando el centenario del estreno del icónico e instrumental Jalousie.Tango-Tzigane (Celos. Tango gitano) del violinista y director de orquesta Jacob Gade.

Este lo interpretó por primera vez el 14 de septiembre de 1925 con su orquesta sinfónica de 24 músicos para acompañar a la película muda estadounidense Don Q, Son of Zorro (1925), con Douglas Fairbanks (padre) en el cine Palast Teatret de Copenhague, Dinamarca, antes de ser catapultado a la fama internacional.

Intersección

El nostálgico tango se grabó con éxito por primera vez en 1935 bajo el sello Victor Talking Machine Company (el del »His Masters Voice») por la Boston Pops Orchestra dirigida por Arthur Fiedler y se hizo archiconocido mundialmente como banda sonora de varias películas memorables a partir de 1945 (verbigracia Muerte en el Nilo /1978 de John Guillermin con Peter Ustinov en el papel de Monsieur Hercule Poirot). Muchos intérpretes, entre ellos Astor Piazzolla, han hecho versiones propias de este tango.

Aquí, en el Verano Musical de Chemnitz, con un excelso trabajo de las cuerdas, así como mágicos toques de los vientos (metales, maderas) y la percusión, las orquestas dirigidas por Merkel lograron situarlo perfectamente y con intensa emotividad en la intersección entre la danza, el cine y la tradición popular europea.

Melancolía

Omar Massa entregó seguidamente dos movimientos (I. Prologue and Tango; III. Tango Scherzo) de su »Bandoneon Concerto Buenos Aires – Berlín», desplegando de inmediato una hipnótica y conmovedora atmósfera de alta expresividad. El público ingresó hechizado a este mundo sonoro único y de gran equilibrio entre el solista, su bandoneón AA, y el colectivo musical.

La melancolía del »fueye», alma del Tango Nuevo, con acentos inesperados, explosivos, agudos, pero familiares y reiterados, alterna de forma natural y sin extravagancias con la intensidad orquestal. Esta es auténtica »música de Buenos Aires», como decía el mismo Astor Piazzolla sobre la revolucionaria transformación que puso en marcha e influyó en los últimos 40 años del siglo XX y continúa marcando lo que va del XXI.

Guardia Vieja

Mas no habría tango sin la evolución conseguida desde aquella nostálgica Guardia Vieja que logró por primera vez en 1903 la entrada en sociedad del género. Ángel Villoldo fue el encargado de hacerlo con su orquestación del tango criollo El choclo (cuya melodía de 1898, forjada a ritmo de habanera, es atribuida al casi olvidado Casimiro Alcorta). La letra de Enrique Santos Discépolo, que canta con preciosa modulación y solidez la mezzosoprano Theodora Baka, dejó subyugada a la platea:

Con este tango que es burlón y compadrito
Se ató dos alas la ambición de mi suburbio
Con este tango nació el tango, y como un grito
Salió del sórdido barrial buscando el cielo
Conjuro extraño de un amor hecho cadencia
Que abrió caminos sin más ley que la esperanza
Mezcla de rabia, de dolor, de fe y ausencias
Llorando en la inocencia de su ritmo juguetón
Por tu milagro de notas agoreras
Nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas
Luna en los charcos, canyengue en las caderas
Y un ansia fiera en la manera de querer
 
Al evocarte, tango querido
Siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
Y oigo el rezongo de mi pasado
Hoy, que no tengo más a mi padre
Siento que llega en punta de pie para besarme
Cuando tu canto nace al son de un bandoneón
 
Carancanfu se hizo a la mar con tu bandera
Y en un pernó mezcló a París con puente alsina
Fuiste compadre del gavión y de la mina
Y hasta comadre del bacán y la pebeta
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
Se hicieron voces al nacer con tu destino
¡Mezcla de faldas, querosén, tajo y cuchillo
Que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.

Malambo

El recio saludo desde la pampa lo trajo en esta oportunidad Alberto Ginastera. De la célebre suite de concierto Estancia‘ una de sus obras más interpretadas, la Orquesta Sinfónica de la MDR y la Filarmónica Robert Schumann de Chemnitz bajo la batuta de Marcus Merkel tocaron la vertiginosa y febril Danza final – el imponente »Malambo».

Esta aguerrida danza de los gauchos argentinos, con todo un colectivo musical vibrante y enloquecido, es una de las contribuciones más reconocidas a la música clásica sudamericana en su conjunto.

Nada parece detener al »Malambo». El martilleo de los timbales simboliza el zapateado de los gauchos con sus botas contra el suelo. Estos colores y ritmos frenéticos son tan familiares para los músicos dirigidos por Merkel como el exquisito repertorio europeo que tocan habitualmente. De nuevo fueron efusicamente aplaudidos por la atestada platea.

Oblivión

La próxima pieza del concierto fue escrita por uno de los aventajados alumnos de Ginastera, Astor Piazzolla. Omar Massa interpretó esta tarde con extrema sensibilidad el lírico tango lento Oblivión (1982), utilizado en la película Enrique IV (1984) del realizador Marco Bellocchio, con Marcello Mastroiani y Claudia Cardinale.

Delicadamente acompañado por la orquesta, Massa introdujo con su bandoneón la melodía en do menor, evocando un clima sumamente melancólico. El tango, desarrollado a partir de una milonga lenta, ha evolucionado hasta convertirse en una pieza clásica de concierto y es una de las composiciones más conocidas de Piazzolla.

Libertango

Tras sufrir un infarto cardíaco en 1973, Piazzolla se trasladó a Milán, Italia, donde escribió un año después Libertango que representa la ruptura definitiva del composito con el tango clásico y su paso hacia el tango nuevo. La pieza se estructura en torno a una melodía sencilla y pegadiza interpretada impecablemente por el bandoneón de Omar Massa, que se alterna con una sección contrastante a cargo de las cuerdas.

El ritmo es sincopado y enérgico, y la armonía cromática y disonante. Libertango es uno de los títulos de este género más versionados de todos los tiempos. En 1990 el poeta uruguayo Horacio Ferrer le introdujo una oda a la libertad, que evoca sentimientos de su infancia cuando el derecho a la libre determinación sufría bajo los excesos de las dictaduras en la otra ribera del Río de la Plata. Los versos, interpretados por la mezzosoprano Theodora Baka, lo dicen todo sobre el valor de la libertad para el Hombre:

De niño la adoré, deseándola crecí,
mi libertad, mujer de tiempo y luz,
la quiero hasta el dolor y hasta la soledad.
Mi libertad es tango de par en par abierto
Mi libertad es tango que baila en diez mil puertos
mi libertad es tango, es danzón y romancero
mi libertad es música…

Mikis Theodorakis

Este canto, concluido entre ovaciones del público, anticipa ya el siguiente homenaje a un gran artista que amaba también la libertad por encima de todas las ideologías: Mikis Theodorakis, nacido hace 100 años, el 29 de julio de 1925 en la isla de Quíos.

Prohibido por más de una década entre 1970 y 1980 en la entonces República Democrática Alemana (donde estrenó, sin embargo, la mayoría de sus composiciones) por haberse opuesto a la invasión de Checoslovaquia por la Unión Soviética, Theodorakis continúa inspirando hasta hoy con la amplitud de su obra: escribió teatro sinfónico y musical, musicalizó poesía y compuso más de 1000 canciones, muchas de las cuales se convirtieron en melodías populares.

El »Sirtaki», tema principal de la película Zorba el griego, es considerado hoy el himno griego no oficial. Su oratorio Canto General inspirado en el poemario homónimo de Pablo Neruda sobre la lucha contra el colonialismo en Latinoamérica, también se hizo famoso. Especialmente hacia el final de su vida, Theodorakis fue considerado un héroe popular en Grecia.

Con honda emotividad, Theodora Baka, quien ama los cruces fronterizos entre la música clásica, el folclore y la canción, interpretó en Chemnitz »El Canto de los Compañeros» (en griego), segundo tema del ciclo Odiseo‘ una pieza muy conocida de Theodorakis, asociada con la resistencia y la persecución política en Grecia, especialmente durante la denominada dictadura de los coroneles.

Destacado combatiente de la resistencia, Theodorakis creó numerosas obras inspiradas en las luchas políticas y sociales de su época. El Canto de los Compañeros, con la maravillosa poesía de Kostas Kartelias, lo muestra en su capacidad para utilizar la música como medio de expresión y solidaridad.

Solos viajaremos hacia el peligro.
El mar abierto nos espera.
Nuestro destino es no encajar en ningún lugar.
que no hay tierra donde descansar
Por siempre este inquieto corazón nuestro
Él puso sus manos sobre nuestras cabezas.
Con nuestras almas revoloteando en las velas
Por un amor nos iremos
Ítaca para nosotros es el mar inexplorado
Los puertos estaban llenos de pretendientes.
El mundo siempre encuentra un nuevo rey.
y seguiremos siendo poetas solitarios» .

Arturo Márquez

Con más ovaciones de la platea, las orquestas interpretaron al cierre de este exquisito concierto el Danzón nº 2, para orquesta sinfónica, de Arturo Márquez, la segunda obra mexicana de este género más famosa, después del Huapango de Moncayo. Márquez la compuso en 1994 durante un viaje a Malinalco, donde se levanta un santuario mexica, acompañado por dos artistas amantes de los bailes de salón y del danzón. Para colaborar en la inspiración de la pieza ambos realizaron con el compositor viajes a Veracruz, donde este baile es muy tradicional, entre otros sitios.

Decía Arturo Márquez después de componerlo:

Trata de acercarse lo más posible a la danza, a sus melodías nostálgicas, a sus ritmos montunos, y aun cuando profana su intimidad, su forma y su lenguaje armónico, es una manera personal de expresar mi respeto y emotividad hacia la verdadera música popular.

Marcus Merkel dirigió esta tarde a la Orquesta Sinfónica de la MDR y la Filarmónica Robert Schumann de Chemnitz con el ritmo y tempo exactos originales indicados por Márquez en su partitura y una sensualidad que a más de un asistente le hizo menear las caderas en su asiento.

Redacción

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