Luego de 23 años de haber estado por última vez como parte del show oficial del Festival de Viña del Mar, la cantante chilena volvió a pisar el escenario de la Quinta Vergara en una noche en que su voz hizo llorar a un público que se rindió a sus pies, haciéndola merecedora de la icónica Gaviota de Platino, el reconocimiento más importante que el festival de la canción más importante de Latinoamérica puede entregar.
El animador Rafael Araneda, recordó que en la historia del certamen el galardón sólo había sido entregado al mexicano Luis Miguel, al Chileno Lucho Gatica, al grupo Los Jaivas y a Juan Gabriel.
Hernández se transforma así en la primera mujer en ser merecedora de este reconocimiento a su trayectoria y cercanía con el festival viñamarino. Vale destacar que la cantautora fue además por 5 años animadora oficial del certamen en la década de los 90 junto a Sergio Lagos.
Los dos hijos de la cantante subieron al escenario entre las lágrimas para abrazar a su madre tras recibir la Gaviota de Platino. Su hijo Jorge, quien es hoy responsable de su carrera, no pudo contener la emoción, mientras que su hija los observaba a ambos dándoles un abrazo que ponía fin a uno de los años más difíciles de la carrera de la artista.
La revancha tras el año más difícil de Myriam Hernández
“Nos volvemos a reír. Nos podemos volver a reír”, le decía una emocionada Karen Doggenweiler a Hernández sobre el escenario a segundos de entregarle la Gaviota de Platino, en directa alusión a los tristes y difíciles momentos vividos por la cantante en los últimos meses.
La cantante llegó hasta el escenario más importante de Chile precedida de una reciente y bullada separación matrimonial, plagada de rumores de infidelidades de su ex marido Jorge Saint-Jean con la presidenta de uno de los fans club más importantes de la cantante chilena.
El escándalo mediático que provocó esta separación vino acompañado además de serios problemas económicos en que su ex marido habría involucrado a la cantante -siendo el responsable de la administración y finanzas de su carrera- dejando a la animadora con deudas de las que no tenía conocimiento, agravando más su situación emocional y profesional.
La cantante se despidió de la quinta con su emblemática canción “Herida”, la más esperada por la Quinta, aprovechando de anunciar que en el mes de mayo hará un concierto masivo en el Estadio Nacional.
Con una calidad vocal intacta, la presentación de anoche de la artista tuvo momentos icónicos, como la interpretación del clásico Se me fue, acompañada del querido maestro pianista chileno Valentín Trujillo de 91 años.
El dúo de bailarines chilenos “Power Peralta”, en tanto, acompañaron los éxitos más movidos de la cantante en una coreografía tras la cual terminaron pidiendo el micrófono para decir que Hernández sin lugar a dudas es la verdadera reina de Chile.
