Los bebés intervenidos en agosto por un síndrome de transfusión feto-fetal severo nacieron en buen estado y continúan su recuperación en el hospital Heller. El caso marcó un hito en la medicina fetal del sistema público neuquino.
Los gemelos sometidos a una cirugía fetal de alta complejidad en el hospital Castro Rendón nacieron en octubre y se encuentran en buen estado de salud, confirmando el éxito de la intervención realizada cuando su madre cursaba la semana 24 de embarazo. Ambos bebés fueron trasladados recientemente al hospital Horacio Heller, donde continúan con su recuperación y seguimiento médico.
El caso se remonta a agosto pasado, cuando el Sistema de Salud neuquino realizó por primera vez una fetoscopía para tratar un síndrome de transfusión feto-fetal severo, una complicación grave que puede poner en riesgo la vida de ambos bebés en embarazos gemelares con placenta compartida.
Un hito en la medicina fetal pública
La intervención fue posible gracias a la coordinación integral del sistema de salud provincial, que actuó desde el diagnóstico inicial en el hospital de Plottier hasta la cirugía de alta complejidad en el Castro Rendón. En solo tres días se logró activar toda la red asistencial y concretar la operación.
El procedimiento, mínimamente invasivo, consistió en ingresar al útero con una cámara para coagular las conexiones vasculares que generaban un desequilibrio hemodinámico entre los fetos. Participó el especialista Savino Gil Pugliese, llegado desde Córdoba, junto al equipo local liderado por el doctor Luis Fernández Miranda.
El nacimiento saludable de los gemelos representa un logro del sistema público de salud neuquino y de la Red Argentina de Medicina Materno Fetal, que garantiza acceso gratuito a cirugías de alta complejidad para pacientes sin cobertura médica.
La madre, trabajadora de una chacra y con otros dos hijos, fue atendida en el hospital de Plottier, donde se detectó la complicación. Gracias a la rápida articulación de la red sanitaria, no tuvo que viajar fuera de la provincia, evitando el desarraigo familiar y los altos costos que implicaría una derivación a centros privados.
Este caso reafirma la capacidad técnica y humana del sistema de salud neuquino, que continúa consolidándose como referente nacional en atención materno-fetal pública y de calidad.





