“En una década me veo en la plenitud de la vida, preparando un discazo y con una familia”… Si bien adelanta que no le gusta hacer futurología sobre su vida, Natalie Pérez tiene en claro cómo quiere seguir sus próximos años. Luego de lanzar Mazel Tov, la película en la que acompaña con su protagónico a Adrián Suar, Fernán Mirás y Benja Rojas, se sincera sobre la maternidad y celebra la posibilidad que tiene de diversificar su tarea en roles diversos y dispares.
“Mas allá de las diferencias entre nosotros, hay cosas en las que coincidimos: participamos de muchas novelas, sabemos cómo es el ritmo de la exigencia de trabajar en el día a día, hicimos muchas novelas y nos sabemos desempeñar en el drama. Actuar y crear estos vínculos es hermoso. La experiencia fue increíble y cada compañero me dejó un aprendizaje”, afirma a Revista GENTE al hablar de los tres actores que forman parte d esta propuesta cinematográfica que ya batió récords desde su puesta en los cines.

El filme relata la historia de Darío Roitman (Suar), un hombre judío que vive desde hace años en Estados Unidos y mantiene una relación distante con su familia, integrada por otros tres hermanos. La boda de uno de ellos(Pérez) y el Bat Mitzvá de su sobrina son la excusa por la que se produce el reencuentro, aunque la muerte de su papá desata un giro en la relación.
“Mi personaje viene a romper el duelo. Ella, desde inicio es tzures (triste). Había algunas cosas de la pronunciación que tuve que practicar. Me entrene con Dalia Elnecavé me ayudo con cositas para armar el personaje. Y agregamos cosas de la ‘cole’, como el de siempre estar preocupada por que todos los integrantes de la familia coman”, cuenta.

-Igual la trama es sumamente universal.
-Es una familia judía que comparte algunas de sus festividades, y se viven en toda la historia. El casamiento judío a mi me fascina como así también la Noche del Perdón, en la que se juntan y a veces se piden el perdón… o no, tal como pasa en Mazel Tov.
-Ahí está la universalidad. Son conflictos que atraviesa cualquier familia.
-Tal cual. Lo que importa son los vínculos familiares, cómo se construye el amor y cómo una pelea. Pero, a pesar de todo, hay lazos irrompibles. Hay familias que no se hablan durante años, pero las vueltas de la vida hacen que te reencuentres y es como si no hubiera pasado nada.
-¿Cómo es la relación que tenés con tus hermanos en la vida real?
-Súper linda y amena. Por lo menos en estos cuarenta años nunca nos peleamos ni tuvimos diferencias muy grandes. Es algo que no me pasa. Siento que todos vamos a atravesar por situaciones como la de la película.

-¿Te pasa de mimetizarte con el personaje? ¿Cómo me explicas esto de que terminás con guiños de un determinado papel en la vida real?
-En mi caso siempre me quedo con algo. A veces te pasa algo peor y es que entendés al personaje después de terminar de grabar. Es como que con el tiempo se te empieza a meter en el cuerpo. Uno no quiere soltar porque se encariña con esos personajes. Si es difícil entender a las personas, imaginate cómo debe ser hacerlo con un personaje que no existe. En las películas del exterior tienen un tiempo de preparación de unos ocho meses antes de entrar al rodaje. Acá lo hacemos con menos antelación y quizás terminamos una cosa y arrancamos la otra.
Familia, maternidad y el sueño laboral por cumplir
«Tu papel tiene muchas cuestiones de la vida inconclusas, ¿cuáles son tus asignaturas pendientes?» Ante esta pregunta, ella -inmediatamente- responde que «muchas. Para eso está la vida, para ir cumpliéndolas de a poco”, acota a GENTE.
-¿Cuáles serían?
-Una puede ser comprar un campo y los aburro a todos con esta respuesta. Hace veintiocho años que quiero esto. De tanto decirlo capaz se da. Otra podría ser formar una familia, como algo personal, y hacer una película de acción o escribir un libro, como algo laboral.

-Me hablás de las ganas de formar familia y recuerdo los recurrentes rumores de embarazo que te tuvieron como protagonista...
-En mis últimos siete trabajos estuve embarazada y tuve dos pares de mellizos. En Mazel Tov, por ejemplo estuve embarazada, también en Pequeñas Victorias y en Casi feliz. Parí, amamanté, de todo. Ahora me divierten los rumores. Pero la segunda vez que me inventaron un embarazo fue feo porque mis allegados se ilusionaron. Recibí mensajes con alegría y tuve que decirles que no era verdad. Fue raro.
-¿Cómo ves la maternidad a un futuro?
-No me gusta adelantarme con las cosas que van a pasar porque no puedo hacer futurología. Trabajé con muchas mujeres que recién parieron y venían con los bebés a las grabaciones. No tengo idea de cómo va a ser mi experiencia. Dependerá de cuándo. Si es el año que viene, será de una forma más combinada y si surge dentro de cinco quizás sólo me dedique a la maternidad.

-¿La Natalie cantante le ganará a la actriz en algún momento?
-En ese sentido, no compito conmigo misma. En un montón de sentidos si compito, pero acá puedo llevar todo. Ahora estoy haciendo una obra de teatro, estrenando la película y al mismo tiempo componiendo canciones. Voy manejando mi agenda por mi deseo. Como me aburro rápido de las cosas, me sirve esto de hacer una película como embarazada y al mismo tiempo una obra en portaligas o armando las canciones para lanzar a fin de año. Tres cosas que nada tienen que ver entre sí. Lo voy llevando.
-¿Tenés un nombre de un cantante con el que te gustaría compartir una canción o escenario?
-Me encanta compartir esos momentos. Pero creo que se define cuando se arma la canción. Un gran sueño que tengo es cantar con Natalia Lafourcade. Admiro el camino que hizo y todo su trabajo; su impronta me sigue sorprendiendo: sin caer en lo que hacen todos, es la mejor. Andrés Calamaro, Paul McCartney y Shakira. Soñar es gratis, se puede imaginar… Nunca sabés adónde te puede llevar la próxima canción.

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Arte y retoque fotográfico: Darío Alvarellos y Julieta Scavino
Fotos: Martina Cretella
Video: Cande Petech
Agradecemos a Vanesa Bafaro