Su ensayo El fin del amor (2019) conectó hasta tal punto con los milenial que derivó en serie de televisión y ahora la escritora y filósofa Tamara Tenenbaum propone una relectura de Un cuarto propio de Virginia Wolf para encontrar respuestas a estos tiempos de incertidumbre.
Lo hace con el libro Un millón de cuartos propios, ganador en España el Premio Paidós 2025, para trabajos que reflexionen sobre «los grandes debates intelectuales de nuestro tiempo».
Tenenbaum (Buenos Aires, 1989) lamenta que el feminismo esté hoy «en retroceso», y aboga por «recuperar unos consensos básicos» porque «los discursos de odio están resurgiendo y hay que ofrecer alternativas», según explica.
«Debemos aceptar las críticas, quizás la socialdemocracia no nos dio todo lo que nos prometió, pero la alternativa no puede ser la derecha nacionalista, antiinmigrantes, antimujeres y homofóbicas», añade.

Auge de la derecha
Tenenbaum cree que una de las claves del auge de la derecha y la ultraderecha en el mundo es que «ofrecen una visión de futuro entusiasta», mientras que la izquierda vive aferrada a la nostalgia y a cierta resignación. «Han desaparecido las narrativas progresistas que piensan un futuro mejor», asegura.
El poder de la nostalgia y la tradición, la precariedad laboral, el amor o el resentimiento como respuesta política son cuestiones sobre las que reflexiona en Un millón de cuartos propios.
Esta obra surgió a partir de un encargo para traducir el ensayo original de la británica Virginia Wolf, basado a su vez en una serie de conferencias que ésta impartió en dos universidades femeninas de Cambridge (Reino Unido) en 1928.

Tenenbaum observó que a diferencia de otros textos feministas de esa misma época, la autora de Las olas hablaba de problemas que persisten en la actualidad. La idea central que defendía era que, para escribir, todo lo que una mujer necesitaba era una habitación donde poder hacerlo y unos ingresos fijos.
Wolf llega a cuestionar si para ella fue más importante ejercer el derecho al voto o cobrar una herencia de su tía. «Es un punto de vista muy interesante y muy contemporáneo», dice Tenenbaum, «tiene mucho que ver con lo que estamos preguntándonos hoy sobre la democracia liberal, es decir, ¿para qué sirve la democracia liberal si nadie tiene un peso?».
La idea de confort
Sobre la cuestión de la habitación propia, la escritora cree que en la actualidad, en la era de internet y las redes sociales, esa idea de «confort» necesario para escribir tiene más que ver «con el derecho al silencio«.
«La posibilidad de estar en silencio, concentrarse y no estar angustiado por pagar el alquiler ni por las miles de guerras que vemos todo el día en Internet; siempre ha habido muchas guerras, la diferencia –comenta– es que ahora estamos pendientes de todas y de un montón de cosas con las que no podemos hacer nada y eso es agotador«.

En el libro, la autora argentina combina referencias literarias y filosóficas con otras de la cultura pop, con un tono que evita el autoritarismo e invita a iluminar la incertidumbre, algo a contracorriente, asume, en una época en la que triunfa el tono asertivo.
«Si entras a Instagram o a Tik Tok, los ‘influencers’ hablan en términos de ‘esto es lo que tienes que hacer para ganar plata o esto debes hacer para estar sano’ (…) Yo prefiero subrayar lo provisorio, lo incierto y lo discutible«, apostilla.
Con información de EFE.