La empatía, la resiliencia, la asertividad, el autocontrol emocional, la escucha activa y la negociación son solo algunas de las habilidades sociales, cada vez más valoradas en todos los ámbitos.
Un artículo de la Universidad Europea, con sede en España, explica que “las habilidades sociales son el conjunto de comportamientos que despliega una persona en los contextos interpersonales para expresar sus sentimientos, opiniones o deseos respetando a los demás”.
A los niños les permiten interactuar con su entorno para aprender y comprender sobre resolución de conflictos, el desarrollo de la empatía o mejorar la autoestima. De esta manera, pueden hacer amigos con facilidad, tienen más éxito en la escuela y se adaptan mejor a la vida adulta.
Si bien la escuela puede influir en el desarrollo de estas habilidades, nadie mejor que los padres para ayudarlos en el intento. Para ello, basta con algunas acciones bastante simples y contundentes.

Nenes con mejores habilidades sociales: 7 cosas que hacen sus padres
Un artículo de Trendencias explica qué acciones realizan los padres para motivar a sus hijos para que tengan mejores habilidades.
1) Ayudarlos a identificar y procesar sus emociones
No es algo sencillo identificar emociones, pero enseñar a los niños a hacerlo es imprescindible para su educación emocional. El trabajo comienza con los padres que deben nombrar sin miedo diferentes emociones delante de los niños, para que aprendan a reconocerlas y, sobre todo, a comunicar y normalizarlas.

2) Tener conversaciones honestas, incluso sobre temas complicados
La honestidad en las conversaciones con un niño siempre debe adaptarse a su desarrollo. Sin embargo, evitar temas como la muerte o una enfermedad no es tan protector como parece. Los padres que son capaces de abordar conversaciones difíciles con honestidad utilizan un lenguaje sencillo y claro e invitan a hacer preguntas, para enseñarles a los niños que está bien hablar sobre temas incómodos y buscar apoyo.
3) Fomentar la empatía
Al mantener una discusión delante de un niño, le enseñamos cómo gestionar un conflicto. Si nos ven calmados, si observan que hablamos desde el respeto aun teniendo opiniones muy diferentes, ellos aprenderán a discutir de manera constructiva. Para fomentar la empatía hay que realizarles algunas preguntas como ¿Cómo crees que se siente tu amigo con lo que acaba de pasar? o ¿Qué crees que les ayudaría a sentirse mejor?

4) Poner límites
Aunque la crianza sea amable, eso no significa que haya que ceder a todas las demandas. Poner límites es indispensable para desarrollar un sentido de seguridad y comprender qué comportamientos son aceptables. Estos límites deben ser claros y consistentes. Es importante comunicarlos de manera firme pero amorosa siempre explicando las razones. Así aprenderán que existen normas y a poner límites cuando sean adultos.
5) Fomentar la resolución de problemas
Algunos padres tratan de resolver los problemas de sus hijos y otros les dan “herramientas” para que puedan enfrentar sus propios desafíos. La segunda opción permite el desarrollo de la resiliencia. Por ejemplo, al preguntar ¿Qué crees que podríamos intentar para mejorar esto?

6) Jugar con ellos
El juego es una forma natural para el desarrollo de las emociones. Para los más pequeños, es la manera de desarrollar habilidades como la resolución de problemas, superar desafíos y construir relaciones. Por eso, es muy importante participar de juegos con los niños.
7) Prepararlos para el futuro
La anticipación da la oportunidad de preparar a los niños para el futuro, haciendo que se sientan más seguros. Los padres pueden hablar sobre qué esperar antes de un nuevo evento, como puede ser la visita al médico y hacerlo explicándole qué va a pasar. También podemos practicar con ellos cómo defender sus necesidades, representando situaciones complicadas y enseñándoles cómo establecer límites en situaciones sociales.