El catálogo de Netflix guarda algunas producciones que, con pocos episodios, logran contar grandes historias. Ese es el caso de Un juego de caballeros (The English Game), una miniserie británica de seis capítulos estrenada en 2020 que reconstruye el nacimiento del fútbol moderno a través de personajes históricos que dejaron huella en el deporte más popular del planeta.
El creador detrás de la historia es Julian Fellowes, responsable de Downton Abbey, quien aportó su talento para narrar el choque de clases en la Inglaterra del siglo XIX. La trama se centra en dos figuras opuestas pero complementarias: Fergus Suter (Kevin Guthrie), un albañil escocés que revolucionó el juego al convertirse en el primer futbolista profesional, y Arthur Kinnaird (Edward Holcroft), aristócrata apodado el “primer lord del fútbol” y dirigente clave de la Football Association.
La serie recrea el enfrentamiento entre las raíces humildes del deporte y el dominio de la élite, al mismo tiempo que retrata el nacimiento del profesionalismo. Con un trasfondo de rivalidad deportiva, también se abordan historias de amistad, romance y sacrificio. En el caso de Fergus, la ficción muestra cómo debió mantener a su familia tras huir de la violencia de su padre, mientras buscaba un futuro en el fútbol.

Históricamente, Suter fue considerado el primer jugador profesional de Inglaterra y llegó a disputar la final de la FA Cup en 1882 con Blackburn Rovers, aunque no logró la victoria. En la ficción, en cambio, se lo muestra como protagonista del triunfo del Blackburn Olympics frente a los Old Etonians, club donde brillaba Kinnaird. Esta licencia narrativa refuerza el dramatismo de una historia que no deja de inspirarse en hechos reales.
Por su parte, Arthur Kinnaird fue una de las primeras grandes estrellas del fútbol británico, con cinco títulos de FA Cup y un rol protagónico en la Asociación Inglesa de Fútbol, de la que fue presidente durante más de tres décadas. También estuvo vinculado al nacimiento de la FIFA y al proyecto del estadio de Wembley, que se inauguró poco después de su muerte en 1923.

Más allá de las rivalidades, la serie muestra cómo la pasión por el deporte y la lucha de clases moldearon el camino hacia lo que hoy conocemos como fútbol moderno. Con solo seis capítulos de 45 minutos, Un juego de caballeros combina precisión histórica, emoción y una estética cuidada que transporta al espectador a la Inglaterra victoriana.
Disponible en Netflix, es una opción ideal para quienes disfrutan de las historias basadas en hechos reales y quieren descubrir cómo un simple juego se transformó en el fenómeno global que une a millones de personas en todo el mundo.