Las regalías y la coparticipación federal sufrieron fuertes bajas en mayo. A pesar del impacto negativo en las finanzas, el ordenamiento fiscal implementado desde el año pasado le permitió al gobierno provincial sostener compromisos clave como sueldos, funcionamiento y obra pública.
La baja de ingresos por regalías hidrocarburíferas y coparticipación federal encendió las alertas en el Ministerio de Economía de Neuquén. Sin embargo, la provincia logró sostener sus obligaciones financieras gracias al superávit fiscal de 2024, producto de un plan de ordenamiento del Estado que priorizó sectores clave como Educación, Salud, Seguridad e Infraestructura.
De acuerdo con un informe de la Subsecretaría de Ingresos Públicos, en mayo las regalías petroleras cayeron un 13,7% interanual en términos reales, pese al crecimiento en la producción. La merma fue atribuida principalmente al atraso cambiario y la baja del precio internacional del crudo, que se ubicó en promedio en 69 dólares por barril. Para junio, el valor podría seguir descendiendo.
La secretaria de Hacienda y Finanzas, Carola Pogliano, explicó que “no estamos viendo una tendencia al alza en el precio del barril, y eso complica las proyecciones”. También remarcó que la inflación acumulada y la devaluación avanzan al mismo ritmo en lo que va del año, en torno al 14%, lo que neutraliza cualquier ventaja por tipo de cambio para las exportaciones de hidrocarburos.
Fuerte caída en la coparticipación
A la baja en regalías se suma un descenso del 24,9% en términos reales en la coparticipación federal, lo que agrava el panorama financiero. En mayo, Neuquén recibió $68 mil millones por ese concepto y otros $22 mil millones por regímenes especiales. Pogliano detalló que la mayor caída se produjo en el Impuesto a las Ganancias, con un derrumbe del 40%, y aclaró que solo el IVA mostró una leve suba real.
“Esperábamos una mejora importante en mayo, cuando las empresas liquidan Ganancias, pero fue mucho más bajo de lo proyectado”, afirmó.
Recaudación local y previsiones
La buena noticia llegó desde la recaudación de impuestos provinciales, que mostró un crecimiento. En ese rubro, el Impuesto sobre los Ingresos Brutos aportó $122.210 millones, equivalente al 92% del total. Le siguieron los impuestos a los Sellos (7%) y al Inmobiliario (1%).
A pesar de las dificultades, el Gobierno pudo sostener gastos corrientes, el pago de sueldos y el ritmo de obras. “El ordenamiento del Estado fue clave para enfrentar esta situación. De lo contrario, hoy no estaríamos en condiciones de cumplir”, remarcó Pogliano.
Sin embargo, las previsiones para lo que resta del año son cautas. Si la tendencia negativa en ingresos se mantiene, el desvío presupuestario podría alcanzar los 600 mil millones de pesos, lo que equivale a más de dos masas salariales completas.
“Estamos en alerta, porque desde marzo el desvío viene creciendo mes a mes. Si el tipo de cambio sigue planchado, el impacto puede ser mayor”, concluyó la funcionaria.