El turismo arqueológico crece en Argentina y muchos viajeros buscan ir más allá de los circuitos tradicionales. Aunque destinos como Jujuy y Misiones suelen captar la atención por su riqueza cultural, existe una ciudad que guarda un secreto: las ruinas de Shincal de Quimivil, ubicado en la provincia de Catamarca.
El Shincal de Quimivil se encuentra a solo 5 kilómetros de la plaza central de Londres, una localidad que conserva su esencia colonial y es reconocida como la segunda ciudad más antigua del país. En este sitio arqueológico, se conserva la estructura de una antigua ciudad incaica que funcionó como centro administrativo y ceremonial del Imperio Inca en el extremo sur del Tahuantinsuyo.
Un pedazo del Tahuantinsuyo en el norte argentino
La ciudad, activa entre 1380 y 1600 d.C., abarca 23 hectáreas y alberga más de cien construcciones en piedra y barro. Entre ellas se destacan las plazas, viviendas, escalinatas ceremoniales y el ushnu, una plataforma ritual desde donde los líderes celebraban actos religiosos y políticos.
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Shincal de Quimivil estuvo activa entre 1380 y 1600 d.C. y abarca 23 hectáreas con más de cien construcciones.
Gracias a un proceso de restauración reciente, el sitio ofrece condiciones óptimas para recibir visitantes. El recorrido se realiza exclusivamente con guía, lo que garantiza una experiencia enriquecedora y profunda. Las instalaciones incluyen un centro de interpretación, sanitarios accesibles, senderos señalizados, áreas de descanso y una caseta de recepción donde comienza cada visita.
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Caminar entre las ruinas permite conectar con la historia precolombina, imaginar la vida diaria de sus habitantes y entender el impacto de la presencia incaica en el actual territorio argentino.
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El Shincal de Quimivil, a pocos kilómetros de Londres, sorprende con su legado incaico.
Más que ruinas: historia y cultura en Londres, Catamarca
A pocos minutos del sitio arqueológico, Londres ofrece otras propuestas culturales que complementan la visita. Una de ellas es el Museo Folclórico de Londres, ubicado sobre la emblemática Ruta Nacional 40. Esta casona del siglo XIX alberga piezas únicas del folclore local, y funciona como posta inicial de la Ruta del Telar, que celebra el arte textil de Catamarca.
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Otro punto imperdible es la Iglesia de San Juan Bautista, frente a la plaza principal, con su fachada neoclásica del siglo XIX y su importancia como sede del Santo Patrono de la ciudad. También se destaca la Iglesia Inmaculada Concepción, la más antigua de Londres, ubicada en la plaza Hipólito Irigoyen, que preserva una fuerte conexión con la identidad del pueblo.