
La arquitectura en América Latina se destaca por su rica historia y diseños impresionantes. Los rascacielos no son la excepción, atrayendo la atención de millones de personas en todo el mundo. Aunque cada país cuenta con edificaciones notables, uno de ellos ha logrado posicionarse como el hogar del edificio más alto de la región.
México se ha consolidado como el líder en altura en Latinoamérica, destacando con una torre que marca la pauta en la región. Según el ranking de edificios más altos de América Latina publicado por el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), la icónica Torre Obispado se coronó como el edificio más alto, alcanzando más de 300 metros de altura.

Ubicada en Monterrey, la Torre Obispado es el actual coloso de la arquitectura latinoamericana, con una altura de 305 metros. Este rascacielos, que combina espacios residenciales y corporativos, no solo destaca por su imponente altura, sino también por su diseño futurista y su ubicación estratégica en el corazón de una de las ciudades más dinámicas de México.
El edificio cuenta con 63 niveles, que albergan oficinas, el hotel Hilton Garden Inn, un centro de negocios y diversas instalaciones de primer nivel. Con su diseño innovador y tecnología sustentable, ha logrado posicionarse como un símbolo de la modernidad y el lujo en Monterrey, consolidándose como un referente arquitectónico de América Latina.
Además, su presencia no solo lo posiciona a la cabeza de América Latina, sino también como uno de los más destacados del continente, donde ocupada el puesto 26, lo que marca todo un hito arquitectónico en la región y en México.

Sin embargo, el liderazgo de la Torre Obispado en términos de altura está en peligro. Para finales del 2026, México dará un paso más en su ascenso arquitectónico con la construcción de la Torre Rise, un proyecto que romperá el récord de Monterrey.
El nuevo rascacielos tendrá una altura de 465 metros superando ampliamente al actual líder, y se convertirá en el edificio más alto de América Latina. Este imponente edificio, que incluirá departamentos, espacios de oficinas y un hotel, promete ser otro ejemplo de la vanguardia en arquitectura, combinando un diseño futurista con la última tecnología sustentable.

Aunque México ocupa el primer lugar en la lista, otros países de la región no se quedan atrás y le siguen de cerca. Según el ranking del Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), estos son los rascacielos más altos de América Latina:
- Torre Obispado (305 metros) – México
- Costanera Center (300 metros) – Chile
- One Tower (290 metros) – Brasil
- JW Marriott Panamá (284 metros) – Panamá
- Yachthouse Residence Club (281 metros) – Brasil
- Torre KOI (279 metros) – México
- Torre Vitri (275 metros) – Panamá
- Torre Mítikah (267,3 metros) – México
- Bicsa Financial Center (267 metros) – Panamá
- The Point (266 metros) – Ecuador
Cabe mencionar que con la llegada de la Torre Rise, México no solo consolidará su dominio en la región, sino que también consolidará su lugar como un referente en términos de innovación arquitectónica en América Latina.

En la actualidad, el edificio más alto de Perú es la Torre Banco de la Nación, con una altura de 140 metros y 30 pisos. Ubicada en el distrito de San Borja, en Lima, esta torre se ha convertido en un ícono arquitectónico del país. Diseñada por el reconocido arquitecto peruano Bernardo Fort-Brescia, la torre destaca no solo por su imponente altura, sino también por su moderno diseño y funcionalidad. Entre sus características más notables se encuentran un helipuerto y tecnología antisísmica, lo que garantiza su seguridad en una región propensa a terremotos.
No obstante, se anunció la construcción de un nuevo rascacielos que pretende convertirse en el más alto de Perú. El proyecto, a cargo del Grupo Abril, se levantará en un terreno de 4.700 metros cuadrados en la Vía Expresa, en el distrito de La Victoria. La torre alcanzará los 150 metros de altura y contará con 45 niveles, donde se distribuirán 1.750 departamentos.

Aunque la construcción de esta nueva torre marca un avance en la arquitectura moderna de Perú, su altura de 150 metros aún la coloca lejos de la Torre Obispado en México, que con 305 metros la duplica. Además, sigue estando por debajo de The Point en Ecuador, que alcanza los 266 metros y ocupa el décimo lugar en el ranking de América Latina.