Nina Dobrev, protagonista de The Vampire Diaries, reveló recientemente la verdadera razón detrás de su salida de la exitosa serie que marcó a toda una generación de jóvenes aficionados al género sobrenatural.
The Vampire Diaries se convirtió en uno de los fenómenos televisivos más populares de la última década. Estrenada en 2009 y basada en la saga de libros de L.J. Smith, la serie atrapó a millones de seguidores con sus historias de amor, misterio y sobrenatural.
A lo largo de sus ocho temporadas, la serie presentó un elenco sólido y carismático, con personajes que se ganaron el corazón de los fans.
Dobrev se destacó interpretando a Elena Gilbert y su doble, Katherine Pierce, llevando el peso de múltiples tramas centrales y convirtiéndose en uno de los rostros más reconocibles del show.
Sin embargo, la actriz confesó un aspecto de su experiencia en la serie que, aunque algunos podrían considerar predecible, hasta ahora permanecía oculto para el público: durante toda la producción nunca recibió un pago igual al de sus colegas masculinos.

Más trabajo, misma serie, menos paga
El paso de Dobrev por The Vampire Diaries la catapultó a la fama internacional, pero detrás de las cámaras había dinámicas y decisiones que los seguidores nunca imaginaron.
La actriz compartía set con figuras como Ian Somerhalder y Paul Wesley, quienes también eran protagonistas del fenómeno televisivo, pero solo ella se encontraba entre los actores regulares peor remunerados durante las dos primeras temporadas.
Una de las claves de la polémica es que Nina hacía mucho más que solo su rol principal: debía memorizar muchas más líneas, estar en escena más tiempo y manejar escenas de doble personaje, lo cual aumentaba considerablemente su tiempo de rodaje.

Sin embargo, aún después de negociar un aumento, nunca alcanzó la paridad con sus compañeros, lo que revela detalles del funcionamiento interno de la serie y decisiones que impactaron en su trayectoria.
Principios y una salida con impacto
Según People, Dobrev afirmó que su reclamo no se trataba simplemente de dinero, sino de reconocimiento y justicia. Para ella, era importante hacer valer su trabajo y lograr paridad, algo que consideró esencial antes de aceptar volver para el episodio final de la serie.
Además, reveló que la producción llegó a instruir a los guionistas que dejaran de incluir al personaje Katherine en ciertos episodios, alegando que esto encarecía la serie porque significaba pagarle por dos personajes.

Incluso la creadora y showrunner de The Vampire Diaries, Julie Plec, intervino en las negociaciones para asegurar que tuviera la compensación deseada para regresar al cierre de la historia.
Pero en 2015, cuando se acercó la temporada 6, Dobrev decidió no renovar su contrato tras sentir que no estaba siendo valorada ni compensada justamente.
Un reflejo de brechas persistentes en la industria
“No me importaba el dinero en lo absoluto”, explicó Dobrev, pero para poder regresar a la serie era imprescindible que alcanzara la paridad con los chicos; y recalcó que no se trataba de dinero, sino de defender el principio de igualdad.
El testimonio de Dobrev no solo pone en evidencia lo sucedido en esa popular serie, sino que resuena con otras situaciones similares en series y películas donde mujeres con roles protagónicos o cargas altas de trabajo reciben menos reconocimiento económico que sus pares masculinos.

A pesar de todo, Nina se mostró agradecida de regresar y participar del cierre de la serie, comentando que quería que la historia se contara de la mejor manera posible y que fue doloroso que la producción se viera afectada, pero le alegró formar parte del adiós.
Pero para los fans, estas historias recuerdan que incluso en producciones exitosas, mucho de lo que se ve en la pantalla es solo la punta del iceberg.