El brutal asesinato de Brenda Torres, de 21 años, mantiene en vilo a Córdoba. La joven fue descuartizada y hasta el momento solo se encontraron sus brazos, manos y piernas, halladas entre el viernes y el lunes en bolsas de basura en la zona norte de la ciudad. Aún faltan el torso y la cabeza, lo que impide a su familia darle un último adiós.
Su madre, Graciela Paredes, expresó un desgarrador pedido mientras atraviesa el calvario de no poder despedir a su hija de forma completa. “No me la estén dando en pedazos o cuotas, necesito velar a mi hija”, dijo con la voz quebrada en diálogo con Arriba Córdoba.
La mujer también pidió justicia y colaboración de quienes puedan aportar datos: “Para mi hija quiero justicia y los que no han hecho pero saben de algo necesito que me ayuden y no tengan miedo”.

Paredes relató que hacía más de un mes que no veía a Brenda y negó que su hija vendiera drogas, como se especuló en un principio: “No tenía ni para un chicle. Era buena, no era una chica mala para que le hagan esto. El tipo o la tipa que lo hizo es un loco”.
Además, la mujer señaló que en varias ocasiones buscó ayuda para su hija sin obtener respuestas: “Era enferma de la droga, he ido a pedir ayuda y jamás me ayudaron y hoy llegamos a esto”.
La familia está devastada y siente que la investigación avanza con lentitud. Su hermana Betiana expresó su indignación: “Ella estaba en la calle por decisión propia. Cuando venía a casa, la recibíamos. Pedimos que el que hizo esto la pague”.
Graciela también reclamó mayor comunicación de las autoridades: “No tenemos respuestas. Nos enteramos por los medios, la Policía no nos viene a decir nada”.

Mientras tanto, el fiscal Horacio Vázquez sigue al frente de la causa y concentra su atención en el entorno de la víctima, ya que Brenda vivía en situación de calle y enfrentaba problemas de consumo que la habían vuelto más vulnerable.
Su padre, Roque Torres, recordó con dolor: “Ella estaba perdida por la droga. Había cambiado mucho en el último tiempo. Me robó el celular. Debe hacer 20 días más o menos que la vi por última vez. Nos encontramos en la calle y la saludé. Ella se había ido de la casa luego de robarme».
La investigación avanza con pericias sobre las filmaciones de seguridad y rastrillajes en la zona donde aparecieron los restos de la joven. La familia de Brenda, en tanto, sumida en la angustia, solo tiene un objetivo inmediato: poder despedirla de una sola vez y que la Justicia encuentre a los responsables.