Decisión nacional genera incertidumbre en el sector frigorífico y productivo. Baraldi cuestiona la falta de consulta y advierte sobre barreras internas.
En medio de un debate por la reciente habilitación de la exportación de ganado en pie para consumo, el Gobierno de La Pampa expresó su preocupación por los posibles impactos en la industria local y la falta de diálogo con las provincias. Ricardo Baraldi, subsecretario de Asuntos Agrarios de la provincia, analizó en INFOPICO RADIO 99.9 los riesgos de un decreto que, según señaló, “cambia totalmente la óptica” del mercado cárnico argentino.
Una medida “sin consulta” y con interrogantes
El decreto 322/73, que desde 1973 permitía la exportación de ganado solo con fines genéticos, fue modificado por el Gobierno nacional para habilitar la venta de animales en pie destinados a faena. Baraldi criticó la falta de diálogo: “Son medidas que se toman de un día para el otro, sin consultar a las provincias. Nos enteramos por los medios”.
El funcionario enfatizó que la decisión afecta directamente a la cadena de valor que La Pampa ha impulsado durante más de una década: “Trabajamos desde el corral hasta la góndola. El sector frigorífico genera más de 3.000 puestos indirectos de trabajo, y esto podría debilitarlo”.
Frigoríficos en alerta y productores divididos
Baraldi confirmó que los frigoríficos locales ven la medida con preocupación, aunque no anticipan un “impacto rápido”. “Ellos entienden que no será fácil concretar las primeras exportaciones. Todo dependerá de la rentabilidad”, explicó. Sin embargo, advirtió que la incertidumbre persiste: “¿Cuántos animales dejarán de llegar a los frigoríficos? Nadie lo sabe”.
Entre los productores, las posturas son encontradas. Mientras algunos celebran una “ventanita más para vender”, otros cuestionan la viabilidad. “No será tan fácil: ¿quién aguantará 40 días de transporte marítimo? ¿Qué certificadoras participarán?”, planteó Baraldi, señalando la falta de claridad en las reglas.
Barreras internas vs. apertura global
Uno de los puntos más críticos fue la contradicción entre las restricciones sanitarias internas y la apertura a mercados externos. “A La Pampa no la dejan vender en la Patagonia por barreras sanitarias, pero ahora exportaríamos a Europa u Oriente. Esto demuestra que el Gobierno nacional no tiene un proyecto industrial coherente”, afirmó.
Destinos y próximos pasos
Según Baraldi, los compradores potenciales serían países que requieren rituales halal, como Israel y Turquía. No obstante, destacó que solo 93 naciones permiten este tipo de exportaciones, con volúmenes limitados.
Sobre el futuro, el subsecretario fue contundente: “El decreto ya está vigente. Alguien debe tener todo preparado: barcos, logística. Habrá que ver si realmente impacta”. Mientras tanto, La Pampa seguirá monitoreando cómo una medida diseñada para “abrir mercados” podría terminar sacrificando una industria clave en su economía.