Desde el escandaloso encuentro con Mauro Icardi en el Chateau, Wanda Nara mantuvo un perfil bastante bajo: no dio notas en los medios y también se limitó a hablar de la batalla legal que lleva adelante en contra de su expareja.
Este viernes, Elba Marcovecchio habló sobre lo ocurrido y apuntó: «Por supuesto que es una trampa. Esto se organizó», comenzó diciendo contundente en el programa de Viviana Canosa. Y cuestionó que a su juicio, se dieran situaciones para entorpecer la revinculación de las nenas con su papá, como el hecho de que las menores no llevaban sus mochilas o que no avisara que estaban con sus mascotas en el colegio (lugar donde se dio el encuentro).
La respuesta de Wanda Nara no tardó en llegar. La mediática se pronunció en su perfil de X (antes Twitter) y sentenció: «Lo dejo acá para los que en vez de defender trabajan de hablar en los medios». Y aclaró: «Las mochilas y ropa desde la última vez que estuvieron con el papá nunca volvieron. Hice muchos reclamos judiciales durante el verano. Acá la prueba».

Más adelante, la empresaria agregó: «En enero compré todo nuevo, pretendían que vuelva a entregar ropa y mochilas para que no me regresen? Excusas de quien decidió venir a mi casa a devolver los perritos, que tengo en un departamento todo el año pero en mi casa de los sueños no entraban», reprochó.
La seguidilla de posteos de Wanda Nara furiosa
En otro posteo, sumó capturas de pantalla y escribió: «Jueves que ya tenían que estar con “papá” lo llamaban y no atendía tenía la agenda ocupada, pero como soy muy mala madre la busqué al colegio porque estaba mal y llamé a un médico a casa. Al día siguiente por respeto a sus compañeros obviamente no mandé a una nena enferma al colegio. Pero a pedido del juez la llevó mi mamá sintiéndose mal a encontrarse con su papá que no tuvo mejor idea que hacerla sentir peor».

Nara dio a conocer que Icardi no estaría cumpliendo con la cuota alimentaria: «Por mis hijas doy mi vida y nunca voy a tener la agenda ocupada. Porque son mi prioridad y porque hace 8 meses mantengo sola y parece que así seguiré por qué la justicia prioriza que el papá gaste en gatos y no en sus perritos e hijas. Que use el dinero que me debe en arreglar los techos que se le cayeron en la última tormenta de la propiedad conyugal de mis sueños que no quiero que se me arruine el patrimonio», siguió.
Redobló la apuesta apuntando directamente en contra de Elba Marcovecchio: «En estos días les cuento la historia de una abogada … Por respeto a su ex que ya no está estoy pensando si contarlo o no. Pensé que lo peor que tenía era ser chorra de un marido internado grave, pero hay algo peor que quizás las hijas y la ex que donó un órgano deberían saber. Creo que nadie le va a dar más un minuto de fama ni de aire cuando sepan lo que hizo esta mujer».

¿Qué había dicho Elba Marcovecchio?
Marcovecchio señaló en su móvil con Canosa: «En el encuentro de Mauro con las niñas, estuvo con la doctora Piro esperando 3 horas en el colegio, perfectamente nos pudieron haber avisado que iban con los cachorritos, y si este era el plan, él necesitaba 2 o 3 días para armar un corralito».
Asimismo, contó su versión de los hechos: «Mauro en forma simple, pecando un poco de ingenuidad, dice: ‘bueno, llevamos a los perritos y volvemos’. También una de las nenas quería buscar maquillaje porque iba a hacer una pijamada con una amiguita. Estamos hablando de cosas normales y comunes de chicas. Lo que pasa es que no hay nada común, nada simple, nada que se facilite y nada en lo que la mamá piense en las nenas», aseguró.
Y cerró: «Las nenas subían, dejaban a los cachorritos y bajaban. Y cuando Mauro armara ese corralito, los cachorros iban a volver a la casa. Era tan simple como eso… Lo principal eran las nenas. Que su encuentro con su papá fuera de la manera más cordial, más tranquila. A los chicos hay que tratar de bajarle la conflictividad, no de sumarle».