Encaramado en la punta junto a Real Pilar con tres partidos ganados en tres jugados, el Villa San Carlos del ‘Pájaro’ Miranda comienza a encender una ilusión en el pueblo villero, que el próximo domingo a las 17:00 seguramente volverá a decir presente en forma masiva en el Gennacio Sálice, para alentar al equipo en su compromiso ante Flandria por la cuarta fecha.
Este miércoles, el ‘Cele’ viajó a Las Heras, en donde Fénix lo esperaba por la fecha 3. Con algunos cambios tácticos respecto del equipo que salió en la fecha 2 ante Laferrere, la Villa alineó inicialmente a Tomás Akimenco, Franco Cacace, Alejo Lloyaiy, Franco Ojeda, Nicolás Benavidez; Augusto Pontón, Juan Ignacio Silva, Leonardo Zabala, Alejandro Lugones; Emanuel Zagert, Luca Ferro. En el segundo tiempo ingresaron Ángel Acosta por Silva y Matías Samaniego por Ferro a los 13 minutos; Ramiro Álvarez por Zabala a los 26 y Santiago Díaz por Benavidez y Juan Cruz Meza por Lugones a los 33. Vieron amarilla en la jornada Silva (PT 9’), Zagert (PT 40’) y Meza (ST 40’).
Fénix, que formó con Ramiro Cordero, Santiago Pereyra, Mariano Acosta, Leonel Córdoba, Jerónimo Rodríguez, Julián Bembo, Fabián Díaz, Matías Sánchez, Franco Pérez, Ramiro Breccia y Damián Anriquez, sufrió a los 27 minutos de la primera etapa una pérdida importante, por la lesión de Leonel Córdoba, quien fue reemplazado por Kevin Lugo.
Si bien en la primera etapa el juego fue parejo, con algunas chances claras frente a ambas vallas (en el caso de San Carlos a través fundamentalmente de Zagert), desde los 14 de la segunda etapa, tras la expulsión de Mariano Acosta por doble amarilla en el local, el elenco de Berisso se afianzó definitivamente como amo y señor del juego, más allá de las dificultades para resolver en los últimos metros de la cancha.
Fue la Villa, en definitiva, quien insistió en la paciente búsqueda por desnivelar, con Lloyaiy como un baluarte en el fondo, un doble cinco integrado por Silva y Pontón que rindió, un Zabala atrevido llamado a hacer una gran temporada, y los temibles Zagert y Lugones arriba, por citar muy buenos desempeños en un equipo en el que nadie desentonó.
El premio llegó en la agonía del juego, en el segundo de los siete minutos de tiempo recuperado que dispuso el árbitro Julián Beligoy por múltiples interrupciones, un par de ellas asociadas a una dolencia que aquejaba al golero de Fénix. El gol fue del ingresado Meza, quien empujó la pelota a la red tras recibir de Zagert un fuerte envío desde el borde derecho del área.
A cobrar y a festejar nuevamente en el vestuario, una postal que genera entusiasmo en quienes la miran en redes y carga de energía a los propios integrantes del plantel.
