Washington, D.C., 4 de marzo de 2025 (OPS) – La Organización Panamericana de la Salud (OPS) trabaja en un proyecto con nueve países de las Américas para fortalecer las acciones contra la obesidad en la región, la cual tiene la mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en el mundo. En las Américas, el 67,5% de los adultos y el 37,6% de los niños y adolescentes de entre 5 y 19 años sufren de sobrepeso u obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades no transmisibles y subraya la urgencia de tomar medidas de manera inmediata.
La gravedad de esta problemática quedó reflejada en la 75ª Asamblea Mundial de la Salud en 2022, cuando los países aprobaron el Plan de Aceleración para Detener la Obesidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca detener el creciente aumento de la obesidad mediante un enfoque integral, que combina estrategias regulatorias, fiscales y multisectoriales.
En las Américas, nueve países participan como pioneros de esta iniciativa: Argentina, Barbados, Brasil, Chile, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay. Se espera que las lecciones aprendidas durante esta fase de aceleración sirvan como modelo para la futura expansión del Plan en toda la región.
El panorama actual es preocupante: desde 1990, el sobrepeso y la obesidad en adultos ha aumentado un 52% en las Américas, pasando del 44,4% al 67,5% en 2022. De mantenerse la tendencia actual, se proyecta que para 2030 la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos será del 73,2%.
“Estas cifras son alarmantes y no solo representan estadísticas, sino millones de vidas afectadas por enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer”, afirmó el doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS. “Si no actuamos con decisión, las enfermedades prevenibles y las muertes prematuras seguirán en aumento”, enfatizó.
Para abordar este desafío, la OPS y los países participantes están implementando un conjunto de medidas basadas en las recomendaciones del paquete técnico del Plan de Aceleración. Entre las estrategias se incluyen la aplicación del etiquetado de advertencia al frente de los envases de alimentos, la regulación de la comercialización de productos alimenticios poco saludables, la promoción de la lactancia materna, la regulación de los alimentos que se venden en las escuelas y la adopción de políticas fiscales que incentiven dietas saludables. Además, se busca fomentar la actividad física en espacios públicos y escolares, y fortalecer la atención primaria de salud.
El plan enfatiza también la importancia del monitoreo y la evaluación de las intervenciones para permitir la innovación en las políticas basada en los resultados. Dado que cada país tiene realidades y capacidades distintas, los avances varían, pero se espera que las lecciones aprendidas sean valiosas para su expansión futura. Países como Argentina, Barbados, Chile, México, Panamá y Uruguay ya han comenzado a elaborar sus hojas de ruta. Chile, con la prevalencia de obesidad y sobrepeso más alta en la región (78,8%), ha sido el primero en presentar un Plan Nacional de Prevención de la Obesidad en la Niñez y Adolescencia. Por su parte, México y Panamá están cerca de finalizar sus respectivos planes nacionales.
Para apoyar estos esfuerzos, la OPS sigue brindando asistencia técnica, capacitación y articulación intersectorial. Estas acciones también contribuyen a la Iniciativa Mejor Atención para las Enfermedades No Transmisibles (ENT) de la OPS, que busca ampliar el acceso equitativo a servicios de salud integrales en el primer nivel de atención.
Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que tiene lugar el 4 de marzo, la OPS llevará a cabo, a las 10:00 a.m. (hora de Washington, D.C.), un seminario web para intercambiar experiencias y concienciar sobre la urgencia de implementar soluciones colaborativas frente a este desafío de salud pública.