Yanina Latorre se convirtió en los últimos años en una de las figuras más influyentes del mundo del espectáculo y supo transformar su nombre en marca registrada. Lo cierto es que muchas veces la decisión de usar el apellido de Diego, su marido, le valió varias críticas.
En una reciente entrevista con revista GENTE, la filosa conductora reveló los motivos por los cuales decidió presentarse públicamente así y no con Arruza, su apellido real.
«El universo fue inteligente con nosotros porque cuando lo conocí, él estaba en la cresta de la ola y yo sólo era la esposa de Diego Latorre. Nunca lo negué. De hecho, uso el apellido de él. Traigo el cassette de boluda de mamá de colegio que me quedó. Mi mamá también usa el apellido de casada y no el de soltera. Y pensá que mi mamá se separó y mi papá ya se murió… Somos muy tradicionales«, explicó Yanina a este medio.

Al ser consultada por los cuestionamientos y ataques que recibe por esta decisión, respondió sin filtro: «¡Me chupan un huevo todos! Yo hago lo que quiero».
Luego amplió: «Es el nombre de mi familia. Somos Latorre. Me parecería raro hoy usar el apellido de soltera. Creo mucho en la familia y en el proyecto de vida. Somos los Latorre. No sé por qué a la gente le moleste tanto mis elecciones de vida. Nunca escuché a nadie que le critiquen a Cristina Kirchner que use el apellido de su marido».

Respecto a cómo es la relación de ellos hoy frente a su altísima carga laboral y alta exposición, la conductora reflexionó sobre el pasado: «Yo lo acompañé a él en todo: triunfó, nos mudamos, cargué contendores, crié a los pibes… Cuando terminó ese momento y él se acomodó en el periodismo deportivo, que es el mejor en lo que hace porque es maravilloso, hubo algo de mí que lo soltó».
«Yo soy un poco maternal y creo que es un defecto que tengo. Recién cuando lo solté apareció esto de las redes y afloró esto que tengo y siempre tuve. Nunca lo había usado ni lo había explorado porque estaba ocupada por acompañar a Diego», se sinceró.

En cuanto a cómo vivieron sus primeras apariciones públicas como figura y panelista, confesó: «Al principio le daba celos. Lo mío fue chiquito. Empecé con las redes sociales, después hice radio con Cristina Pérez, fui con el Gato Sylvestre y después con Feinmann. Era un coqueteo, pero ahora es todo el día».
En esta línea, reflexionó: «Diego me banca porque sabe que lo acompañé y que es el momento de que yo me realice como persona. Como madre me realicé, pero como profesional me faltaba y lo estoy logrando».