Oaxaca, México, se convierte en la primera de cuatro ciudades de América Latina y el Caribe en iniciar la identificación e integración del patrimonio vivo en los procesos de planeación urbana como parte del proyecto regional de la UNESCO “Comunidades por el Patrimonio”, financiado por el Ministerio de Cultura del Reino de Arabia Saudita, para fortalecer la resiliencia de las comunidades y un turismo sostenible.
En el Museo de las Culturas de Oaxaca se realizó la segunda fase del proyecto en la que se presentó el plan de trabajo para realizar el inventario comunitario de cinco manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial oaxaqueño: Chinas Oaxaqueñas, comparsas del barrio de Jalatlaco, preparación y sabores de nieves artesanales, así como mantelería tradicional y la mayordomía de la Virgen del Rosario, ambas del barrio de Santo Tomás Xochimilco.
Las prácticas culturales se seleccionaron mediante consultas con las comunidades involucradas y el equipo de implementación, considerando su posible articulación con políticas y proyectos urbanos en marcha. Representantes de esas manifestaciones participaron en las sesiones de trabajo de esta segunda etapa, compartiendo elementos significativos de sus prácticas, necesidades y prioridades de salvaguardia.
“Las comparsas del Día de Muertos en el barrio de Jalatlaco se realizan desde hace más de 60 años. Comienza con una semana cultural antes del 1 de noviembre. Participan niños, niñas y jóvenes con características e indumentarias tradicionales. Las comparsas son del y para el barrio, y no salen de él, lo cual ha permitido su viabilidad todos estos años”, compartió Gibraham Ramírez, integrante de la comparsa.
Esta etapa del proyecto incluye talleres participativos y reuniones con las comunidades para un proceso de investigación local sobre los significados y la función social de los elementos seleccionados, sus actores involucrados, la viabilidad actual y riesgos asociados, para evaluar la forma de incorporarlos en los procesos municipales de planificación urbana.
“Tenemos más de 47 años ocupando el espacio de la Calle Sócrates, conocida como ‘la calle de las nieves’. Estamos hablando de más de cinco generaciones de familias dedicadas durante toda nuestra vida a hacer nieves. Hemos conservado ese proceso artesanal con elementos y herramientas artesanales. La nieve forma parte de la gastronomía oaxaqueña, ahora como postre, y especialmente la nieve de leche quemada que es originaria de aquí”, relató Jorge Alberto Armengol, nevero tradicional.
Rojas añadió que los inventarios pueden funcionar como un “atlas de riesgo” para planificadores y apoyar a evaluar los impactos urbanos, como de la infraestructura, proyectos, normatividades y políticas, sobre la vida comunitaria, el desarrollo socioeconómico y cultural, y el medioambiente.
Compartió además que, a raíz de esta colaboración, la SEDATU trabaja en integrar criterios y metodologías para la incorporación del patrimonio inmaterial en las reglas de operación que enviará a los municipios en 2026 para sus Planes o Programas de Ordenamiento Territorial y Urbano.
Edaly Quiroz explicó que la llamada “activación patrimonial” es el punto de partida del inventario del patrimonio cultural inmaterial, al motivar que una comunidad se reconozca como parte de su patrimonio, lo cual permite generar una herramienta útil para la gobernanza, pues sirve de base para planes concretos de salvaguardia y fortalecer la corresponsabilidad entre las instituciones y la sociedad.
Como resultado del encuentro, el Municipio de Oaxaca, a través de la Dirección de Patrimonio y Centro Histórico, encabezada por Guillermo León, manifestó su compromiso de integrar los aprendizajes y resultados de este proceso en la actualización del Plan de Manejo 2026 de la ciudad.

