El mes de octubre llega con una batería de aumentos en servicios esenciales que impactarán de manera directa en el bolsillo de los hogares argentinos. Mientras la inflación proyectada para septiembre se estima en torno al 2,4%, varios de los ajustes previstos superan ampliamente ese porcentaje.
Uno de los sectores más sensibles es el de los alquileres. Los contratos alcanzados por la ya derogada Ley de Alquileres tendrán una actualización del 46,1%. Si bien este ajuste resulta menor que el aplicado en meses anteriores, continúa siendo significativo para los inquilinos que deben afrontar pagos cada vez más altos.
El transporte público también se ve alcanzado por las modificaciones tarifarias. En el caso de los colectivos, el boleto mínimo para trayectos de hasta 3 kilómetros subirá de $526,13 a $546,66. Para distancias de entre 3 y 6 kilómetros, el valor se ubicará en $608,98; en los viajes de 6 a 12 km será de $655,91, mientras que en recorridos de 12 a 27 km el pasaje se elevará a $702,86.
A estas subas se suma la tarifa del subte porteño, que pasará de $1.071 a $1.112,76 a partir del 1 de octubre. El premetro también sufrirá un ajuste y costará $389,46, frente a los $374,85 anteriores.
En el plano de las telecomunicaciones, las compañías de cable y telefonía adelantaron a sus clientes que las facturas tendrán un incremento de hasta un 3% en función de la prestadora.
Octubre, además de elecciones y un fin de semana extralargo por el feriado, se perfila como un mes de presión extra sobre el consumo y el presupuesto familiar, en un contexto de ingresos que no siempre acompañan la velocidad de los aumentos.