atOptions = {
'key' : 'acd23ed56675bdd7da6774a29d23c907',
'format' : 'iframe',
'height' : 90,
'width' : 728,
'params' : {}
};
» data-medium-file=»https://efeminista.com/wp-content/uploads/2025/02/Para-fotos-3-300×200.jpg» data-large-file=»https://efeminista.com/wp-content/uploads/2025/02/Para-fotos-3.jpg»>
Foto de Archivo de un grupo de mujeres cuidadoras. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda
Las brechas laborales entre hombres y mujeres en América Latina y el Caribe representan una «preocupación central» para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que las ha calificado como «persistentes».
Según el informe ‘Panorama Laboral 2024 de América Latina y el Caribe’, publicado el 12 de febrero, en el segundo trimestre de 2024 la tasa de participación femenina fue del 52,1 %, frente al 74,3 % de la tasa de participación masculina.
Mayores tasas de desocupación para las mujeres
La tasa de ocupación entre mujeres (48,4 %) fue también un 22 % inferior a la de hombres (70,4 %), mientras que la de desocupación femenina fue más alta (7,2 %) en comparación con la masculina (5,2 %).
Además, el informe precisó que las mujeres ganan en promedio un 20 % menos que los hombres, y «siguen siendo expuestas a mayores tasas de desocupación y empleos de menor calidad».
«Aunque las brechas en la participación laboral y la ocupación entre hombres y mujeres se han reducido, los avances siguen siendo lentos y las diferencias de género continúan afectando el mercado laboral«, señala el informe.
Avances lentos y brechas estructurales
El especialista en economía laboral de la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe y autor principal del informe, Gerson Martínez, destacó que las disparidades de género en el empleo siguen siendo un obstáculo fundamental para alcanzar una verdadera igualdad laboral en la región.
«A pesar de algunos avances, la brecha salarial de género y la segregación ocupacional basada en género continúan limitando las oportunidades para las mujeres», agregó.
El informe sostiene que la desigualdad salarial de género pone de manifiesto «la imperiosa necesidad de cerrar las brechas estructurales entre hombres y mujeres en términos de remuneración y condiciones laborales».
«Esta problemática no solo afecta la equidad en el lugar de trabajo, sino que también tiene repercusiones significativas en el bienestar económico y social de las mujeres. Por lo tanto, es fundamental adoptar medidas concretas y específicas para abordar estas disparidades y promover así un entorno laboral más justo e inclusivo», refiere.