Redacción El País
El cierre parcial de la Biblioteca Nacional, cuyas instalaciones no estarán disponibles para el público en general por tiempo indefinido, generó críticas en la oposición y dudas en el oficialismo en tanto que el sindicato de la institución señaló que la decisión lo sorprendió.
El senador colorado Robert Silva escribió en la red X que “en un nuevo día del libro y de celebración para la Biblioteca Nacional, el gobierno se encarga de hacer historia” porque “anuncia su cierre con un mensaje contradictorio, poco claro y que genera gran incertidumbre”.
Por su parte, su correligionario el diputado Felipe Schipani anunció que pidió la convocatoria al Parlamento del ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía y de la directora de la biblioteca, Rocío Schiappapietra, para que “brinden las explicaciones correspondientes” sobre el cierre al público. El legislador consideró que, “este anuncio resulta particularmente preocupante por la relevancia simbólica y cultural de la fecha elegida para comunicarlo”. Habló de una “decisión improvisada, carente de planificación, y que afecta directamente el acceso ciudadano a un patrimonio cultural insustituible”.
En un nuevo día del libro y de celebración para la @BNUruguay el gobierno se encarga de hacer historia. Anuncia su cierre con un mensaje contradictorio, poco claro y que genera gran incertidumbre.
La improvisación y falta de rumbo visible a todas luces 👇 https://t.co/cVWa9IacWn— Robert Silva (@RobertSilvaUy) May 27, 2025
Valentín Trujillo, exdirector de la Biblioteca Nacional durante el anterior gobierno, cuestionó la decisión a través de una carta, a la que accedió El País. “Es una decisión más que negativa, que indica una ausencia de rumbo y de criterio”, advirtió.
“Un acto que demuestra inoperancia. Un experimento improvisado”, alertó Trujillo, que marcó que heredó un “verdadero caos” en 2020, luego de tres gobiernos consecutivos del Frente Amplio.
“Había enormes problemas locativos y de limpieza, de seguridad, de gestión humana y de presupuesto. Y en ningún momento se nos pasó por la mente que la solución fuera cerrar la institución”, destacó Trujillo en su carta.
Foto: Ignacio Sánchez
“La directora habla de cierre al público, pero no anuncia apertura ni reapertura. Arguye que con las puertas cerradas va “a pensar” cómo actuar hacia el futuro: baste explicitar que en nuestra administración estuvimos todo el quinquenio pensando y articulando soluciones a los problemas que tiene la BNU, pero con la institución abierta. La directora también hace referencia a temas presupuestales. Aunque parezca de Perogrullo aclararlo, el Presupuesto que se apruebe este año entra a regir en 2026. ¿Hasta esa fecha seguirá cerrada la Biblioteca? No lo sabemos”, escribió Trujillo.
“A diferencia de la gestión 2015-2019, donde hubo transición inexistente, nosotros tuvimos muy cordiales reuniones de transición con las actuales autoridades. En un encuentro en febrero pasado con el actual director general de secretaría del MEC, Carlos Varela, y la actual secretaria ejecutiva de la BNU, Julia Demasi (la actual directora estaba fuera del país), se nos explicó que el nuevo gobierno realizaría “un experimento” con la nueva dirección, con una cabeza bicéfala: una parte técnica y una parte de gestión.
Me pareció realmente poco ortodoxa la definición de Varela, quien entre sonrisas agregó que si dicho “experimento” no funcionaba, tomarían decisiones y harían cambios. La verdad es que no se puede experimentar con instituciones de la envergadura de la BNU”, argumentó Trujillo. Tras hacer un repaso de su gestión en la biblioteca, Trujillo escribió que “las actuales autoridades reciben una BNU en un estado que permite seguir avanzando en la promoción y descentralización de la cultura”.
La Biblioteca Nacional, fundada en 1816, es un orgullo del país y un servicio fundamental para la ciudadanía. Guarda alli nuestra memoria escrita y promueve el encuentro con la lectura a todas las generaciones.
— Felipe Carballo (@fcarballo711) May 27, 2025
Oficialismo
En el oficialismo también hubo quien manifestó dudas sobre la conveniencia de la decisión adoptada respecto a la biblioteca. El senador Felipe Carballo escribió en X que “ayer, 26 de mayo, Día Nacional del Libro, la Biblioteca Nacional cerró sus puertas”. “Nos duele profundamente. En una fecha que celebra el acceso al conocimiento, esta decisión envía un mensaje difícil de entender”, sostuvo el legislador en su cuenta de X.
“Confiamos en que en el futuro este día se conmemore con las puertas abiertas, con actividades, recorridas y libros al alcance de todos. Porque el acceso a la cultura debe celebrarse, no interrumpirse”, escribió el senador.
Foto: Ignacio Sánchez
El sindicato dice que está sorprendido
Luigi Bazzano, integrante del Sindicato de Funcionarios de la Biblioteca Nacional, afirmó este martes que la decisión de las autoridades de cerrar la biblioteca al público no fue comunicada a los trabajadores del organismo.
“Ahora no hay riesgo de vida, no hay peligro de que se caiga nada o haya derrumbe. Hay problemas serios que venimos denunciando hace tiempo: el edificio está en mal estado y las colecciones, que son lo más importante, están afectadas por problemas de humedad, de plagas”, con- tó Bazzano en diálogo con Subrayado (Canal 10).
Bazzano afirmó que la decisión de cerrar la Biblioteca Nacional al público a partir de este martes -que fue comunicada por su directora, Rocío Schiappapietra, este lunes en rueda de prensa-, no fue trasladada al sindicato.
“Lo que a nosotros nos sorprendió muchísimo de esta situación es que no le avisaron a los trabajadores, no le dijeron nada al sindicato, ni a los jefes o a los encargados de las secciones, que son los que mantienen viva y funcionando la Biblioteca Nacional”, opinó.
Además, Bazzano señaló que previamente se debería haber llamado a un grupo de técnicos para hacer un diagnóstico de las obras que hay que llevar adelante en la biblioteca y para cuantificar la inversión que sería necesaria. También reclamó que ingresen nuevos funcionarios a la institución. Trabajan allí menos de 50 personas.
