20.1 C
Buenos Aires
jueves, febrero 13, 2025

Olivia White, experta de McKinsey: “Sin inversión en productividad, América Latina seguirá estancada”

Más Noticias

Olivia White es una consultora inusual. La directora del McKinsey Global Institute, el tanque de pensamiento de la consultora McKinsey & Company, es doctora en física por la Universidad de Harvard. Llegó a la gran multinacional tras haber sido investigadora en física y neurociencias en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Con una trayectoria a caballo entre la academia y la asesoría corporativa, explica que América Latina necesita revertir las históricas tendencias de baja inversión. Habla con EL PAÍS tras dar una charla magistral en el Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe, organizado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en alianza con el Grupo PRISA y World in Progress (WIP).

En su presentación, argumentó que América Latina enfrenta un grave problema de crecimiento derivado de otro aún mayor: la baja productividad. Explicó que esta situación se debe a una inversión insuficiente. Este complejo panorama se ve agravado por la reducción de la tasa de fertilidad, lo que provocará un declive en la fuerza laboral de la región y un aumento en la cantidad de personas que dependerán de ella. A este escenario se suma una creciente competencia global por la atracción de capitales, lo que hace que la región deba redoblar esfuerzos para volverse más atractiva para inversionistas tanto locales como extranjeros.

Pregunta. Su tesis es que América Latina necesita urgentemente más inversión. Pero, ¿por qué hay tan poca actualmente?

Respuesta. En todo el mundo, ciertas condiciones son necesarias para atraer la inversión. Aclaro que la inversión extranjera suele representar un porcentaje menor en comparación con la inversión local. Sin embargo, al analizar diferentes países, se observa que una semilla inicial de inversión extranjera a menudo ha precedido al crecimiento de ciertos sectores. Esto puede ser de gran ayuda, ya que una nueva área económica necesita know-how, capital humano y propiedad intelectual. Una pequeña porción de inversión extranjera inicial puede ser increíblemente importante para atraer posteriormente inversión local. Esto crea un círculo virtuoso. Por el contrario, si no aumenta la productividad, hay menos incentivos para invertir, generando un círculo vicioso.

Además, en muchos casos, la burocracia y las regulaciones excesivas también juegan un papel importante en la limitación de la inversión. Los inversionistas buscan seguridad jurídica y transparencia, y cuando los marcos normativos son inciertos o cambiantes, prefieren dirigir sus capitales hacia mercados más predecibles. En América Latina, estas barreras administrativas pueden desincentivar a las empresas a comprometer grandes montos de inversión en proyectos de largo plazo.

P. Usted señala que hay sectores en los que particularmente falta inversión…

R. Sí. Un ejemplo es la infraestructura urbana. A pesar del enorme crecimiento de las ciudades, una gran parte de sus habitantes vive en zonas con infraestructura deficiente. Además, las economías carecen de diversificación. Esto puede explicarse porque, cuando hay recursos abundantes disponibles, es fácil que la actividad económica se limite a explotarlos, lo que se convierte en un problema. Sin embargo, no es un destino inevitable; es una elección.

Otro sector clave es la educación y la formación laboral. Las inversiones en capital humano son esenciales para que la región pueda competir en una economía globalizada. Sin una fuerza laboral preparada para enfrentar los desafíos tecnológicos y económicos del futuro, la productividad seguirá estancada. El acceso a la educación de calidad y a programas de formación continua es una de las grandes asignaturas pendientes en muchos países de la región.

Olivia White, el 29 de enero de 2025.
Olivia White, el 29 de enero de 2025.Tarina Rodriguez

P. ¿Qué hace falta para que aumente la inversión?

R. Las instituciones son fundamentales. Es crucial garantizar la confianza en que una inversión será respetada. Por ello, el Estado de derecho es clave, al igual que la manera en que funcionan el Gobierno y la sociedad civil. También son esenciales los niveles básicos de educación y las habilidades que desarrollan los niños para adaptarse a los cambios tecnológicos en el futuro.

También es clave una mayor cooperación público-privada. Los gobiernos pueden desempeñar un papel determinante en la creación de incentivos para la inversión, ofreciendo marcos regulatorios más claros, promoviendo alianzas estratégicas y asegurando que los recursos destinados a infraestructura y educación sean utilizados de manera eficiente. Sin estas condiciones, los empresarios y las multinacionales seguirán viendo a la región como un mercado riesgoso y difícil de navegar.

P. Parece necesario un gran cambio, un salto social enorme. ¿Cómo lograrlo?

R. No pretendo tener una gran teoría, y hay distintos puntos de vista sobre qué es una condición necesaria y qué se puede desarrollar con el tiempo. Sin embargo, probablemente no sea necesario tenerlo todo perfectamente organizado, porque ese estado ideal nunca se alcanzará. Lo importante es que los Gobiernos y el sector privado analicen cada caso y determinen en qué sectores la inversión podría aumentar la productividad, para luego enfocarse en ellos. Hasta cierto punto, se necesita un acto de fe por parte de los inversionistas. Es fundamental evitar el círculo vicioso en el que, ante la incertidumbre, se decide no hacer negocios. Cuando esto ocurre de forma generalizada, la economía se resiente.

Es importante también que se fomente una cultura de innovación y emprendimiento. En lugar de depender únicamente de sectores tradicionales, los países deben impulsar nuevas industrias basadas en el conocimiento, la tecnología y la creatividad. Esto no solo ayudaría a diversificar las economías, sino que también generaría oportunidades de empleo más sostenibles y mejor remuneradas.

P. ¿Cree que esa profecía autocumplida está ocurriendo en América Latina?

R. En términos generales, las empresas de la región deberían preguntarse cómo evitar caer en ese círculo vicioso y qué pueden hacer ahora para contribuir a la creación del futuro que deseamos. Es una realidad que muchos empresarios y gobiernos operan con un alto nivel de precaución ante las incertidumbres económicas y políticas. Sin embargo, la historia demuestra que las regiones que han logrado superar estos desafíos han sido aquellas donde se ha tomado la decisión consciente de invertir en sectores estratégicos y apostar por el desarrollo a largo plazo.

Si América Latina logra romper este ciclo de escepticismo y falta de inversión, podrá aprovechar su gran potencial y fortalecer su posición en el escenario económico global. La clave está en generar confianza, establecer reglas claras y promover un entorno que facilite el crecimiento y la innovación.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Murió el hombre que había quedado cuadripléjico tras ser agredido en un partido de fútbol amateur

Pedro Gutiérrez fue a jugar al fútbol como cualquier otro fin de semana el pasado 11 de enero, pero...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img