Tiene 57 años, un perfil bajo cultivado desde chico, un don para cantar y un pasado como policía que le obligó a tomar algunas decisiones clave en su vida. Una de las canciones que más lo acompañó en sus momentos más oscuros fue Sobreviviendo, el himno que creó y popularizó Víctor Heredia. Con ese tema brilló el neuquino Oscar Burgos en La voz Argentina (a las 21.45, por Telefe), a tal punto que este martes a la mañana entró a una farmacia de Junín de los Andes a comprar un jarabe para la tos y fue ovacionado.
Oscar fue uno de los seleccionados en el casting federal para poder presentarse en la instancia de Audiciones a ciegas este lunes. Se paró solito con su guitarra bajo el haz de luz del escenario, con Lali Espósito, Luck Ra, Miranda! y Soledad Pastorutti de espaldas. Así es la dinámica: si durante la actuación gira al menos una silla el candidato sigue en carrera. Y con él se dieron vuelta dos.
Hubo lágrimas en él, en los coaches, en su esposa, en una de sus hijas y en el nieto que estaba un rincón tratando de esconder su cara bañada en llanto adentro del buzo. «Mirá a tu abuelo, está brillando, loco», alentó Nico Occhiato al chico en el backstage.
Tras las devoluciones de los artistas, Oscar eligió al #Team Sole, se abrazó con ella en el medio de la escena, coronando una gran noche emotiva. Aquello que vivió hace unas semanas, cuando se grabó el programa, ahora lo estaba viendo Oscar en su propia casa junto a parte de su familia y amigos, comiendo una picada. Respetando la confidencialidad que exige el reality, sólo las personas que lo habían acompañado a Telefe sabían el resultado. Fue sorpresa para casi todos.

Ahora, en charla con Clarín desde Junín de los Andes, ciudad a la que se mudó para seguir con su vida (más adelante explicará los motivos), cuenta cómo fue «el día después».
Entre el pop y el folclore
-¿Qué estado emocional tenés, parecido al del día en el que te eligieron?
-Siento como si hubiera ocurrido ayer, es muy fuerte, tengo todo muy fresco. Porque reviví la emoción de aquella noche y, al mismo tiempo, mucha gente se enteró viendo la tele y entonces se armó como una fiesta, me felicitaban por la calle. Y hace un rato fui a la farmacia y me aplaudían todos, una locura.
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Oscar Burgos emocionó con su audición a ciegas en La Voz Argentina
-Cuando te paraste frente al jurado, ¿qué pálpito tenías?
-Que se iban a dar vuelta La Sole y los Miranda! y así fue. No es que estaba confiado ni agrandado, ni nada de eso, pero me tenía confianza. En el escenario pude estar bastante tranquilo, hice mucha fuerza para no quebrarme, porque ese tema me mueve muchas cosas.
-¿Y ya tenías decidido que, si se daba vuelta, te irías al equipo de Soledad?
-Sí, porque básicamente soy folclorista, La Sole me encanta y la sigo desde que era chiquita.
-¿Por qué elegiste ese tema de Heredia, una suerte de himno de la lucha y la resistencia?
-Porque es una canción que me acompañó en situaciones delicadas. Yo era policía en Cutral Có, ciudad hermosa en la que nací, y en ’96 ocurrió lo de la pueblada, con la ruta tomada por la gente, y mi familia quedó dividida de un lado y del otro. Y yo quedé también en otro lado, distinto al de ellos, si se quiere.

Con la voz arrinconada por los recuerdos, Oscar habla de los hechos de hace casi 30 años conocidos como «La pueblada de Cutral Có y Plaza Huincul», una serie de protestas populares en respuesta a la privatización de YPF. En ese entonces él cumplía tareas en la Comisaría 6ta de Plaza Huincul y tenía que tomar medidas con los protestantes.
«Fue una etapa muy dura para mí, no podía ejercer mi tarea con seguridad. Tenía a mis familiares arriba de la ruta. Y entonces pedí el traslado a Junín de los Andes. Y sentía lo que dice la canción de Heredia, que estaba ‘sobreviviendo’. Y en el 2013, tras 25 años de servicio, me jubilé con todos los honores«, cuenta ahora el hombre que tiene un kiosco junto a su esposa: «Y también es Pago Fácil», agrega, aprovechando la oportunidad.
Benjamín su fan número uno
Padre de seis hijas y abuelo de seis nietos, comparte que el nene que lloraba desconsolado en el estudio es «Benjamín, el que más tiempo pasó conmigo. Lo llevaba a las peñas, le cantaba, vio de cerca las ganas que yo tenía de cumplir este sueño».

Y el sueño comenzó con el casting cuando, por insistencia de su esposa, se animó a viajar a Bariloche para presentarse a la prueba de preselección, en la que cantó fragmentos de tres temas -entre ellos Garganta con arena-, hizo una prueba de cámaras y esperó 15 días hasta que le llegó la convocatoria para presentarse en Buenos Aires.
Ese día celebró con Mariana, su mujer, la misma que ahora lo escucha decir: «Hice llorar a medio Junín. Es impresionante el poder de la televisión. Y a partir de lo que se vio el lunes me subieron un montón los seguidores de Instagram. Tenía 93 y ahora tengo 501«. En el tiempo de desgrabar y escribir esta nota, su cuenta ya está cerca de los 680. El número es anecdótico, la popularidad es incipiente. Y merecida, en este caso.