Christian Hartwig
Barcelona
La lista de comercios con historia que se ven obligados a cerrar puertas no para de crecer. El último caso que se ha conocido es el de la tienda de alfombras Lledó Mas, en la plaza Urquinaona de Barcelona, que antes de que acabe el año bajará definitivamente la persiana. Como en otros muchos casos, la falta de relevo generacional, sumada a la competencia imbatible de la venta on line, ha propiciado una nueva pérdida del patrimonio comercial de la ciudad.
El modelo de venta directa se ha visto afectado por el paso del tiempo. Los propietarios de Lledó Mas han realizado varios intentos de traspaso, pero no ha sido posible. Después de meditarlo largamente, y muy a su pesar, han decidido liquidar el negocio. La decisión, explican los actuales titulares del comercio, Mercè Guillo Lledó y Felip Llosas, ha sido difícil y se ha visto precipitada por la imposibilidad del relevo generacional y por la enorme caída en ventas que ha sobrevenido después de la pandemia. En palabras de los propietarios, “la gente se ha acostumbrado a comprar desde internet, ya no van a las tiendas a ver y experimentar lo que quieren comprar”.

El negocio de alfombras ocupa este local de la plaza Urquinaona desde 1940
Mane Espinosa
El negocio familiar, ubicado en plaza Urquinaona, cerrará a finales de este 2025. Atrás quedarán cinco generaciones de comerciantes y 118 años de historia. El negocio abrió por primera vez el año 1907 de mano de Josep Lledó Más, quien en ese momento vendía las alfombras que él mismo producía en su fábrica de Crevillent (Alicante). Una fábrica que llegó a emplear a 200 trabajadores y a distribuir productos por todo el mundo.
La factoría cerró sus puertas a principios de la década de los noventa.
La factoría cerró sus puertas a principios de la década de los noventa. Desde entonces, los actuales propietarios orientaron el negocio hacia la venta de productos importados que ellos mismos compraban en India y Pakistán, donde viajaban a menudo. La pareja, que se conoció en la universidad estudiando Química, se hizo cargo del negocio y adquirió el céntrico local que hasta ese momento habían alquilado.

Cinco generaciones se han hecho cargo de este negocio que se fundó en 1907
Mane Espinosa
La actual ubicación abrió en el año 1940. Antes, Alfombras Lledó había estado en Barcelona desde principios de siglo, en lugares como la calle Petritxol, en el barrio Gòtic. El espacio de la plaza Urquinaona funcionaba primero como tienda y oficinas de la empresa para luego ser convertirse en tienda de venta al por menor. Las oficinas se trasladaron a un almacén en el distrito de Sant Andreu, desde donde se gestionaba la venta al por mayor. En todo este tiempo, el local únicamente ha cerrado dos meses con motivo de las restricciones derivadas de la pandemia.
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La empresa ha vendido, limpiado y reparado alfombras de todo tipo y ha realizado instalaciones de moqueta en lugares tan emblemáticos como el Palau de la Música y también se dedicó brevemente a la instalación de persianas españolas.
El de la plaza Urquinaona es último de los locales que quedan en la manzana de aquellos que abrieron sus puertas el siglo pasado. Los propietarios han visto cómo a su alrededor todos los locales iban cambiando de dueños y negocios que llevaban tanto tiempo como ellos desaparecían. Recuerdan con especial nostalgia el cine Maryland, actualmente un pub, uno de los muchos clientes y vecinos a los que instalaron moquetas en las salas.