01 de noviembre de 2025 – 01:00
El Alto Paraguay sufre el infortunio de ser maltratado por los Gobiernos nacionales que vienen y van, sin que las autoridades del departamento suelan conmoverse. Abandonados a su suerte, los pobladores sufren graves carencias de diverso orden, entre ellas las relativas a la sanidad y a la infraestructura vial. A la marginación de siempre se agrega la desidia o la estupidez burocrática, como la revelada ahora -excepcionalmente- por el concejal departamental Sergio Cuéllar (ANR, cartista). Ocurre que aún no se han firmado los contratos adjudicados ya el 25 de agosto a dos empresas viales para reparar caminos de tierra, a un costo global de 16.668 millones de guaraníes. La razón sería que la cuenta abierta por el MOPC para el financiamiento quedó de hecho sin fondos. En principio, los trabajos deberían durar tres meses, pero resulta que la zona ya está ingresando en la temporada de lluvias, que se extiende hasta fines de febrero.
El Alto Paraguay sufre el infortunio de ser maltratado por los Gobiernos nacionales que vienen y van, sin que las autoridades del departamento suelan conmoverse. Abandonados a su suerte, los pobladores sufren graves carencias de diverso orden, entre ellas las relativas a la sanidad y a la infraestructura vial. A la marginación de siempre se agrega la desidia o la estupidez burocrática, como la revelada ahora –excepcionalmente– por el concejal departamental Sergio Cuéllar (ANR, cartista). Ocurre que aún no se han firmado los contratos adjudicados ya el 25 de agosto a dos empresas viales para reparar caminos de tierra, a un costo global de 16.668 millones de guaraníes.
Según el citado concejal, la razón sería que la cuenta abierta por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para el financiamiento, mencionada en el llamado a licitación, quedó de hecho sin fondos. Simplemente, se habrían esfumado en algún momento. Por ende, el MOPC tuvo que pedir al Ministerio de Economía y Finanzas otra cuenta que sí tuviera fondos; así lo hizo el 1 de octubre y ahora se espera que este último ministerio tenga a bien autorizar la nueva línea de crédito para que los contratos puedan ser firmados. Así las cosas, el presidente de la Comisión Pro Caminos del Alto Paraguay, Derlis Da Silva, instó a los ciudadanos a manifestarse pacíficamente, incluso en la capital del país, para exigir que se firmen los contratos y se inicien de una vez por todas los trabajos tan demorados. En principio, deberían durar tres meses, pero resulta que la zona ya está ingresando en la temporada de lluvias, que se extiende hasta fines de febrero, de modo que la dilación referida haría que las reparaciones se demoren, incluso en el improbable caso de que la deplorable cuestión burocrática sea solucionada en los próximos días.
El caso comentado es solo un ejemplo más del abandono que padece el Alto Paraguay, el departamento más pobre del país, según el Instituto Nacional de Estadística. Lo es el 38,7% de su pobladores, en tanto que el índice de pobreza a nivel nacional llega al 20,6%, sin incluir a los indígenas. En verdad, es indignante que las políticas públicas, tanto la actual como las anteriores, olviden a unos compatriotas que además son víctimas de la corrupción, de la ineptitud y de la indiferencia de sus propias autoridades locales. El Estado no les garantiza la “igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de la naturaleza, de los bienes materiales y de la cultura”, como establece la Constitución. Al contrario de lo que manda la Ley Suprema, los discrimina de hecho, condenándolos al aislamiento y a la desatención médica, que están relacionados entre sí, pues la falta de caminos transitables en todo tiempo impide llegar a los escasos centros sanitarios apenas equipados.
Es intolerable que los productores tengan que arreglar caminos a su costa, debido a la acostumbrada negligencia del MOPC, que entre 2018 y 2023 derrochó más de 141.000 millones de guaraníes en “consultorías de apoyo”, pese a tener unos cuatro mil funcionarios y contratados. Vale recordarlo para insistir en que el drama del Alto Paraguay no empezó hace solo dos años: la culpa compartida se arrastra desde hace mucho tiempo. Pero es inquietante que no haya signos claros de que el actual Gobierno se proponga contribuir a que ese departamento se libere de la miseria. El vaivén burocrático entre los dos ministerios referidos muestra que el interés al respecto sigue siendo muy limitado, aunque el presidente Santiago Peña haya prometido el último 3 de octubre –por quinta vez– asfaltar los caminos para “conectar al Paraguay con el Alto Paraguay”. Como nada se hizo hasta la fecha, la desconexión persiste, siendo de esperar que por lo menos algo vaya a concluir en 2028.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Se ha dicho que nuestro país es “una isla rodeada de tierra”: el departamento en cuestión sería entonces una isla dentro de otra, debido a la ineficacia, la corruptela y la indiferencia de los sucesivos gobernantes, condensadas en buena medida en el vergonzoso peloteo entre los ministerios mencionados. Queda abierta la pregunta de si hasta cuándo se abusará de la paciencia de los connacionales del extremo norte de la República. Ya han sufrido lo suficiente.





