El Padre Eduardo de la Serna, cura miembro de Opción por los Pobres, conoció personalmente al Papa Francisco cuando aun no había sido elegido para ser el líder de la Iglesia católica. Fueron dos encuentros: el primero en el aniversario número 25 del asesinato del Padre Mugica; el segundo, cuando sus restos fueron trasladados del Cementerio a la Villa 31, actual Barrio 31.
Ante la muerte del Sumo Pontífice argentino, enfatizó en la trascendencia de su papado más allá de las fronteras de lo intra eclesiástico. “Lo que diga el Papa no solo nos afecta a aquellos que nos consideramos católicos romanos, sino que afecta a todo el ambiente en general, más allá de que la gente le haga caso o no”, consideró en comunicación con Radio Universidad.
En este contexto, recordó la insistencia de Francisco sobre el cambio climático, la inmigración y el modelo económico liberal. “Todo esto trascendió las fronteras de lo intraeclesial y tuvo su repercusión a nivel mundial. El Papa planteó muchos cambios que no tuvieron éxito, y si bien yo no tengo ninguna expectativa de ser un ganador, a mí me interesa hacer lo que creo que es correcto”, explicó.
Y agregó: “Queremos un mundo mejor. Que sea feliz, en paz, en armonía y con justicia social. Un mundo donde las personas vivan como hermanos y hermanas que, aunque piensen distinto, se traten bien. Probablemente, en este intento esté condenado al fracaso, pero eso no quita que yo seguiré haciendo lo mismo”.
La lucha de Francisco dentro del Vaticano
Por otra parte, el padre De La Serna recordó que, para muchos obispos o curas, Juan Pablo II fue el único Papa conocido. “Su papado duró 26 años, más de un cuarto de siglo. Era un Papa tradicionalista y conservador, entonces, para los que tienen una mentalidad rígida, Francisco es un Papa que molesta”, aseguró.
No obstante, la llegada de Jorge Bergoglio al Vaticano, con una sotana blanca y su pedido al pueblo para que rece por él, marcó un antes y un después. “Ahora, elige morirse totalmente frágil, visitando presos, hablándoles de la paz, visitando a los obreros de la construcción en poncho y camiseta. Entonces, ¿cómo no va a molestar”, destacó.
Por último, y al ser consultado sobre el cónclave que se celebrará en los próximos días, hizo énfasis en aquel 13 de marzo de 2013, día que Bergoglio fue elegido para ocupar el Trono de Pedro. “No nos olvidemos que en el último cónclave había como diez candidatos, y Bergoglio no figuraba. Acá también fallan las encuestas y, la verdad, no sé lo que puede llegar a pasar. Solo espero que algunas banderas fundamentales del Papa Francisco se mantengan”, cerró.