En un ecosistema donde conviven múltiples medios de pago, -desde transferencias inmediatas como las realizadas a través de billeteras virtuales hasta los pagos con QR-, las tarjetas continúan siendo las grandes protagonistas del sistema financiero digital argentino. Su alcance, flexibilidad y capacidad de incorporar tecnologías como la tokenización o los pagos sin contacto las mantienen como pieza clave de la digitalización del consumo.
En Argentina, donde el comercio electrónico mantiene tasas de crecimiento sostenidas, las tarjetas de crédito, débito y prepago son el método de pago más utilizado en las compras online. Ya no se limitan a ser simples instrumentos de pago: funcionan como plataformas de acceso a servicios financieros, programas de fidelización y nuevas experiencias digitales.
Argentina: un mercado dinámico en la región
Según el último informe de PCMI, en Argentina el 45% de los pagos online se realizan con tarjeta, una cifra que responde tanto a la alta bancarización como al fuerte arraigo cultural del pago en cuotas. A su vez, el 71% de las compras digitales se efectúan desde el celular, lo que demuestra que el consumidor está cada vez más habituado a una experiencia móvil e integrada.
En este marco, los rubros más demandados por los argentinos en e-commerce son electrónica, moda, turismo y alimentos, con una marcada preferencia por el financiamiento en cuotas, lo que convierte a las tarjetas en una herramienta esencial para sostener el consumo. A su vez, el crecimiento de las compras internacionales resalta la importancia de contar con métodos de pago interoperables, seguros y confiables.
“En Argentina vemos un ecosistema en el que las tarjetas cumplen un rol central no solo en la digitalización del dinero, sino también en la democratización del acceso a servicios financieros más modernos, simples y adaptados a las necesidades de los usuarios. Su uso masivo permite incluir a más personas dentro del sistema financiero formal, facilitando desde compras en línea hasta la gestión de finanzas personales”, afirmó Santiago Witis, Country Manager de Pomelo en Argentina.
Una tendencia regional que se consolida
Más allá de las particularidades de cada mercado, en toda América Latina las tarjetas ocupan un rol central en la digitalización de los pagos. Su nivel de uso varía según el grado de bancarización, la adopción tecnológica y las preferencias de consumo en cada país, pero en todos los casos se han convertido en un motor clave para el crecimiento del comercio electrónico, según el mismo informe de PCMI.
Brasil: Aunque Pix lidera en volumen total, las tarjetas concentran el 45% de los pagos online. Se destacan en compras de alto valor y suscripciones, con fuerte adopción de tecnologías como CVV dinámico y push provisioning para la tokenización.
Colombia: Las tarjetas internacionales son el método más usado (43%), por encima de las transferencias bancarias. Su protagonismo se da especialmente en tecnología, entretenimiento y compras transfronterizas.
México: Con un e-commerce en expansión, las tarjetas de crédito internacionales lideran en volumen. Ocho de cada diez usuarios compran en sitios globales, apalancando la seguridad y facilidad que ofrece este medio.
Perú: Las tarjetas de débito concentran el 49% de los pagos digitales, seguidas por las internacionales con 24%. Incluso con menor bancarización que otros países, las tarjetas son clave en el crecimiento del e-commerce.
Ya sean físicas o virtuales, las tarjetas no solo se adaptan: se reinventan para seguir siendo el puente de confianza en cada transacción y se consolidan como protagonistas indiscutibles del futuro del dinero en América Latina.