El cóndor andino, el aguilucho, las gaviotas, las golondrinas y colibríes son algunas aves que podemos observar en la Patagonia, solo basta tomarse el tiempo. Este cinco de octubre el Día Nacional del Ave, la fecha invita a detenerse, levantar la vista y reconocer a estas especies que conviven con nosotros en los paisajes cordilleranos, las costas y hasta en los jardines de las ciudades.
En este contexto de tanto estrés y vorágine diaria, el avistaje de aves permite reconectarnos con la naturaleza y con nosotros mismos. Esto es lo que sostuvo la licenciada Ana Barrandeguy, responsable de Planificación y Gestión del Uso Público del Parque Nacional Nahuel Huapi, quien comentó que la actividad contemplativa «también puede ser muy beneficiosa para empezar a compartir, difundir y a que seamos cada vez más los que la practicamos».
En la Patagonia, especialmente en Río Negro se pueden observar ejemplares de cientos de especies, solo basta abrir los ojos. Entre ellas se encuentran el cóndor andino, símbolo de la Cordillera, y el pato barcino, que es posible verlo en la costa descansando o en grupos pequeños, a veces con otros patos (maicero y overo).

La bandurria austral, terrestre, caminadora y confiada también puede ser vista al igual que el carpintero gigante que trepa por troncos de árboles y se hace notar por sus picoteos fuertes y resonantes; Las lechuzas y búhos, aunque son difíciles de encontrar, de día descansan escondida en los árboles y las gaviotas que vuelan detrás de embarcaciones a veces pueden encontrarse flotando en el agua.
Las golondrinas también se pueden ver, vuelan rápido y descansan en ramas altas de los árboles y en cables; los picaflores que son muy inquietos y vuelan rápido pero se los puede captar cuando se posan en las flores para libar. A la lista de estas especies que se pueden observar en la Patagonia se le suman el tero, el caburé, el aguilucho, el tucúquere, el diucón y el cachudito pico negro.
La lista es enorme y Barrendeguy aseguró «tenemos la verdad que una variedad inmensa». Así también comentó que muchas enfrentan grandes amenazas. Una de ellas es el uso indiscriminado de drones.
“Si bien son equipos con muchísimas utilidades, desde la prevención de incendios hasta la búsqueda de personas, en las áreas protegidas está prohibido su uso libre, porque afectan a la vida y al desenvolvimiento de las distintas especies y en particular a las aves», explicó. Agregó a demás que si bien está permitido su uso en otras zonas, continúan siendo una amenaza.

Otra de ellas es el uso de venenos para roedores. “Cuando se reabren áreas de campamentos tras el invierno, muchas veces se colocan cebos tóxicos sin considerar que los ratones mueren en el campo. Luego son ingeridos por rapaces como lechuzas y búhos, que terminan intoxicados. Es una de las causas más comunes de mortandad en esta época del año”, agregó.
Barrendeguy recordó el caso de los cóndores Yastay y Huasi, que murieron el año pasado y hace unas semanas respectivamente a causa de cebos tóxicos.
La especialista también hizo hincapié en la caza furtiva, que provoca consecuencias indirectas. “Los animales cazados con balas de plomo quedan en descomposición en el campo, y las aves, al alimentarse de ellos, se intoxican. Es una de las causas más frecuentes de envenenamiento de estas aves carroñeras”.
Estas actividades amenazas constantemente la vida de las especies, por eso es importante recordar la importancia del Día Nacional del Ave este cinco de octubre, una fecha especial para concientizar sobre la importancia de las aves en los ecosistemas, su conservación y el papel que cumplen en la biodiversidad del país.

La mejor manera de realizar un homenaje es también detenerse a observar las aves que habitan nuestra tierra y para eso, la licenciada dio algunas recomendaciones. «Hay que tener en cuenta que no hace falta hacer grandes desplazamientos, lo podemos hacer desde nuestra ventana, es tomarse el tiempo».
«Lo ideal es dedicarle mínima 15 minutos y conocer los lugares como para poder observar un poco que hay alrededor. Y una vez que identificamos el movimiento o el canto, es detenernos para poder ubicar dónde está el ave«, relató. Barrendeguy explicó que es fundamental identificar en qué actitud está la especie «para entender sus procesos de vida».
«Hay algunas que son más del suelo, que son más terrestres y otras especies que las encontramos en vuelo. Hay otros que son observadoras y se paran en lugares altos para poder ver a su alrededor y encontrar su alimento», detalló. «Todo esto que digo, con un ratito que nos paremos a dedicar a la observación, vamos a encontrar un montón de actividad», dijo.

La magia se encuentra cuando uno deja de ver y comienza a observar. «Lo que parecía común y por ahí caminando o en la vida diaria lo pasamos desapercibido, cuando uno se detiene a observar se abre un mundo nuevo».
Barrendeguy transmitió: «La observación es un mundo para compartir y contemplar que no solo sirve para conectarnos con la naturaleza sino también con nosotros mismos y salir un poco de lo que tanto nos aturde».
Global Big Day este 11 de octubre
El global Big Day es el evento de observación de aves más grande del mundo en el que más de 35 parques nacionales se preparan para ser escenario de este evento mundial de ecoturismo y tendrá eco en Neuquén y Río Negro. La idea es registrar la mayor cantidad posible de especies de aves.
Las áreas protegidas son lugares estratégicos para la observación de aves debido a su biodiversidad única. Desde el norte al sur albergan una increíble variedad de especies de aves que son de especial interés para los observadores, tanto aficionados como expertos.
Así, el Parque Nacional Lanín y el Nahuel Huapi abren sus puertas para este 11 de octubre. Desde el Parque Nahuel Huapi informaron que además habrá actividades como charlas y exposiciones desde el martes hasta el fin de semana inclusive, donde todo concluirá con el avistaje de aves. Para más información recomendaron ingresar a la página oficial del parque: https://nahuelhuapi.gov.ar/