Esta herramienta se inscribe en el marco del parto respetado donde las mujeres gestantes ocupan un lugar protagónico y se empoderan en la toma de decisiones.
Foto: Freepik.
Redacción El País
Cada vez son más las mujeres que buscan formas de vivir el nacimiento de sus hijos con mayor tranquilidad y empoderamiento. Una alternativa que gana popularidad en el ámbito del parto respetado es el hipnoparto, técnica basada en la autosugestión, la relajación profunda y el control mental, cuyo objetivo es reducir el miedo, el dolor y la ansiedad durante el parto.
El hipnoparto es un método de preparación para el parto que combina técnicas de hipnosis clínica, respiración consciente, visualización positiva y educación prenatal para facilitar un parto más sereno y consciente. Se trata de una herramienta de auto-hipnosis, donde la mujer gestante aprende a acceder a un estado de concentración y calma profunda.
El objetivo principal es reducir el miedo. Según la teoría del “ciclo miedo-tensión-dolor”, desarrollada por el obstetra británico Grantly Dick-Read, el miedo genera tensión muscular y esta tensión, a su vez, incrementa la percepción del dolor. El hipnoparto busca romper ese ciclo, promoviendo un estado de confianza y relajación que permite al cuerpo funcionar de forma más natural durante el trabajo de parto.
El término fue popularizado por Marie Mongan en los años 80 con la publicación de su libro HypnoBirthing: The Mongan Method, aunque sus raíces se encuentran en trabajos previos de obstetras y psicólogos que estudiaron la conexión entre la mente y el cuerpo en el proceso del parto.
Generalmente, se enseña en cursos que pueden incluir educación sobre el proceso fisiológico del parto —eliminando mitos y temores—, técnicas de respiración profunda para acompañar las contracciones, visualizaciones positivas —como imaginar el útero funcionando eficientemente—, afirmaciones y auto-hipnosis guiada, y prácticas en pareja, donde la persona que acompaña también ayuda a crear un entorno seguro y relajado.
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Beneficios del hipnoparto
Estudios y experiencias personales señalan múltiples beneficios asociados al uso del hipnoparto, como reducción del dolor percibido (lo que puede disminuir la necesidad de intervenciones médicas como la epidural), menor duración del trabajo de parto, disminución de la ansiedad y el miedo, mayor satisfacción con la experiencia del parto y participación activa de la pareja, que aprende técnicas de apoyo emocional y físico.
Una revisión publicada en BMC Pregnancy and Childbirth en 2016 indicó que las mujeres que usaron esta herramienta reportaron menor dolor y mayor satisfacción con el parto. Sin embargo, los expertos coinciden en que los resultados pueden variar ampliamente según la preparación, las expectativas y las circunstancias clínicas de cada parto.
El hipnoparto es una práctica segura para la mayoría de las mujeres, especialmente cuando se aplica como complemento a una preparación médica adecuada. Sin embargo, no reemplaza el seguimiento obstétrico ni es una garantía de que el parto será completamente libre de dolor o complicaciones.
No es una fórmula mágica, pero sí una herramienta poderosa para aquellas mujeres que desean vivir un parto más consciente, confiado y empoderado. Al fin y al cabo, como decía Marie Mongan, “el cuerpo de una mujer sabe dar a luz, sólo hay que enseñarle a la mente a confiar en él”.
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