Los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque verán este martes 10 de junio afectados sus vuelos por un paro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el gremio del sindicalista kirchnerista Pablo Biró, que comenzará a las 18 horas y que se extenderá hasta las 2 de la madrugada del miércoles. La medida de fuerza ya afectó a varios vuelos que fueron cancelados.
La protesta de los pilotos incluye solo a los de Aerolíneas Argentinas. La compañía salió ayer a denunciar que se trata de un paro político. «Mientras Aerolíneas hace todo lo posible por no perjudicar a sus pasajeros, Biró los utiliza como rehenes», denunció la empresa.
A través de un comunicado, Aerolíneas informó que fueron cancelados 22 vuelos por la medida de fuerza, mientras que otros 28 fueron reprogramados. Además estimó que 6 mil pasajeros se verán afectados y que la compañía tendrá pérdidas por 1,1 millón de dólares entre daños directos e indirectos.
El paro había sido anunciado por APLA el lunes de la semana pasada y lo atribuyó a «un contexto extremadamente crítico en la industria aerocomercial en Argentina». En un comunicado difundido en sus redes, denunció que se toman decisiones «con liviandad» que «no contemplan el impacto negativo de sus consecuencias».
Aerolíneas Argentinas le solicitó a sus pasajeros que revisen el correo electrónico informado en la reserva para recibir notificaciones sobre posibles cambios en sus vuelos. «Es importante destacar que la medida está enfocada en las terminales de Ezeiza y Aeroparque en una franja horaria específica, por lo que la actividad no estará completamente paralizada», detalló.
De los vuelos que estaban programados para este 10 de junio, con partida desde Aeroparque, el primero de los cancelados es el AR 1718 que tenía destino a Rosario y estaba pactado que saliera a las 18.55. La misma suerte corren otros que debían partir a Bariloche, Mendoza, San Juan, San Luis, Posadas, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia, Río Grande y Trelew.
De los que debían salir desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en el horario del paro, el vuelo a Tucumán que iba a despegar a las 18.55 fue adelantado para las 17.30 y el resto, demorado. Son los que van a Roma, Miami, Punta Cana y Madrid. Todos saldrían durante la madrugada, ya con la medida de fuerza levantada.
En cuanto a los arribos, en Ezeiza la planilla muestra, por el momento, a todos los vuelos como «programados», sin demoras ni cancelaciones anunciadas. En Aeroparque, la mayoría de los arribos también figuran aún vigentes, aunque también hay al menos cuatro ya cancelados.
El reclamo de los pilotos en manos de un gremio kirchnerista
En el caso particular de Aerolíneas Argentinas, los pilotos consideran que existen «inaceptables incumplimientos convencionales perpetrados por la empresa», así como un «prolongado retraso en la pauta salarial». En ese punto, la empresa salió a marcar una postura diametralmente distinta y redujo el conflicto de pilotos a la militancia de Biró y a sus métodos, que calificó de «extorsivos».
«A menos de 20 días de haber firmado el último acuerdo paritario, queda claro que esta medida carece de fundamentos laborales y responde, en cambio, a los intereses políticos de la conducción gremial de APLA, y no a los de sus representados. Durante las reuniones de trabajo mantenidas con ese gremio, incluso después de la firma de dicho acuerdo, nunca se presentaron reclamos adicionales de una urgencia tal que justificaran una medida de fuerza de esta magnitud», contrapusieron desde Aerolíneas Argentinas.
El sindicato kirchnerista también esbozó como motivo del paro la «falta de un plan de desarrollo profesional» y «la ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía».
Subrayaron también que existe una «continua modificación unilateral de procesos y programaciones, y recurrentes fallas técnicas en los aviones que se sostienen en el tiempo, producto de la falta de inversión, que impactan negativamente en las condiciones operativas y laborales de las y los pilotos y en el servicio diario a los pasajeros».
“Es un reclamo integral específicamente de Aerolíneas Argentinas en el que la pauta salarial seguimos estando muy por debajo, no hay propuestas de mejora”, sostuvo a la prensa Juan Pablo Mazzieri, vocero de APLA.
Al mismo tiempo, Mazzieri planteó que existe «una clara desinversión que se ve reflejada en fallas recurrentes en los aviones» y que está situación requiere de los pilotos «un nivel de atención particular o extraordinario» e «impacta en el servicio que se le da al pasajero».
Entre las fallas recurrentes, el sindicalista mencionó: asientos que no funcionan, sistema de entretenimiento que no andan, baños que están inoperativos en vuelos largos.
A inicios de mayo se había conocido que Aerolíneas Argentinas cerró un acuerdo salarial por los meses de marzo, abril y mayo con APLA.
El de pilotos es el más combativo y polémico de los cinco gremios con los que Aerolíneas negocia sus paritarias. Los otros son la Asociación de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Personal Aeronáutico (APA, personal de tierra), la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Unión de Personal Superior (UPSA).
En aquel momento las partes no informaron oficialmente sobre el aumento, pero desde Aerolíneas afirmaron que consistiría en una suba de 2,5% para marzo, 1,3% para abril y 1,3% para mayo. Se trataba de incrementos que estaban por debajo del índice de inflación.
En el mismo comunicado en el que Aerolíneas Argentina informó la cancelación de 22 vuelos y la reprogramación de otros 28, la compañía sostuvo que «a menos de 20 días de haber firmado el último acuerdo paritario, queda claro que esta medida carece de fundamentos laborales y responde, en cambio, a los intereses políticos de la conducción gremial de APLA, y no a los de sus representados».
También sostuvo que durante las reuniones de trabajo mantenidas con ese gremio, incluso después de la firma de dicho acuerdo, nunca se presentaron reclamos adicionales de una urgencia tal que justificaran una medida de fuerza de esta magnitud.
«Como antecedente, APLA ya había amenazado con realizar un paro antes de Semana Santa. En ese momento, y con el objetivo de evitar afectaciones a los pasajeros, la compañía convocó de buena fe a sus representantes y alcanzó un acuerdo que desactivó la medida. Este nuevo paro deja en evidencia el carácter extorsivo de esta práctica: mientras Aerolíneas hace todo lo posible por no perjudicar a sus pasajeros, Biró los utiliza como rehenes. Con dos fines de semana largos y la temporada de invierno por delante, esta dinámica tiene que detenerse», detalló la empresa.
«En un contexto en el que la compañía logró por primera vez desde su estatización un resultado operativo positivo, se vuelve evidente la falta de voluntad de la conducción del gremio para acompañar un proceso que le otorga viabilidad a la empresa. Esto contrasta con su apoyo a gestiones anteriores que registraron pérdidas anuales superiores a los 400 millones de dólares», agregó la empresa a través del comunicado.
D.D.