En el cierre de la jornada electoral en la provincia de Buenos Aires, la Junta Electoral informó que concurrió a las urnas el 65% de los ciudadanos habilitados para votar. Si bien esta cifra superó las proyecciones previas, representa uno de los niveles de asistencia más bajos desde el regreso de la democracia en 1983.
De acuerdo con los datos oficiales, alrededor de 5 millones de bonaerenses no se presentaron en los centros de votación, dejando en evidencia un marcado desinterés o descontento en una elección histórica por otro motivo: es la primera vez que la Provincia decide desdoblar sus comicios respecto de los nacionales.
La concurrencia, aunque menor en términos históricos, resultó superior a lo que se anticipaba durante la mañana, cuando las estimaciones auguraban un nivel de participación aún más reducido. El proceso electoral se desarrolló con normalidad y sin incidentes de magnitud, consolidando un escenario que abre el debate sobre las causas de la caída sostenida en la participación ciudadana en las últimas décadas.