Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.
¿Las mutualistas gozan de buena salud? La pregunta se reiteró en el último tiempo tras la advertencia de las instituciones de que el sistema de salud está “tensionado”, así como por el nuevo gobierno, y la situación del Casmu el prestador intervenido por el Poder Ejecutivo desde julio pasado, con el cercano fantasma del cierre de Casa de Galicia.
Responder esta pregunta no es sencillo, tanto por los números que se miren, como por a qué escala se realiza el análisis: si la lupa se pone a nivel nacional o por institución. Para acercarse a una respuesta, el Ministerio de Salud Pública (MSP) publica todos los años en su página web un informe del Estado de Situación Patrimonial (ESP), con datos económico-financieros de gran parte de los prestadores.
Se trata de una planilla que contiene el detalle de todos los activos y pasivos de cada una de las 34 mutualistas del país –no incluye ASSE, ni los seguros privados- por ejercicio, que abarca hasta el 30 de setiembre. Allí, además, se distingue entre la situación en Montevideo, en el interior y todo el país. El MSP también informa allí desde las deudas comerciales al patrimonio de cada mutualista.
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Los resultados del ejercicio del año pasado muestran que a nivel de las mutualistas, el activo (US$ 2.008 millones) fue superior al pasivo, (US$ 1.075 millones). Los cálculos en dólares constantes del año 2024 arrojan que el pasivo del último balance fue superior a los US$ 1.035 millones en 2023 y a US$ 1.004 millones en 2022.
Las mutualistas deficitarias en el ejercicio 2024 fueron cinco (Cudam, Universal, Camcel, Comef y Asociación Médica de San José), la mitad de las once que estuvieron en esta situación en 2023 (Cudam, Cosem, Médica Uruguaya, Comeca, Camec, Comeflo, Comef, Crame, CAMY, Comero y CAMS). Las mutualistas del interior en su conjunto tuvieron en 2024 un “resultado del ejercicio” positivo de US$ 20,4 millones y las capitalinas también (US$ 14,8 millones).
La publicación de estos datos está vinculado con que los prestadores del SNIS se sustentan con una cápita por afiliado que paga el Estado, compuesta por aportes salariales y de aportes extra de Rentas Generales –que en 2024 superó los US$ 800 millones- para sostener el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), corazón del sistema de salud vigente desde 2008.
Como han señalado autoridades del MSP y expertos de la salud, hablar del sistema en su totalidad es complejo ya que cada institución tiene su realidad particular. Esto en un contexto de baja población, donde los adultos mayores tienen acceso a prestaciones que no se sustentan con sus aportes, y una pérdida de afiliados. Al mismo tiempo que persisten las críticas de usuarios por los tiempos de espera de consultas médicas, operaciones y acceso a los medicamentos.
El “resultado del ejercicio” por prestador no es el único indicador que miran los expertos en materia económica-financiera de la salud. Por ejemplo, en el informe se señala que el “total del pasivo” por mutualista es superior a años previos, no es proporcional a la cifra de afiliados y osciló entre US$ 30 millones a unos US$ 240 millones por prestador.
Médica Uruguaya, el prestador con más afiliados Fonasa (305.259) tuvo en 2024 un pasivo de US$ 67,6 millones. Por debajo de lo registrado por la Asociación Española, segunda con más cantidad de usuarios (170.862), que llegó a US$ 236,2 millones, el pasivo más alto del sistema. Casmu, tercera en cantidad de afiliados (153.827) tuvo un pasivo de US$ 213,5 millones en 2024.
El informe ESP también da cuenta de los “resultados acumulados de ejercicios anteriores”, que en 11 de los 34 mutualistas hubo saldo negativo (Asociación Española, Hospital Evangélico, Casmu, Cosem, Cudam, Gremca, Gremeda, Camec, Comef, Camdel, Comeri).
Casmu registra US$ 99,4 millones de balances negativos acumulados –la cifra más alta del último informe- seguido de la Asociación Española (US$ 60 millones) y Gremca (US$ 21,2 millones).
Mientras las mutualistas del interior del país tuvieron al año pasado resultados acumulados de ejercicios anteriores positivos por US$ 167.3 millones, las instituciones capitalinas registraron un balance negativo de US$ 23,4 millones.
La mutualista intervenida por el Poder Ejecutivo desde julio de 2024 cerró el año pasado con un balance positivo de US$ 621.735, por debajo de los US$ 2,6 millones a favor que arrojó en 2023 y US$ 2.9 millones en 2022, también a valores constantes del año 2024, como en el resto de comparaciones.
El Casmu alcanzó en el último balance un activo de US$ 176,5 millones y un pasivo de US$ 213,5 millones. El patrimonio cerró con un déficit de US$ 36,9 millones en 2024, misma cantidad que en US$ 38 millones en 2023, y similar a 2022 (US$ 37.8 millones).
Los resultados acumulados llegaron en 2024 a US$ 99,4 millones, cuando en 2023 era US$ 102,1 millones, y US$ 95,4 millones en 2022. Y el total del pasivo y patrimonio de Casmu fue de US$ 176,5 millones en 2024, frente a US$ 172,4 millones en 2023, y US$ 157,3 millones en 2022.
Otro aspecto del informe es que las deudas comerciales de la mutualista intervenida llegaron a US$ 63,5 millones el año pasado, frente a US$ 67,1 millones en 2023, cuando eran US$ 44 millones en 2022. Las deudas financieras llegaron US$ 42,4 millones el año pasado, por encima de los US$ 24,3 millones en 2023, y US$ 25.8 millones en 2022.
Un punto que informó el MSP días atrás es una nueva caída de usuarios Fonasa en la tercera mutualista. Mientras en diciembre de 2024 contaba con 155.371 afiliados -lejos de los 160.000 de 2022- mientras que en abril de 2025 -último dato disponible- sumaba 153.327 usuarios.
El gobierno de Yamandú Orsi impulsó la Ley Casmu para, entre otros cambios, extender el plazo de trabajo de los interventores, que regía hasta julio de este año. Hay reuniones “semanales” entre el MSP y los interventores para “monitorear” la marcha del Casmu, indicaron a El País fuentes ministeriales.
Por el momento, Casmu no recibió aún los $ 938 millones pendientes de un préstamo con garantía estatal. La directiva de la mutualista, además, pidió por carta una reunión “urgente” con el ministro de Economía Gabriel Oddone, para lograr el desembolso. Fuentes de la institución indicaron a El País que ASSE le debe unos “$ 450 millones” a la fecha.
Por otro lado, la situación de Cudam es de las más delicadas del sistema. La mutualista registró en 2024 un balance negativo de US$ 3,1 millones -el más alto de 2024- con un salto en el pasivo (US$ 13,9 millones), en las deudas comerciales (US$ 5,6 millones) y de deudas financieras (US$ 709.598).
El estado de Cudam motivó en reuniones con el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), que días atrás resolvió pedir al MSP una «postura activa ante la grave situación», y una reunión con el ministerio ante la «preocupante situación financiera» de la mutualista, que tiene 45.870 afiliados.
