En el marco de la Fiesta Nacional del Golfo Azul, este sábado 19 de abril, Las Grutas será el escenario donde Río Negro presentó un ambicioso Programa de Cava Submarina en el Golfo San Matías. Esta iniciativa pionera, liderada por el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, combina ciencia, innovación y el potencial del Atlántico para posicionar a la provincia como referente en la crianza submarina de vinos.
El programa, abierto a bodegas rionegrinas, utiliza tres jaulas de acero inoxidable sumergidas en una zona de baja turbulencia y profundidad controlada. Con capacidad inicial para más de 680 botellas, el sistema aprovecha las condiciones únicas del golfo —presión, temperatura estable y oscuridad— para ofrecer un añejamiento lento y distintivo.
Este proceso, que comenzó con la experiencia de Bodega Wapisa, ahora se expande para que más productores puedan madurar sus vinos bajo el mar, fortaleciendo la identidad vitivinícola de la región.
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El programa utiliza jaulas de acero inoxidable sumergidas en una zona de baja turbulencia y profundidad controlada.
Más allá del vino, el proyecto tiene una visión de futuro: incorporar destilados, hidromieles, aceites y bebidas fermentadas, diversificando la oferta y agregando valor a los productos rionegrinos. La iniciativa no solo impulsa la innovación enológica, sino que también promueve el enoturismo, invitando a visitantes a descubrir la magia de los viñedos que se conectan con el océano.
Este programa es un reflejo del espíritu de Río Negro: integrar saberes locales con proyección global, desde los viñedos patagónicos hasta las profundidades del Atlántico. Con esta apuesta, la provincia busca consolidar su lugar en el mapa mundial del vino, ofreciendo una experiencia única que une mar, ciencia y producción.
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El proceso, que comenzó con la experiencia de Bodega Wapisa, se expande a más productores.
La experiencia de Wapisa
Es una innovadora bodega ubicada en San Javier, Río Negro, ha llevado la vitivinicultura a nuevas profundidades con su proyecto de cava submarina en el Golfo San Matías. Inspirados por la creencia de que un año bajo el agua equivale a tres en una bodega tradicional, en 2019 iniciaron un ambicioso experimento en colaboración con la Universidad Comahue. El objetivo: estudiar cómo la temperatura, la luz, la presión y los movimientos marinos a diferentes profundidades influyen en el envejecimiento del vino.
El proyecto dio sus primeros frutos cuando Wapisa sumergió 1.500 botellas de Malbec 2017 a 10 metros de profundidad. En agosto de 2020, tras ocho meses bajo el mar, las botellas fueron rescatadas y catadas. Los resultados fueron sorprendentes: el vino submarino mostró una complejidad aromática superior, con intensos matices frutales, mayor madurez y un final más prolongado en boca, superando a los vinos envejecidos en la cava tradicional de la bodega.
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“La evolución del vino superó nuestras expectativas”, celebraron desde Wapisa, destacando la riqueza y sofisticación que el entorno marino aportó a su Malbec. Este éxito consolida a Wapisa como pionera en la crianza submarina en Argentina, demostrando que el Golfo San Matías no solo es un tesoro natural, sino también un aliado excepcional para crear vinos únicos. Con esta apuesta, la bodega patagónica no solo innova, sino que redefine los límites de la enología, uniendo ciencia, naturaleza y pasión por el vino.