Sáb, 13 diciembre, 2025
32.7 C
Buenos Aires

Pau Luque: “La obsesión por las soluciones es irracional”

Como una línea de bajo que se sostiene a lo largo de una canción, en Ñu (Anagrama), del ensayista barcelonés Pau Luque, hay un flujo de experiencias, relatos y reflexiones hilvanados que transcurren por Génova, la ciudad catalana de Vilafranca del Penedès y el DF mexicano, entre otros sitios. Hay visitas a un cementerio luminoso, el recuerdo de un bar al que por una confusión lo adoptan como refugio muchas parejas swingers, diálogos con una poeta a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas y mucho más.

El filósofo Pau Luque. Foto: Johanna Marghella, gentileza editorial.El filósofo Pau Luque. Foto: Johanna Marghella, gentileza editorial.

Decir de un libro así que es “inclasificable” es asignarle un solo género, aparte de ser un lugar común. Quizás sea más apropiado pensarlo como un texto que rumia, tal como hacen los propios ñús, un tipo de antílopes africanos. Y ese carácter rumiante de la obra le permite al autor macerar ideas e historias, que incluyen como núcleo filosófico distinguir entre respuestas y soluciones.

Vía meet, Clarín dialogó con Luque, ganador en 2020 del Premio Anagrama de Ensayo por Las cosas como son y otras fantasías. La obsesión contemporánea por pensar cualquier cosa en términos de problema–solución, el rol de las redes sociales, la reivindicación de la conversación, el papel de la música en su obra y el debate internacional sobre las universidades aparecen en la charla.

–El libro toma elementos de distintos géneros. ¿Fue una decisión consciente al momento de escribirlo?

–No estoy seguro de que el hecho de que sea tan fragmentario sea fruto de una decisión iconoclasta, sino más bien es una expresión de mis límites, de mi carácter dubitativo, supongo. Intento hacer ficción y a la mitad de camino me desanimo; intento a hacer ensayo clásico y a mitad de camino me desanimo; me pongo a hacer crónica y a mitad de camino me desanimo…entonces pongo juntas todas esas veces que me he desanimado y sale este libro.

–“Solo la conversación ensancha la vida”, señala el narrador en Ñú. Pareciera que la conversación es una actividad devaluada en estos tiempos. ¿Coincide?

–La conversación cobra valor porque ha disminuido en tanto se tienen interacciones verbales solo con algún fin o propósito. Esto nada lo expresa mejor que los modelos de IA al que uno le pone un objetivo: “Quiero que me digas la mejor manera de cambiar dólares en Buenos Aires”. Siento que es la síntesis de una manera en la que nos comunicamos. Pero la conversación no tiene un fin, uno se junta a conversar con un amigo o una amiga y nunca sabe cómo terminará, la gracia de la conversación es que no tiene un propósito, no tiene un objetivo.

–En Las cosas como son afirmaba que existe una “avidez contemporánea de tener respuestas unívocas”. ¿Estaba ya en ese libro la semilla de Ñu?

–Sí, el otro veía una publicidad que decía “vendemos soluciones”. Esa publicidad presupone que el resto de los habitantes de esta sociedad occidental configuramos el mundo a través de que todo es un problema y por lo tanto tiene una solución. Pero ni es cierto que todo sea un problema ni es cierto que haya una sola solución. La idea de que no hay una sola manera correcta de hacer las cosas me ha resonado en la cabeza desde hace bastantes años, pero tardé en articular con la escritura la manera en la que quería transmitir esa inquietud.

–Existe en la actualidad un discurso muy fuerte de que todo lo solucionarán determinadas tecnologías, sobre todo las digitales…

–A lo largo de la historia moderna de Occidente se dan estos picos, estas burbujas, donde irrumpe alguna novedad tecnológica que cambia realmente la vida de las personas y se produce una especie, casi por ósmosis, de ideas según la cual como esa irrupción tecnológica funcionó, todo va a parecerse a ella. Hay una fiebre según la cual se cree que la IA va a resolver todos los problemas que tenemos y de manera elegante, ecológica, etcétera. Y eso es irracional. Las grandes irrupciones tecnológicas resuelven algunos problemas pero es probable que empeoren las cosas, en otro sentido.

–Las mismas promesas se decían de Internet en los 90…

–Sí, y recuerdo que de las redes sociales se decía “por fin llegan las condiciones para la democracia deliberativa, el gran sueño del Ágora griego, al fin tendremos los mejores resultados para las decisiones políticas”. Si las redes sociales han tenido algún poder no ha sido precisamente el de exacerbar la democracia deliberativa. Más que recrear ese Ágora griego, destruyeron lo poquito que habíamos logrado consolidar en esa dirección. Esas innovaciones tecnológicas son como los medicamentos, buscas uno para curar las alergias y entonces descubres que los antiestamínicos inducen el sueño. Siento que estas irrupciones tecnológicas son parecidas, creemos que dimos con la llave de la democracia deliberativa con las redes sociales y conseguimos otra cosa, como grandes ratos de diversión y memes.

El filósofo Pau Luque es autor de Ñu. Foto: gentileza editorial.El filósofo Pau Luque es autor de Ñu. Foto: gentileza editorial.

–En el libro aparecen mencionadas escritoras argentinas como Alejandra Pizarnik y Mariana Enríquez. ¿Qué contacto tiene con la literatura argentina?

–Pues sí, tengo contacto en un sentido muy desordenado. Tengo contacto como tengo con la literatura española, catalana o mexicana, nunca he sido ordenado al respecto. Hay dos autores que me gustan mucho: (Juan José) Saer y Martín Kohan. Conozco, también la he leído y me gusta lo que escribe, Mercedes Halfon. He leído cosas de Fabián Casas, también de Margarita García Robayo, que no es argentina pero lleva muchos años acá. De los clásicos–clásicos, Borges, etcétera. Me gustaría que me guste Aira pero escribe tanto que me da miedo elegir el libro equivocado y que se me pasen las ganas de leerlo.

–En Ñu dice: “Uno escribe para liberarse del pasado, no para comprometerse con el futuro”. Esa idea choca con quienes creen que debe ser un instrumento de combate…

–Siento que la literatura tiene una función de purga, de metabolizar, de catarsis, cuando funciona. Las cosas suceden y siento que obsesionarse mucho con la idea de que hay que cambiar y transformar y estar comprometidos con el futuro no es algo que tenga mucho que ver con la literatura. Me parece bien la gente que lo hace pero yo tengo un temperamento diferente, que no va por ahí. La literatura si tiene una función política y puede cambiar las cosas es porque no es militante, porque la relación que tiene con el futuro es mucho más sutil, mucho más sofisticada.

–Hay muchas alusiones a la música en su último libro: a Nick Cave, a Pink Floyd, a Tom Waits, a El Último de la Fila, a Guns N’ Roses. ¿Cumple una función importante lo musical en su vida y su obra?

–Si, totalmente. Claramente la música es el arte superior a las demás. Tiene un poder de inmediatez y de síntesis de sentimientos que no tiene ningún otro arte. Es muy superior a la literatura y no digamos ya al cine, que es claramente inferior, entre esas tres artes. Esto lo digo de manera un poco provocadora pero realmente lo pienso. Me hubiera gustado ser músico, no filósofo.

–Es doctor en Filosofía del Derecho y docente e investigador en la UNAM. ¿Qué opina del discurso de ciertos dirigentes internacionales, como Trump, contra las universidades en general y las humanidades en particular, acusándolas a aquellas de ser una élite?

–Ya, pues digamos que respecto del discurso crítico contra las humanidades, no es nuevo, viene de lejos. Tiene que ver con una incomprensión, creo, del papel que deben jugar las humanidades, que deben dar sentido a ciertas visiones del mundo. Y sí es verdad que se ha engendrado cierto elitismo moral en las universidades, seguramente en Estados Unidos, que es el lugar más tóxico del mundo, en ese sentido. Y como tienen una gran capacidad de exportación cultural abominable, eso llega a todos los lugares. Ahora, las universidades también son focos de resistencia. Y sospecho que en algunos lugares de Occidente, creo que puede ser el caso Argentina, más que una élite moral pueden ser un foco de resistencia. Yo creo que estamos un poco en una transición, tuvieron esa función de elitismo moral ciertas universidades y estamos entrando en un estado en que cumplen el rol de resistir, que es yo creo el rol que deben cumplir; no el de élite moralista.

Pau Luque básico

  • Nació en Barcelona, en 1982.
  • Ganó el Premio Anagrama de Ensayo 2020 con Las cosas como son y otras fantasías y es coautor, junto con Natalia Carrillo, del ensayo breve Hipocondría moral.
  • Colaborador de El País, le interesa el cruce entre filosofía, moral y literatura. Desde 2014 vive en Ciudad de México y es investigador en Filosofía del Derecho en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
  • Su última obra es Ñu, un libro excepcional, tan brillante como inclasificable.

Ñu, de Pau Luque (Anagrama).

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

«Es increíble que reconozcan a una violadora», el descargo del nieto de Marina Jiménez luego de que fuera condenada por abuso sexual

Con seguridad la decisión de un juzgado civil de condenar a Marina Tondini de Jiménez (74), bailarina y directora...

Llegó el documental que retrata la fascinante historia de las ballenas Sei en el Golfo San Jorge

El jueves 11 de diciembre, Jumara Films, en colaboración con National Geographic Pristine Seas, presentó SEI, la ballena desconocida,...

Un viernes con 34° de máxima y lluvias en el horizonte: cómo estará el clima en el AMBA este fin de semana

La semana arrancó en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores con temperaturas tolerables, aunque con el correr...
- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí