En la historia de la música country, hay un personaje fascinante pero no exactamente por su musicalidad, sino por su carácter y una marcada reciedumbre. Paul English (1932-2020) se hacía llamar “El diablo” y fue baterista por más de cincuenta años del célebre cantante y compositor Willie Nelson.
Paul English se vestía como un personaje que encarnaba al diablo. Ropas negras, capa forrada en satén rojo, botas rojas y patillas terminadas en punta que creaban una simetría con una barba perfectamente definida. Parecía Mefistófeles.
Nunca salía de casa desarmado, frecuentaba a la pandilla motoquera Los ángeles del infierno y no le hacía asco a ninguna pelea ni a partirle la cabeza a nadie en clubes y bares si estaba en discusión el cachet de su querido jefe. Dicen quienes lo conocieron que era duro, pero nunca malo.
Se sabe que el circuito del country es duro, gente muchas veces áspera, violenta incluso. Algunos productores, managers y músicos muestran esa manera de relacionarse y Paul English, en ese medio, se movía como pez en el agua.
A English su fama lo terminó precediendo e impuso su reciedumbre a la hora de cobrar en algunos antros donde cantaba Nelson y algún productor inescrupuloso pretendía no pagar. La leyenda cuenta que hasta se involucró en un tiroteo para forzar al dueño de un club a pagar lo que les debía. En fin, un baterista todo terreno.
Entró en la banda de Willie Nelson en 1956 y al poco tiempo se autodesignó guardaespaldas del grupo y de Nelson, especialmente. Era un tipo rudo, por momentos excesivamente violento. Demostró que era un eximio peleador callejero con “puños de acero” y gracias a esas cualidades logró sacar al grupo de situaciones peligrosas en la carretera.
English nació en Vernon, Texas, en noviembre de 1932; vivió hasta más allá de su adolescencia en casas rodantes, en Fort Worth. Evidentemente la familia tiene una facilidad natural para el ritmo, sus hermanos Oliver y Billy tocaban la batería como su hijo Paul II y su nieto Paul III, “Trey”.
Cómo comenzó la sociedad
Un día de 1956, su hermano Oliver le pidió a Paul que se tomara el día y lo reemplazara detrás de los tambores en un programa de radio con música en vivo que duraba 30 minutos en una radio de Fort Worth y así lo hizo.
“Un pelirrojo desconocido contó uno, dos, tres, va… y yo empecé a seguirlo”, recordó English. Su actuación fue un éxito y lo tomaron de manera permanente en la banda. Como se sabe, no mucha gente el mismo día que empieza a tocar la batería emprende una carrera y Paul es uno de ellos.
Desde ese momento nació una sociedad para toda la vida con la mismísima leyenda del country, el pelirrojo Willie Nelson.
Antes de edificar esta sociedad, English llevaba una vida delictiva. Estuvo preso en su adolescencia en el reformatorio de Ellis, fue proxeneta y matón de Cowtown. Ya en sus veintes comenzó a trabajar en la compra y venta de automóviles usados, en Houston y Fort Worth.
Atento y vigilante. Paul English, de pie, en una de las sesiones de grabación de Willie Nelson.Además de Willie Nelson, era admirador de dos conocidos mafiosos, Benny Binion, vinculado al juego en Las Vegas, y al texano Herbert “El gato” Noble, que vivió a ocho intentos de asesinato, de ahí su sobrenombre.
“La primera vez que toqué la batería profesionalmente fue con Willie; así empecé. Es la pura verdad. Mi primer trabajo fue con él y también será el último”, señaló en una entrevista con la periodista Rachel Stone.
“En los comienzos, el grupo de Nelson no tenía transporte y nos apiñábamos en una camioneta con un remolque atrás con los equipos, guitarras y batería. Nos divertíamos como locos y lo seguimos haciendo, pero nos damos cuenta cómo están las cosas en estos tiempos y lo hacemos de otra manera, quizás no tan salvajemente”, añadió English.
No me importa el dinero
Sobre su carrera con Nelson, English señaló: “La banda nunca se propuso ganar millones de dólares o conseguir encabezar las listas de discos más vendidos. Sólo queríamos tocar música; queríamos hacerlo lo mejor posible”.
El Diablo y su capa. Así lo apodaban a Paul English, que iba armado y se aseguraba de cobrar las actuaciones de Willie Nelson. Foto: Cortesía Scott NewtonEl baterista recordó que durante mucho tiempo fue difícil ganar dinero haciendo música country (se habla que en esta etapa de la carrera de Nelson, era English el que financiaba viajes y hoteles con su actividad en el rubro automotor).
Desde ya, luego que Nelson tuviese éxitos como Blue Crying in The Rain, If You’ve Got the Money, I’ve Got The Time, Mammas Don’t Let Your Babies Grow y Pancho and Lefty, el asunto de ganar de dinero dejó de ser la parte difícil de la historia.
Y aunque las giras constantes son a veces difíciles de sobrellevar, English admitía en 2007: “Me sigue encantando acercarme a mi asiento para tocar la batería en el escenario con mi amigo Willie. Aquí, estamos, con 75 años, recorriendo carreteras y haciendo lo que nos gusta lo mejor que podemos».
Y agregaba: “Quizás no es la mejor forma de vida, sigue siendo una vida dura pero viajamos bien ahora y no en el “Tube” (el viejo ómnibus con el que hacían las giras)”.
Sobre Willie Nelson, English sostenía “Llevamos tanto tiempo siendo amigos que no tengo que decir nada bueno de él. Sabemos dónde estamos y lo admiro muchísimo”.
Es evidente que la admiración es mutua; en 1971, Nelson le dedicó la famosa canción Me and Paul, tema que habla sobre las aventuras que corrieron juntos; una especie de diario de viaje que narraba algunos percances memorables y seguramente ilegales en Laredo, Milwaukee y Buffalo.
“Hay algo en mi amistad con Paul que me recuerda a Tom Sawyer y Huk Finn -contó Nelson-. Tom era más civilizado y Huck, más alocado y aunque yo era bastante alocado a los 22 años, diría que Paul era aún más alocado que yo. Sin embargo, al igual que Tom y Huck nos convertimos en equipo y nada podría separarnos jamás”.
English se convirtió en poco tiempo en una leyenda dentro del circuito country. Dicen que podía intimidar con su mirada y que sus modos encubrían una “peligrosa” amabilidad. No era de hablar mucho y, en algunas ocasiones, se volvía imprevisible, pero todos lo definen como un tipo justo.
Durante un show en un bar de carretera cerca de Houston, se rompió la mano con la cara de un tipo que les había tirado una lata al escenario y a la noche siguiente tocó metiendo el palillo en el yeso.
Una vez, en diciembre de 1977, un conocido le pasó un revólver pequeño y al guardarlo atrás del cinturón se disparó, hiriéndose en la parte trasera de la pierna. Le curaron la herida en el hospital y se fue al estudio a seguir grabando con Nelson el álbum Stardust.
Paul English, a la derecha de Willie Nelson, una leyenda de la música country de los Estados Unidos. Paul English se retiró hacia 2010 y aunque continuó junto con Willie Nelson, Neil Young y John Mellencamp con la fundación Farm Aid (que busca salvar a los pequeños agricultores de las deudas hipotecarias tomadas con el sistema bancario) en la que era tesorero, casi desapareció de la vida pública dedicando su tiempo a jugar al golf.
Murió el 11 de febrero de 2020, en su casa de Dallas, por una neumonía aguda. Tenía 87 años. «Nos quedamos muy impactados cuando murió y creo que lo que más nos impactó fue que algo pudo matarlo”, dijo Janie Tillerson, su esposa durante 41 años.
