El presidente de Colombia, Gustavo Petro, prohibió oficialmente la entrada al país de la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, a quien acusó públicamente de tener vínculos con mafias y de atentar contra la dignidad nacional colombiana.
La orden fue emitida en cadena nacional durante un consejo de ministros, donde Petro instruyó a la canciller Laura Sarabia:
“Usted tiene que expedir el acto administrativo prohibiendo la entrada de la fiscal de Guatemala a Colombia y de sus amigos mafiosos. Eso lo quiero para mañana”.
La decisión estalla tras conocerse que un tribunal guatemalteco emitió una orden de captura internacional contra la fiscal general colombiana, Luz Adriana Camargo, y el exministro de Defensa y embajador ante el Vaticano, Iván Velásquez, por su rol en el caso Odebrecht.
Ambos fueron acusados por la fiscalía guatemalteca de firmar acuerdos anómalos con directivos brasileños cuando trabajaban en la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), una instancia respaldada por la ONU.
La sala que ordenó las detenciones ha sido fuertemente criticada por mantener encarcelado sin pruebas al periodista José Rubén Zamora, por perseguir al Movimiento Semilla y por sus fallos contra el Tribunal Electoral tras los comicios de 2023.
El secretario general de la ONU, António Guterres, fue enfático: ambos funcionarios gozan de inmunidad internacional, por lo que la orden de arresto carece de sustento legal.
Petro no se contuvo:
“La Fiscalía guatemalteca obedece al crimen”.
El choque diplomático escala mientras crecen las denuncias sobre la politización de la justicia en Guatemala y su uso para silenciar opositores.
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