Hace diez años, el Papa Francisco, habló de su país y la advertencia que dio fue profética. La Argentina corría peligro de «mexicanizarce». Es decir, que adquiriera hábitos delictivos y padezca las consecuencias del crimen organizado como la nación azteca.
Hace diez años, se leía acerca del combate a las drogas en México, infructuosa, porque quien la combatía benefició a un solo cartel, el de Sinaloa, que doblegó con la ayuda gubernamental al resto de los grupos delictivos en pugna. En el medio murieron miles de ciudadanos mexicanos, en una orgía de sangre que aún continúa y con escenas grabadas de torturas y descuartizamientos de cadáveres.
Política y narcotráfico: fuerte denuncia de una candidata a diputada
Pues bien, septiembre de 2025 será recordado por la monstruosidad que aparentemente ordenó cometer un narco peruano de 20 años, apodado «pequeño Jota», sobre tres mujeres a las que sometieron y mataron en Florencio Varela.
Pero también se recordará el caso que involucra al economista y diputado nacional del oficialismo, José Luis Espert, al que hora tras hora, se le hace cada vez más difícil explicar su conexión con Fredy Machado, otro narco, argentino, de los más importantes, al mismo nivel que los brigadieres Juliá, acusado de haber logrado introducir miles de kilos de cocaína y otras drogas a los Estados Unidos cuyo sistema penal lo está esperando con los brazos abiertos.
Francisco se alarmaba por lo que sucedía en Rosario en 2015 y la reacción del gobierno de Mauricio Macri fue la de minimizar el problema. Insólito. Desde entonces, mucha agua pasó bajo el puente y hoy María Eugenia Talerico, una dirigente del PRO que se postulará por el partido Potencia de Ricardo López Murphy, realizó declaraciones periodísticas y sostuvo que el tema narco y su relación con la política ya está instalado en el país.
«En Santa Fe, hay un senador con lazos comprobados con el narcotráfico. En el Norte no tengas dudas. Cuando fue directora de la unidad de información financiera (UIF) estuvimos en casos de concejales de Salta que eran narcos. Se va metiendo el narcotráfico en la vida institucional y la forma más fácil es que financien campañas. América Latina tiene la amenaza de los países productores de cocaína y los cárteles que operan desde Venezuela hasta México. Es un riesgo muy importante para Argentina».
Eugenio Burzaco fue diputado y ex jefe de la policía metropolitana entre 2009 y 2011 y se mostró sorprendido por el poco compromiso existente entre las autoridades de la CABA y la provincia de Buenos Aires para coordinar acciones de lucha contra narcotraficantes.
El exfuncionario calificó como «suicida» la falta de entendimiento y coordinación entre las fuerzas de seguridad ante organizaciones tan sofisticadas. «El crimen organizado viene avanzando, el narcotráfico se hace más sofisticado, no es tan fácil agarrarlo», señaló, y lamentó la ausencia de una ley de extinción de dominio, que considera vital para atacar la ruta del dinero.
Lo ocurrido con las tres jóvenes que cayeron bajo la violencia narco desvela el accionar de bandas que, en principio, no estarían tan aisladas de los grandes centros urbanos nacionales. Burzaco destacó la magnitud del PCC, al que describió como «probablemente el principal cartel de drogas de toda América Latina», con casi 40.000 miembros y redes de conexión que ya muestran presencia en el noreste argentino.
México es el ejemplo de todo lo que puede ocurrir. Es el principio de la historia, pero no el final. Los dólares negros que mueve la economía narco es uno de los principales aceites que mantiene con fluidez los engranajes de la economía y las finanzas mundiales. Es un juego demasiado grande para la Argentina, pero el país tiene su parte en ese negocio.
Y, el problema con el crimen organizado es que para subsistir en el tiempo, necesita corromper a las autoridades de la sociedad civil. A las autoridades democráticas, a sus representantes y a sus administradores judiciales. Corrompen funcionarios públicos (fuerzas de seguridad, jueces, fiscales, funcionarios de aduana, concejales, intendentes, organismos de control, etc.) para conseguir impunidad e inacción de su parte, para eliminar adversarios y desarrollar el negocio.
Como señalan los especialistas, cuanto más alto es el nivel de corrupción, hay mayor nivel de penetración del narcotráfico en la sociedad.
Talerico sostiene que el caso que involucra al «profe» Espert es grave. Es candidata y hay campaña, pero le quedan muchas preguntas acerca de la relación del economista con el encarcelado Fredy Machado. «No hay duda de que usó el avión y la camioneta de Machado, un señor que después resultó involucrado en narcotráfico en Estados Unidos. Ahora aparecen transferencias en el expediente americano que dicen ‘José Luis Espert’. Lo que pregunto es: ¿devolvió la plata que recibió? Porque de los narcos en este país tenemos que estar muy lejos. Si hay una sospecha, tiene que ser descartada con argumentos muy sólidos», sostuvo, públicamente.
El poder desintegrador de las instituciones de parte del narcotráfico era visible una década atrás cuando, por ejemplo, el jefe de la Policía de Santa Fe y los más altos funcionarios de la policía de Córdoba fueron detenidos e imputados como cómplices del desarrollo de bandas de narcos en sus provincias. Los casos de concejales e intendentes involucrados en la materia se suman cada año que pasa. Y, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, ha hecho su campaña prometiendo luchar activamente contra el crimen organizado, incluso movilizando tropas del Ejército, que pueden actuar de manera muy limitada por la legislación actual, en el norte del país.
Sin embargo, cerca de la ministra, aseguran a iProfesional que no pueden creer como «tanto trabajo para demostrar que las cosas cambian en la Argentina y que están dispuestos a dar la batalla contra el narco, se va a dilapidar, por una transferencia de u$s200.000 que cobró hace unos años José Luis Espert por asesorar a una empresa minera, propiedad del narco más reconocido de la Argentina en la actualidad».