Con la llegada del buen tiempo, apetece más que nunca arreglarse un poco y salir a la calle con ese aire coqueto y despreocupado que desprenden la primavera y el verano. Vestir bien no es solo una cuestión de estética, sino de actitud: cuando te pones una prenda que te queda bien, se nota en cómo caminas y en la seguridad que transmites. Pero ojo, eso no significa que tengas que vaciar tu cartera para conseguirlo.
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