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domingo, agosto 3, 2025

Ponte Perro, el nuevo fenómeno del RKT: del día en que su padre preso lo conoció en la cárcel, a su deseo de compartir música con L-Gante, Callejero Fino y Lali: “A ella hasta le cocino”

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-Mi papá fue mi ejemplo, aunque un ejemplo al revés -sonríe ante su propia repentización. 

-¿Al revés? 

-Y sí. Me marcó dos caminos, el bueno y el malo. Y ahí está cuál quiere elegir uno. Él no era un ejemplo de nada, pero era mi papá, y sus errores me enseñaron un montón: lo que hoy en día soy, le pude mostrar a mi madre y ahora les puedo mostrar a mis hijos, a mi hermano, a mi sobrino. Yo le re-pongo el pecho a todo como puedo, pero esquivando los malos rumbos. Es la vida que elegí porque no quería que se repitiera la historia ni las cosas que vi y siempre busqué que los más chicos de la familia se den cuenta de que el sendero no era por ahí. 

“Ejemplo”, “camino” “papá”, “madre”, “re”, “la vida que elegí”, “las cosas que vi”, “familia”, son algunos de los términos a los que este muchacho bonaerense acude apenas se sienta frente a Revista GENTE, y a la vez los que hará propios recurrentemente a lo largo de una entrevista que recorrerá  -a veces con dolor y pesadumbre, otras con satisfacción y alegría, pero siempre con esperanza- la historia personal y artística del nuevo fenómeno del RKT, Ponte Perro, palabra compuesta que ahora añadimos nosotros. 

“COMO BARBERO, EN LA MÚSICA O DESDE EL OFICIO QUE SEA, SIEMPRE ME DESAFIÉ: ‘SI VOY A HACER ALGO, TENGO QUE SER ALGUIEN EN ESE ALGO’. Y PELEÉ DURO POR CONSEGUIRLO” 

Ponte Perro
Mario Emanuel de los Santos en el estudio de Atlántida. «Lo del nombre -explica- surgió de “ponete, perro”, “amigo”, ¿viste esos berretines de la calle? La frase derivó en el nombre de mi barbería y al final, en mi nombre artístico».

Aunque una recorrida por los datos suministrados por Internet afirme lo contrario, respiró su primera bocanada de aire puro el miércoles 6 de mayo de 1998 en el porteño Hospital General de Agudos Carlos G. Durand. “Por ahí sale que fue el 5 de junio, pero yo llegué a este mundo un mes antes”, refuerza la información quien se criaría en el barrio Iparraguirre, de Ituzaingó, “justo en la división entre las ciudades de Libertad y San Antonio de Padua. Las calles Ortiguera y Piedras, esos lados”, sigue puntualizando Mario Emanuel de los Santos, “como realmente me llamo”

Ponte Perro
En 2024 se convirtió en el tercer argentino -luego de Nathy Peluso y Trueno- en protagonizar una sesión en Colors Studio (plataforma de música estética con artistas diversos y excepcionales de todo el mundo, conocida por descubrir talentos globales del nivel de Billie Eilish y Doja Cat), que derivó en nueve millones de reproducciones y en un video original que superó los 11.

-¿Y por qué “Ponte Perro”, Mario? 

-Viene de la “academia de la barbería”, por así decirlo. De muy chico encontré ese oficio, que hoy desarrollo sólo como hobby, para relajarme, porque de tanto en tanto meto algún cortecito familiar, me quedó la habilidad. Surgió de “ponete, perro”, “amigo”, ¿viste esos berretines de la calle? La frase derivó en el nombre de mi barbería y al final, en mi nombre artístico. Aquella barbería, cercana a mi casa, ya no existe, aunque yo sigo viviendo en el mismo lugar. 

-¿No dejó el barrio? 

-¿Para qué? No puedo despegar de él, y el barrio me quiere. Vivo tranquilo, no tengo miedo. Gracias a Dios soy respetado. Todos saben que la re-lucho, que mantengo a mi hermano, a mi primo (José Luis Posadas, de 12 años, hijo de mi tía Patri) y a mis hijos (Valentino Horacio, de 8, y Ámbar Sofía, de 6; los dos con apellido “de los Santos”, como mi mamá). A ellos los tuve con Abigail Jazmín Esmeralda Salías (25). Nos conocimos de chicos, a los 15. Compartimos una década, pero terminamos separándonos hace poco. 

Ponte Perro
«De una y otra manera ellos marcaron mi vida», sostiene respecto a Mónica y Horacio, sus progenitores, quienes se habían conocido en la Cárcel de Junín. Cuando tenía seis años, el futuro barbero y artista perdió a su papá en un enfrentamiento delictivo. Dos luego, en 2006, su mamá enfermó de cáncer, y en 2010 sufrió un ACV (Accidente Cerebrovascular). Tres meses antes ella había tenido un hijo con su nueva pareja, A los 12 el muchachito se cargó al hombro la crianza de su hermano menor. «Mi infacia fue peliaguda y pesada», suscribe en la actualidad.

-A propósito, ¿sus padres (Mónica Ethel de los Santos y Horacio Silverio Diaz) se conocieron en la Cárcel de Junín, verdad? 

-Sí. Ella acompañó a una amiga, que iba a ver a su pareja. Mi papá, el hermano de esa amiga (se llama Andrea y hoy es mi cuñada), también estaba preso. Mamá -de 32, lindísima dama- me contó que mi viejo tenía 26 y era simpático, romántico, muy sonrisita, siempre limpito, cremitas, uñitas, perfumito, un galán. Solteros los dos, se gustaron y ahí empezó todo. Mi vieja le bancó la cana hasta que él salió. Una historia re-bonita, porque más allá de las maldades que pasan ahí dentro, de ese infierno, encontraron el amor y terminaron creando una  familia. Porque de esa relación nací yo, su único hijo. 

-¿Y el hermano que nombró? 

-Se llama Diego Martín Acosta de los Santos y tiene 15 años. Adoro a mi negro. Hijo de mi madre y mi padrastro (con quien yo tuve bastantes problemas en la adolescencia), vive conmigo. Está yendo al colegio, juega a la pelota en el Club Midland. Es un buen mediocampista. Lo ascendieron a la octava. Lo llevo todos los días a entrenar… Gracias a Dios, como mis hijos, me vio laburar desde el día cero y crear un futuro hermoso desde el día cero. Yo me desafié: «Si voy a hacer algo, tengo que ser alguien en ese algo”. Me gustaba la idea de lograr algo. No hablo de la fama, sino de que te reconozcan por algo que hagas, que le sirva a la gente. Como barbero, en la música o desde el oficio que sea. Y peleé duro por conseguirlo. Quise que se viera que más allá de dónde venía, podía ejercer una profesión que me pusiera en otro lugar, resurgir, reinventarme. Ése siempre fue mi pensamiento, porque… 

Ponte Perro
Como artista emergente ganó un doble disco de oro con su éxito Gafita y Chomba, que entre Youtube y Spotify superó las 75 millones de reproducciones.

-¿Por qué? 

-Porque deseaba sacar de ese lugar a mi mamá. Mi familia estaba perdida en el ámbito de la delincuencia. Cuando yo andaba en los 12, 13 años, mi padrastro me obligaba a robar. Onda que si yo no lo hacía era un gil. Y pensaba: «¿Cómo me puede hacer semejante pedido la persona que debe ocupar el lugar de mi papá para criarme?” Te puedo asegurar que si hubiese estado mi viejo, todo hubiera sido diferente. Él no era ejemplo de nada, pero ni en pedo me exponía… Así que yo necesitaba romper el círculo, como dice la película. Me planté hasta que lo logré: «Debo cambiar la trama, cortar la cadena, acabar con la energía de mierda que me rodeaba»… Perdón la palabra. 

“A VER, ¿CUÁNTOS CHABONES DE MI EDAD TIENEN SU PARTO FILMADO Y DIFUNDIDO POR LA TELE, EH?, JAJAJÁ” 

Ponte Perro
«Cuando me encuentro en una instancia de quiebre -a veces sucede- me pongo a ver el video del día en que mi papá me conoció dentro de la cárcel y luego se abrazó a mamá. Es un momento hermoso de mis viejos que voy a conservar para toda la vida», admite el flamante suceso del RKT, género musical relativamente nuevo que se originó en Argentina, en el ámbito de la música urbana, y combina elementos de la cumbia villera, el reggaetón, el trap y la música electrónica.  

Permiso, ¿le doy play?”, pide y pregunta tras recibir el iPod que le acerca Candela Petech, la filmmaker y fotógrafa de GENTE, y reproduce un momento irrepetible de hace veintisiete años: cuando su padre lo conoció en prisión. Recapitulemos… En aquellos tiempos Horacio Diaz se encontraba otra vez privado de su libertad. Lo cierto fue que gracias a la producción del programa Por quererte tanto que conducía Patricia Miccio, pudo filmarse el momento del parto de Mario Emanuel y acercárselo a la Unidad Penitenciaria Nº 5 de Mercedes para sorprenderlo. Así fue que el periodista Leonardo Grecco ingresó cargando un televisor de 21 pulgadas, se encontró con Horacio en un pabellón y le mostró el parto y el rostro del niño. En medio del llanto y la emoción, hijo y madre en carne y hueso aparecieron en escena y el papá, que acababa de descubrir el rostro de su bebé, finalmente, lo pudo abrazar. 

Retoma Ponte: “Fue una locura, algo maravilloso… Cuando me encuentro en una instancia de quiebre -a veces sucede-, me pongo a ver esto. Es un momento hermoso que voy a conservar para toda la vida”, acota antes de volver a pedir “permiso” para detenerse a observar las imágenes de  América 2. “Ahí estoy saliendo solo, mirá -relata-. El doctor tenía bigotitos: por eso lo copio hoy -bromea-, venía de chico… “A ver, ¿cuántos chabones de mi edad tienen su parte filmada y difundida por la tele, eh?, jajajá?”, se pregunta. Y continúa viendo la pantalla: “Me emociona escuchar la voz de mi vieja. Mal. Ella me crió prácticamente sola. Y escucharla es como, como… -lo invade la nostalgia-, es que yo le conozco las emociones de pe a pa”. 

Ponte Perro
«Arranqué vendiendo ropa usada en una feria americana. Era bueno, tuve siete puestos. Fui repartidor de pizza, vendedor ambulante de productos de limpieza, medias… Siempre le busqué la vuelta a todo. Tuve parrilla, lavadero, una bocha de cosas. Hasta colgué cables en Telecentro: mi primer trabajo en blanco. Y mirá que le temía a las alturas, eh». 

-¿Eran muy unidos? 

-Hasta que empezaron sus padecimientos. En 2006 se encontró con un cáncer de paladar. ¡Había uno en un millón y le tocó a ella! Así se empezó a despegar el lazo madre-hijo, porque la dolencia terminaba tumbándola. Pasó mucho tiempo internada en terapia intensiva… Que la quimio, que la recuperación, que la recaída. El otro día saqué cuentas: estuvo más de veinte años luchando y sufriendo con la enfermedad, hasta 2025. Un montón. Y cuando escucho su voz, como te cuento, recuerdo un montón de cosas, porque ella fue la que me enseñó todo. Me enseñó cómo manejarme, cómo conseguir respeto, cómo conservar la humildad. Todo lo que soy hoy en día es gracias a mamá. Siempre me guió y me habló con verdad. El último 24 de enero, justo cuando cumplía años mi hija, se fue al cielo por cáncer. A veces uno es egoísta y quiere que la persona permanezca a su lado para toda la vida. Si bien nunca la voy a olvidar, recién ahora estoy aprendiendo a dejarla descansar en paz”. 

-¿Por qué casi lo crió sola? ¿Qué sucedió con su papá? 

-Lamentablemente se dedicaba a delinquir, y en un hecho lo mataron por la espalda cuando yo tenía seis años. 

Ponte Perro
En 2021 su casa se incendió de madrugada, mientras todos dormían. El fuego comenzó en la habitación de los hijos.  “Lo perdí todo -apunta Ponte Perro-. Había tocado fondo y en ese momento se me presentó mi ‘Santo’, que para mí es mi viejo. Había fallecido a mis seis años (la imagen superior los muestra antes), y me dio las fuerzas para sacar a mi familia de entre las llamas,” recuerda el artista.  Tal situación lo inspiró a escribir la canción Mi Santo.   

-Usted suele repetir que igual él es su santo, y le dedicó justamente los temas Mi Santo y Rabito… ¿Lo siente cerca, como que lo cuida desde donde se encuentra? 

-Tal cual, yo siento siempre su presencia y la de mi mamá. Los dos me están acompañando, más todavía en las decisiones que debo tomar cuando me siento frágil, sin salida, cuando capaz te preguntás «¿para dónde voy?”, “¿qué invento?». Mi Santo es un tema que compuse en un momento muy feo de 2021. Se me había encendido la casa y de pronto sentí que la presencia de mi viejo ahí hizo que yo pudiera resolver aquel problema en dos segundos. Entonces en casos así siempre pienso en él. 

-¿Qué trabajos realizó usted antes de ser músico? 

-Arranqué vendiendo ropa usada en una feria americana. Era bueno, tuve siete puestos. Fui repartidor de pizza, vendedor ambulante de productos de limpieza, medias… Siempre le busqué la vuelta a todo. Tuve parrilla, lavadero, una bocha de cosas. Hasta colgué cables en Telecentro: mi primer trabajo en blanco. Y mirá que le temía a las alturas, eh. 

Ponte Perro
«Estoy aprendiendo el acordeón. El acordeón, los timbales y el bajo son los instrumentos que más me gustan».

-¿¡En serio!? 

-Sí, hacíamos la conexión a noventa grados hasta la casa y seguíamos con el cableado. Me costó un montón. El primer día que subí, me acuerdo, llegué a los doce metros -lo que mide un poste de luz- y avisé desde arriba: “No puedo bajar» (se tienta). Pero me acostumbré y ya después se hizo rutina. 

“YO ERA BARBERO DE L-GANTE Y NO OLVIDARÉ JAMÁS CUANDO ME EXTENDIÓ LA MANO Y ME DIO LA FUERZA PARA UNIRME A SU PROFESIÓN: ‘HERMANO, ¡MANDATE, METÉTE, QUE VOS TENÉS QUE SER ARTISTA!’” 

Ponte Perro
Durante la producción del video Rabito, tema dedicado a su papá. «Mi talento en la música es crear, fusionar, componer», entiende quien acaba de presentar -a través de Goat Records- el disco A puro blu, convirtiéndose en el primer artista que lanza un disco de funk brasileño con artistas del hermano país como, entre otros, Mc Pipokinha, Laryssa Real y Dj Gordinho.

“Cuando enfoqué en la barbería, le metí fuerte. Empecé a trabajar cien por ciento, a sentirme confiado y a relacionarme con músicos”, continúa Ponte sobre los tiempos en que aún no se llamaba así. Entonces cuenta que “la oportunidad” le apareció justamente entre tijeras, peines y navajas. “Hace cuatro añitos conocí a alguien que hoy es un gran amigo, L-Gante. Yo era su barbero. No olvidaré jamás cuando Elián (Ángel Valenzuela) me extendió la mano y me dio la fuerza para unirme a su profesión: ‘Hermano, ¡mandate, metete, vos tenés que ser un artista!’. En realidad, él incentivaba a todo pibe que veía con un poco de chispa. Por eso es el Nº 1 de nuestro género. Yo, alguien al que de chico me gustaba la vida de artista, imagínate cómo me envalentoné. Y pronto arranqué un camino hermoso, con algo que conecta tanto como la música y te genera la gran expectativa de poder transitar un lindo futuro”, le brillan sus ojos castaños. 

-¿Y cuál cree que es su mayor talento en la música? 

-Crear, fusionar… En Rabito, fusioné la salsa con el RKT -porque para mí la salsa es un ritmo ideal para contar historias, vivencias-, y le puse “el malandraje”, palabra que tengo tatuada en mi cuerpo. También saqué un disco de funky -estilo bien diferente a lo que se escucha acá-, que hice para mi gusto y empecé a mostrar, entrecruzando el funky brasileño con el RKT de Argentina, y lo llamé “funky rocho”. Sumá el hago “RKTropic”, como en mis temas Te parto y Solari, en los que fusioné samples de RKT con samples de música colombiana y música mexicana rebajadas. Lo llamé así por Tropitango, el lugar que pasa todo ese estilo de música. 

-¿Toca instrumentos? 

-De a poquito estoy aprendiendo el acordeón. El acordeón, los timbales y el bajo son los que más me gustan. Sí, compongo el cien por ciento. Se trata de vivencias reales y hay secuencias paralelas de lo que por ahí le pasó algún amigo, familiar. Lo que uno vivió o vio en algunos lugares. Trato de llevar eso hacía una canción. 

Junto a sus hijos Ámbar y Valentino, Abigail -la mamá de ambos-, Mónica, la mamá de Ponte Perro y Diego, hermano del músico.

-Y ahora que anda por ahí arriba, como cuando trabajaba para Telecentro, pero mientras triunfa en la música, ¿cómo hace para no marearse y mantener los pies en la tierra? 

-Soy de ver las películas de los grandes artistas que fueron muy famosos y grosos y ¿viste que siempre te marca donde tuvieron un error, un desliz, dónde dieron pasos en falso? Intento fijarme en sus errores para no tropezar también. Yo soy un pibe que labura y anda mucho en la noche, y sabemos que la noche es medio jodida y que en ella necesitás bastante contención. Gracias a Dios no tengo ningún vicio, ni consumo nada raro. Además, trato de comportarme. Soy papá de dos hijos hermosos que me aman y me esperan en casa, como mi hermano y mi sobrino. Por eso es un momento que digo: «No, las drogas ni nada parecido. Es algo que ya sufrimos mucho en mi familia. ¡Listo! Hay que dar vuelta la página y estar cerca de los afectos». Lo tengo mentalizado. Por mi familia y mis afectos no debo deslizar, tener ese patinaje, por así decirlo. 

-¿Qué hay de su ex? 

-Lindo que me preguntás… Yo pienso que si la mamá de tus hijos está bien, tus hijos van a estar mejor, ¿no? La mamá es la base. Y actúo en consecuencia. Respecto a mis chicos, lo principal que quiero legarles a ellos es la enseñanza del camino correcto, de la vida que elegí. Más allá de a qué se dediquen, que sean y progresen por sí mismos. Si el día de mañana tengo la posibilidad, me gustaría dejarlos un poco armados para que deban ponerle un poco de menos fuerza de lo que le vengo poniendo yo. 

“A MI VIDA LA TENGO Y SIEMPRE TENDRÉ MARCADA POR DENTRO Y POR FUERA CON COSAS FEAS QUE VI, PERO ESPECIALMENTE CON COSAS LINDAS QUE ME SUCEDIERON” 

Ponte Perro
«Yo soy un pibe que labura y anda mucho en la noche, y sabemos que la noche es medio jodida y que en ella necesitás bastante contención. Gracias a Dios no tengo ningún vicio, ni consumo nada raro. Además, trato de comportarme. Soy papá de dos hijos hermosos que me aman y me esperan en mi casa, como mi hermano y mi sobrino».

Cada arresto de entusiasmo de Ponte llega acompañado de un sonido de cadenas que parte de las que luce colgadas de su cuello. “¿Son de oro?”, le consultamos. Pronto repregunta la duda, antes de aclarar. “¿Eh? Noooo -reacciona a las carcajadas-. Las hicieron con monedas viejas fundidas. No se le va el color, nada. Tengo mis cadenitas de oro, pero no las expongo. Me pongo éstas porque se trata del hermoso regaló un capo brasileño que me dejó entrar a la favela que habita para que yo grabara un videoclip, y porque me recuerda al mejor país para vacacionar y a una de las favelas más picantes: Morro do Dendé. ¿Sabés cuál es el tema del Morro do Dendé? El de “parapapapapapapapapa/ parapapapapapapapapa…” (tararea la famosa música de Rap das armas). Se trata de un lugar donde no entran turistas; queda a una hora de de Río de Janeiro. Vi la película Ciudad de Dios y de repente descubrí que había estado en esos pagos… Muy loco. Las cadenas doradas que luzco son presentes que atesoraré toda la vida”. 

Ponte Perro
«Debo andar en los 85 tatuajes. No sé a cuántos voy a  llegar, pero ando con ganas de completar todo el cuerpo menos la cara», avisa.

-Como los tatuajes que se le aparecen por todos lados. ¿Cuántos son? 

-Hasta hace un tiempo iban 72, pero se sumaron y ahora debo andar en unos 85. Llevo a los tatuajes aquellas vivencias que marcaron fuerte. 

-¿Es decir que a su vida la tiene y tendrá siempre marcada? 

-Por dentro y por fuera, con cosas feas que vi, pero especialmente con cosas lindas que me sucedieron. Para el caso, en mis tatuajes aparecen desde la fecha en que se incendió mi casa, 4/6/21, en invierno de plena pandemia, hasta los nombres de mis hijos. Otro que dice «Norma», por mi abuela. En la pierna derecha, el nombre de mi primo Carlitos, alguien especial para mí, que ocupó el lugar de hermano mayor y murió en un enfrentamiento con la policía: refiere a cierta burla hacia ella. Un peine, una tijera de la barbería. Un joker, que me hice de chico, cuando era terrible. En el pecho, la cara de papá. Y el último que me marqué, las manos de mi mamá y la mía cuando se encontraba internada. También luzco su nombre y su apodo… No sé a cuántos tatuajes voy a  llegar, pero ando con ganas de completar todo el cuerpo menos la cara. Ahora arranqué en la espalda. 

 En la última edición del Festival de Lollapalooza, donde dio a conocer la canción Rabito, también en homenaje a su padre. Poco después Ponte Perro fue nominado al Premio Carlos Gardel en el rubro Canción RKT, por el tema Gitano.

-Durante 2024 se convirtió en el tercer argentino -luego de Nathy Peluso y Trueno- que protagonizó una sesión en Colors Studio. Allí ponderaron su “propuesta fresca y auténtica”, que derivó en nueve millones de reproducciones y un video original que superó los 11. No sólo eso: se consagró como artista emergente, ganando un doble disco de oro con su éxito Gafita y Chomba, que quebró la barrera de los 75 millones de reproducciones entre Youtube y Spotify. Hay más: participó en la última edición del Lollapalooza junto a su banda y Gigi Lepio, y fue nominado al Carlos Gardel en el rubro Canción RKT, por Gitano. Pareciera que aquel dolor de antaño y tanto esfuerzo se vienen transformando en luminosidad… 

-Igualmente, y gracias a Dios, no me sube el estatus muy alto como agrandarme ni nada parecido. Sólo vivo el momento. El día de los Gardel estaba tomando una Coca Cola en la esquina, me paré y me fui con los pibes a la entrega pensando “¡qué locura, ¿no?!” De repente entré y empecé a cruzarme con artistas como Lali Esposito, Dilom, no sé, y gente grosa de la historia en mi rubro, ésa que tanto nos hizo y hace disfrutar y nos enseña a todos. Ante ellos, eterno respeto y humildad. En el Lollapalooza, igual. De repente descubrís que una bocha de gente pagó entrada para ir a verme con mi banda, que aparezca Thiago a decirte “¡la rompiste toda!”, me parece una locura, buah, muy fuerte. Son cosas que no sé si esperaba en la vida. Sí, siento como un golpeteo onda de “mirá amigo, ¡despertate!”. 

Ponte Perro
Ponte Perro dixit: «Con el Calle (Callejero Fino) pegamos una re-relación en este último tiempo que nos conocimos. Nos cruzamos en todos lados, charlamos. No hablamos tanto de música, ¿viste?, sino más de la familia, los dos somos papás. “¿Cómo andás, primo?” (nos llamamos así). Una gran persona. La nuestra es más amistad que música. Una maza, el primito. Le mando saludos». 

-¿Le dio ganas de fusionar sus estilos con alguno de ellos, o viceversa? 

-Síííí. Me encantaría… Más allá de que suceda, y con todo respeto, Lali Esposito, te la nombré recién, es, desde que soy chico, el amor de mi vida. 

-¿Y si lo llama para una colaboración? 

-En cinco minutos estamos  haciendo un tema ¡y hasta le cocino! La amo… A Dillom, a quien también vi en los Gardel, como te mencioné, lo conocí en el cumpleaños de L-Gante, cuando sacaron juntos Tintín. Después lo crucé en el Harlem Festival. Es una máquina. También me gustaría hacer algo con él. 

-¿Qué hay de Callejero Fino? Imposible no nombrarlo en esta conversación… 

-Con el Calle pegamos una re relación en este último tiempo que nos conocimos. Nos cruzamos en todos lados, charlamos. No hablamos tanto de música, ¿viste?, sino de la familia, los dos somos papás. “¿Cómo andás, primo?” (nos llamamos así). Una gran persona. La nuestra es más amistad que música. Una maza, el primito. Le mando saludos. 

Ponte Perro
«Gracias a Dios no me sube el estatus muy alto como agrandarme ni nada parecido. Sólo vivo el momento. El día de los Gardel estaba tomando una Coca Cola en la esquina, me paré y me fui con los pibes a la entrega pensando ‘¡qué locura, ¿no?!’ De repente entré y empecé a cruzarme con artistas como Lali Esposito, Dilom, no sé, gente grosa de la historia en mi rubro, ésa que tanto nos hizo y hace disfrutar y nos enseña a todos. Ante ellos, eterno respeto y humildad».

-¿Y para cuándo entonces, Ponte Perro, Callejero Fina y L-Gante juntos? 

-Ufff. “¡¿Cuándo?!”, te pregunto yo a vos. 

-¿Está abierto a consumarlo? 

-Sí, sí, sí…, tenemos algo ahí. 

-¿Qué anhelo le queda ahora consumar, entonces? Sueñe despierto, Ponte.

-Ok. Lograr que mi música llegue al mundo. Hacer estadios, shows gigantes. Estoy profesionalizándome para, si el día mañana me convierto en un tipo como Bad Bunny, generar cosas muy potentes y locas para la gente. Más allá de lo que le pasó, admiré a full la carrera de Elvis Presley, y hay detalles que le vi y me gustaría acercar al público. 

-Imagine que de repente acá, en el estudio de Atlántida, aparecieran sus padres: ¿Qué les diría? 

-Los extraño una banda. ¿Lo primero? “Quédense conmigo para toda la vida”. 

-¿Y qué le dirían ellos a usted? 

-“Estás haciendo las cosas bien, Seguí para adelante. Dale mecha”. Mi viejo me cagaría a pedos en un montón de cosas, porque en algunas era perfectito, pero mamá se acercaría a mi oído y me mandaría: “Me siento orgullosa de vos, papi”. 

“GRACIAS A SER BUSCAVIDA, A ESCARBAR PARA ENCONTRAR UN FUTURO, ME TERMINÉ CONVIRTIENDO EN UN PERRO RE-CALLEJERO. CALLEJERO, EH, NUNCA DE RAZA” 

Ponte Perro
«¿Qué sueñe despierto? Ok. Lograr que mi música llegue al mundo. Hacer estadios, shows gigantes. Estoy profesionalizándome para, si el día mañana me convierto en un tipo como Bad Bunny, generar cosas muy potentes y locas para la gente. Más allá de lo que le pasó, admiré a full la carrera de Elvis Presley, y hay detalles que le vi y me gustaría acercar al público», completa Ponte Perr, quien el 20 de septiembre se presentará en el Festival Estudiantina 2024 de la Municipalidad de Juan José Castelli, provincia de Chaco.

-Mi eslogan es: “De cachorro me largaron en la calle y me hice perro” -improvisa Ponte, sin pregunta de por medio, ya en la cuenta regresiva al cierre de la nota. 

-¿Y fue así, nomás? 

-A mí, como te digo, me dieron la libertad de salir a la calle a temprana edad, cuando era un cachorrito. Y gracias a ser buscavida, a escarbar para encontrar un futuro, me terminé convirtiendo en un re-perro callejero. Callejero, eh, nunca de raza. 

-¿Perro que ladra muerde? 

-Yo muerdo. Para salir adelante en la vida hay que saber ladrar. Muchos son puro blabla,y después no hacen nada. Yo muerto cuando resulta necesario. Calladito me veo más bonito (ríe ante el acierto rítmico de su improvisada rima).

Fotos: Diego García y cortesía de Mario de los Santos
Video: Cande Petech
Arte en imágenes: Silvana Soldano
Agradecemos a Lola Barredo

Redacción

Fuente: Leer artículo original

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