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sábado, mayo 31, 2025

Por fuera de la televisión, Rodrigo Lussich se la jugó y apostó todo a un inédito proyecto: «Tengo absoluta autonomía, ahí me puedo permitir equivocarme»

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Rodrigo Lussich tiene una larga carrera en los medios de comunicación. Sin embargo, durante el último tiempo decidió comenzar a trabajar en sus redes sociales, donde realiza videos hablando sobre temas de actualidad, con humor. 

Durante su última entrevista con revista GENTE, el conductor comentó que le gustaba el trabajo del actor, que es por proyectos. Entonces, contó: “Yo soy actor desde antes. Me hice conocido por ser periodista, conductor, panelista… pero en realidad yo hice teatro desde muy chico, mis viejos fueron actores, he hecho teatro de revista con Carmen Barbieri, y obras de teatro en el under. Ahora estoy haciendo teatro con Adrián”.

“Aparte estoy haciendo un laburo muy relacionado con la actuación y con el humor en mis redes sociales. Estoy trabajando todo un contenido propio en paralelo a la televisión. En el cual, si bien soy yo el que habla, no dejan de ser creaciones ficcionales donde juego un poco con la farándula. Eso me está resultando mucho y estoy muy contento con eso”, afirmó Lussich en referencia a su trabajo en su cuenta de Instagram, donde acumula 400 mil seguidores.

«Estoy haciendo un laburo muy relacionado con la actuación y con el humor en mis redes sociales», reveló Lussich.

-¿Cómo surgió la idea de empezar a hacer humor en las redes sociales?

-Yo tenía mi Instagram muy quieto, muy dormido, muy tranquilo, con los seguidores lógicos que te llegan por la tele. Empecé el cambio cuando todavía estábamos en El Trece, que yo sentía que estaba con cierta chatura creativa, que no podía jugar como a mí me gustaba con algunas cosas. Y necesitaba despertarme un poquito, necesitaba sacudir un poquito mi propio avispero. Y sabía que ahí hay un nicho interesante que permite probar y ensayar todo el tiempo, porque no tiene la exigencia de la televisión, porque es tu cuenta personal, hacés lo que querés. En definitiva, te miran el video o no te lo miran. 

-Claro, viste el nicho…

-Me parecía que ahí había un nicho para trabajar y para buscar otro público, que es lo más difícil porque el público de la tele te encasilla mucho y cuesta que el que tiene prejuicio venga a las redes. Es un laburito de día a día, cada seguidor suma, crecí 100.000 seguidores en 6 meses. Es un laburo al que le dedico mucho, trabajo con una guionista, con un editor, subo contenido que yo trabajo prácticamente a diario. Sobre todo lo hice por mí, para ejercitar mi creatividad. Para mí es un momento de disfrute per se, más allá de que después funcione o no funcione. Yo me divierto como un chico jugando y para mí la clave es esa. La tele no siempre te deja, y no depende solo de vos.

-¿Vos elegís el tema de lo que querés hablar?

-Claro, lo guiono y soy absolutamente libre, y eso me da una satisfacción personal. Si después funciona y rebota, es casi automático, si yo la estoy pasando bien, el otro lo ve y lo consume. Es muy puntual, vos tenés que hacer un minuto y medio, una historieta, un cuento, donde vas a tratar de hacerlo lo más creativo y divertido posible.

-¿Cuál es la diferencia con la tele?

-En la televisión vos tenés por ejemplo un programa de dos horas todos los días, 10 horas semanales, en vivo. Indefectiblemente vas a tener momentos más inspirados y otros más chatos. Además, el número te va a condicionar seguramente en el ánimo, y uno trabaja con la cara. La tele en vivo tiene tiempos muertos, temas que no funcionan, y tenés un montón de cosas que son divinas, porque aparte es la mejor escuela. La televisión en vivo te da una experiencia que no te da nada.

-¿Y cómo son las redes?

-Vos tenés la posibilidad de editar, de preparar, de dejar lo mejor, elegís la parte que más te interesa, que más te divierte. Y al mismo tiempo, me ejercita la creatividad, desde un lugar que a mí me gusta mucho, que es el del humor. Mi nicho es el humor, la idea es que vos con el material te rías. Si yo logro esa respuesta, para mí, estoy como un chico en una juguetería.

«Es un laburo al que le dedico mucho, subo contenido que yo trabajo prácticamente a diario. Sobre todo lo hice por mí, para ejercitar mi creatividad», afirmó el conductor de Intrusos.

-¿Te gusta meterte en temas de actualidad o preferís quedarte con los temas de espectáculos y el humor? 

-Es más fácil hacer humor con Wanda Nara que con la represión a los jubilados en el Congreso. Hay cosas con las que no podés joder. Si a mí me divierte el contenido… Como, por ejemplo, cuando fue la estafa cripto, que me resultó un tema muy bizarro, más allá de la implicancia legal y la política, me parecía muy divertido. Hice un par de reels con eso, a alguna gente le gustó y a otra gente no le gustó, porque cada vez que metés la política en el medio dividís al público, y uno trata de llegar a todos y que le guste a todos.

-¿Y qué haces entonces?

-Sabés que capáz ahí restás, pero también tiene que ver con la impronta de uno, si a mí me divierte el tema, me potencia, no lo voy a dejar de hacer calculando que le puede joder a alguna gente, porque también le va a gustar a otra. Es parte de mi proceso creativo. Aparte estoy en una etapa de prueba y error, cuando algo no me funciona, cambio y busco por otro lado. Tengo absoluta autonomía sobre el espacio, entonces me puedo permitir equivocarme, y no arrastro a un canal, a un equipo, ni a nadie. Es otro lenguaje, que hay que aprenderlo. Yo estoy en pleno proceso porque estuve mucho tiempo sin moverlo.

-¿Tenés algún objetivo puntual con las redes?

-Sí, mi objetivo final es que el día de mañana la gente que me siga me venga a ver un espectáculo unipersonal. Yo no estoy pensando más que en eso, si yo tengo medio palo de seguidores y de esos 50 mil me vienen a ver al teatro, es un montón. Quiero decir, es por otro lado la búsqueda.

«Estoy en una etapa de prueba y error, cuando algo no me funciona, cambio y busco por otro lado», afirmó Rodrigo.

-¿Recibís muchas críticas por hacer humor en las redes sociales?

-El humor genera mucha susceptibilidad, estamos en un momento donde la corrección política te tiene totalmente atado y yo trato que eso no me condicione tanto, porque sino, no hacés nada, es muy difícil. Todo es cancelable, es mal interpretado o todo puede ser ofensivo para alguien. Pero el humor siempre tuvo eso, toda la vida. Entonces hay un punto donde decís «bueno, me tiro a la pileta». Puedo llegar a dudar o me puedo llegar a equivocar inclusive.

-¿Te pasó?

-Sí, hace poco había hecho una parodia de un meteorólogo en medio de la tormenta, pero coincidía con la tragedia de Bahía Blanca, y yo no me percaté de eso. El video no hablaba de la tragedia de Bahía Blanca, hablaba de un meteorólogo bajo la lluvia, pero cuando me advirtieron los seguidores que era un momento un poco incómodo para meterse con eso, saqué el video, tuve un registro. En ese sentido no soy un necio, entiendo que tal vez el momento y la coyuntura influyen. También es parte de la prueba y el error. Pero yo soy una persona que siempre prefiere equivocarse, que no arriesgar. Probablemente muchas veces me paso tres pueblos, pero prefiero pasarme y bajar, que quedarme corto. Mejor pedir perdón, que pedir permiso. Yo tengo esa postura.

-¿Lo mismo te pasa en la tele?

-En la tele me controlo un poco más, y a veces no. Porque la tele tiene un rebote mucho más grande, e Intrusos particularmente tiene un rebote gigante. En Intrusos me he comido varias campañas de hate, ahora y en la vieja época. Pero insisto, no quiero pecar de autocensurarme. Obviamente que si sé que algo es contraproducente, me voy a poner un filtro o trato, a veces me sale mejor o peor. 

Desde hace varios meses que Rodrigo Lussich está trabajando en contenido de humor en sus redes sociales.

-¿Como por ejemplo?

-Si vamos a hacer un informe mostrando a todos los pifies de los meteorólogos, a mí me parece divertido, no lo voy a dejar de hacer. Después si digo «maten a los meteorólogos», capaz que digo «bueno, era un montón». Pero la dinámica de hacer en vivo, de jugar con el humor y hacerlo sin red, te vas a mandar cagadas. Si no sería más fácil grabar los escandalones una hora antes, hacerlos bien cómicos, y después un editor me saca todas las pavadas. Saldría como redondísimo, pero perdería frescura y espontaneidad.

-Claro, eso es lo que los caracteriza a ustedes…

-A nosotros nos gusta que nos busquen para hacer programas divertidos. Está bueno que la gente tenga las opciones. Quiero decir, que busquen a cada uno para determinadas cosas.

-¿Sentís el peso de la edad y del paso de los años? Sobre todo con tu laburo en redes…

-No, en tanto y en cuanto pueda seguir creando y pueda seguir proponiendo. Hacer contenido en las redes sociales me rejuvenece tremendamente. Inclusive hay posibilidades de expansión, probablemente arranque con una cuenta paralela, con un personaje. No voy a dejar de ser yo, pero no va a ser la cuenta de Rodrigo Lussich. Eso es algo que está en proceso y que voy a empezar seguramente en un par de meses. También empiezo a preparar un espectáculo unipersonal para la segunda mitad del año o el año que viene. Todo eso me tiene muy entusiasmado y me da juventud.

Fotos: Alejandro Carra.

Redacción

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