El hallazgo de huellas fósiles de dromeosáuridos en las cercanías de El Sauce, provincia de Neuquén, representa un avance significativo en el conocimiento de los dinosaurios carnívoros que habitaron Sudamérica durante el Cretácico.
El investigador del CONICET Arturo Heredia contó “descubrimos estas huellas durante una campaña paleontológica realizada en marzo de 2023, en las proximidades de la localidad de El Sauce, a pocos kilómetros de la ciudad de Picún Leufú, en la provincia de Neuquén”.
El trabajo fue publicado en la revista internacional Lethaia. Es el primer registro de huellas asignadas a esta familia en Argentina y uno de los pocos en Sudamérica, donde hasta ahora solo se conocían antecedentes en Bolivia.

Cómo eran
La familia de los dromeosáuridos se caracteriza por su morfología distintiva, en particular por la presencia de una gran garra en forma de hoz en el segundo dedo del pie.
Heredia detalló que “apenas las observamos, sospechamos casi de inmediato que podían pertenecer a dromeosáuridos, aunque la confirmación llegó luego, tras analizarlas mediante fotografías y modelos 3D generados con técnicas fotogramétricas”.
El investigador contó que difundieron el ellaaño pasado un estudio preliminar en el 5º Congreso Internacional de Icnología (ICHNIA), realizado en Florianópolis, Brasil, y que posteriormente trasladaron el bloque con las huellas al Museo ‘Carlos Hermosilla’ de la Comisión de Fomento de El Sauce, donde ya forma parte de la colección paleontológica local.
El análisis de las rocas areniscas permitió identificar al menos seis huellas preservadas, cada una de aproximadamente 10 centímetros de largo.
Estas impresiones, según Heredia, “conservan la impresión de dos de sus dedos, además de una marca parcial del dedo con la garra, claramente destacada y bien desarrollada”.
Ese tipo de huellas, denominadas didáctilas, se asocia principalmente con los dromeosáuridos, aunque la impresión de la garra en forma de hoz resulta poco común en el registro fósil.
En cuanto a la identidad del animal que dejó estas huellas, el registro de huesos fósiles de dromeosáuridos en Argentina se limita a la cuenca Neuquina, donde se ha identificado una subfamilia conocida como “unenlagiinos”.
Heredia sostiene que “es probable que estas huellas hayan sido producidas por un miembro pequeño de este grupo. En la Formación Candeleros, en rocas de la misma edad donde se encontraron las huellas, se conoce al dinosaurio Buitreraptor gonzalezorum, que habría tenido pies del mismo tamaño que estas huellas, lo que lo convierte en un buen candidato de haberlas producido”.

La funcionalidad de la garra también aporta información relevante sobre el comportamiento de estos dinosaurios.
Heredia explicó que el animal “tenía una garra muy desarrollada en uno de sus dedos del pie, que ocasionalmente podía apoyar en el sustrato, posiblemente mientras permanecía inmóvil”.
Esta observación remite a la célebre escena de los velociraptores en Jurassic Park (1993), donde los animales apoyan su garra en forma de hoz sobre el piso.
“Al tratarse de las primeras huellas de dromeosáuridos registradas en la Formación Candeleros y en la Patagonia, este hallazgo incrementa la diversidad de huellas y permite una correlación más completa entre la evidencia icnológica y osteológica de esta unidad geológica. Es decir, a veces se conocen solo los huesos de un grupo de dinosaurios y otras veces solo sus huellas, y ahora en este caso ya se conocen ambos tipos de evidencias”, concluyó el paleontólogo.