En ocasiones la presencia de ciertas personas puede generar un malestar inexplicable y se hace difícil encontrar el motivo exacto por el que generan rechazo. Aunque tendemos a restarle importancia, desde la ciencia hay razones que explican ese sentimiento.
Según expertos, es posible que estés sufriendo de un fenómeno que va más allá de la antipatía: estrés relacional antagónico. Esto puede generar problemas en la salud mental si no se aborda de la forma correcta.
No se trata de un hecho aislado, sino que el malestar que nos genera la persona comienza a crecer y hasta puede provocar ansiedad social.
Qué es el estrés relacional antagónico
El malestar, la irritabilidad, los cambios de humor y la ansiedad son los principales sentimientos que nos genera encontramos con determinada persona. Como tendemos a restarle importancia, en lugar de solucionar el problema, se acumula la tensión y se manifiesta a través de esos síntomas.
Este tipo de estrés se caracteriza por la carga emocional acumulada y patrones determinados. Se suele dar en las relaciones interpersonales, que no necesariamente tiene que ser una pareja y son vínculos que en lugar de nutrir agotan.

Los especialistas en salud mental comentan que no es necesario que exista un conflicto puntual para que una persona nos genere irritabilidad o ansiedad cada vez que estamos con ella.
Causas del rechazo inexplicable, según los expertos
Los patrones aprendidos durante la infancia pueden originar este tipo de relaciones tóxicas, según señala Pilar Conde Almadé, licenciada en psicología y directora de la red de centros de psicología y psiquiatría Clínicas Origen España.
Conde asegura: «Esto suele estar determinado por las dinámicas aprendidas en el entorno familiar. Cuando se viene de dinámicas dañinas es más fácil normalizar y perpetuar estos patrones«.
Es en estos casos que se tiende a normalizar la situación y se siguen patrones donde se entiende el malestar como algo común en los vínculos.
El impacto del estrés relacional antagónico puede afectar el bienestar físico y mental, provocando problemas de ansiedad, anímicos y de sueño. Además, se manifiesta en relaciones que, aunque puedan ser importantes, generan un desgaste continuo:
- Conversaciones que nos dejan emocionalmente agotados.
- Necesidad constante de justificarse frente al otro.
- Sensación de no poder comportarse con naturalidad.

Qué recomiendan los psicólogos ante el estrés relacional antagónico
Establecer límites claros es una de las principales recomendaciones de la experta en salud mental Pilar Conde, así como entender que no estamos obligados a mantener relaciones y vínculos que provoquen malestar, ansiedad e irritabilidad.
Poder identificar los signos del estrés relacional antagónico es el primer paso para ayudarnos a tomar las decisiones más sanas en relaciona los vínculos interpersonales. Es fundamental detectar cuando el malestar se convierte en la norma y no hay posibilidad de mejorar esa dinámica.
La psicóloga Conde señala que «hay que permitirnos decir que no, expresar lo que sentimos y no aceptar dinámicas que nos desgastan, sólo por mantener el vínculo».